Cómo irse del trabajo sin dramas

Dejar la puerta abierta, de eso se trata. Si hay que irse, que sea con gracia.

16 marzo, 2016

Capaz odies a tu jefe o pertenezcas al grupo, afortundo en estos tiempos, que recibió una nueva propuesta laboral. Incluso si sos un pasante que quiere dar el gran salto o un empleado en relación de dependencia con 15 años de experiencia que quiere ser consultor, es una buena idea irse de un trabajo de la manera mejor dejando, como dicen algunos, “la puerta abierta”.

 

Una vez tomada la decisión de irse, hay que pensar bien cómo comunicarlo a los jefes. Cuando formamos parte del mundo corporativo, todo lo que hacemos refleja positiva o negativamente en nuestra imagen como profesionales. Irse mal puede impactar negativamente en el futuro de tu carrera. ¿Cómo evitarlo?

 

Decir las cosas en la cara

Aunque los departamentos de RRHH generalmente piden que mandes un telegrama de renuncia o hagas un pos-ocupacional, la clave es acercarse a tu jefe y contarle la situación uno a uno. Hacerlo al principio del día, cuando menos molesta al jefe, es mejor. Siempre hay que tratar de mantener la conversación en buenos términos, nunca insultar o recriminar, no importa qué tan horrible la relación de trabajo. Nunca se sabe si vas a tener que volver a tratar con las mismas personas en otro contexto.

 

Cumplir con pasos burocráticos

No es necesario escribir cartas o emails detallando la decisión a todos en la oficina. Sí, conviene acercarse a RRHH para hacer el proceso más  fácil y preguntar qué necesitan de vos. Algunos solo piden un telegrama pero otros pueden tener más pedidos y es importante saber adaptarse a ellos antes de tiempo. De eso también depende que liquiden los gastos que restan pendientes en tiempo y forma.

 

Optimismo, siempre

Renunciar porque estás harto es lo peor que te puede pasar. Si no das una buena razón para nunciar, si solamente querés echar culpas e insultar a quienes te hicieron la vida imposible, te podés perjudicar profesionalmente. De cara a los jefes pero también al resto de tus compañeros.

 

No es personal, son solo negocios

 Obviamente al estar en un empleo durante mucho tiempo los puentes emocionales que se forjan son muchos y fuertes. Pero es mejor mantener cierta distancia emocional a la hora de renunciar. Lo mejor es mandar un mail general de despedida, si la relación no es muy cercana, o mantener la conversación fuera del trabajo, si la relación es estrecha.

 

Con tiempo

No hay un número mágico. Es mejor renunciar y hacerlo con tiempo para que la compañía pueda readaptarse y empezar el proceso de recruiting de tu reemplazo. El plazo legal máximo es de dos semanas pero mientras antes, mejor.

 

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