Cómo determinar el atractivo de un negocio puntocom

No hay ninguna diferencia. Un negocio muy atractivo en Internet es aquel que pueda generar mucha riqueza en el futuro.

21 agosto, 2001

¿Por qué entonces tanta confusión? ¿Por qué las bolsas negociaron valores jamás antes vistos para luego caer más en pozos más oscuros que el del viernes negro de 1929?

Dos fenómenos deben ser analizados en forma separada:
1. La especulación. La liquidez internacional, debida en gran parte al boom de Estados Unidos, creó un mercado en alza. No sólo en Internet. En todas las áreas, los volúmenes negociados se incrementaron durante el transcurso del año pasado. El pase de un jugador de fútbol podía alcanzar los $65 millones; dos o tres veces más que cinco años antes. Y ahí donde hay más posibilidades de crecimiento, mayor es la tendencia. Esa liquidez sumada al fenómeno real que era la revolución de Internet produjo un optimismo abusivo y oportunista que terminó por derrumbar la bolsa.

2. La revolución. Cuando el mar se calma, podemos ver el horizonte. Y ahí es donde encontramos el segundo fenómeno, más impactante que el primero: la revolución digital. El poder de navegar por el mundo con un mouse en la mano transformaba las vidas más y a mayor velocidad que en cualquier otro momento histórico. La radio, por tomar como ejemplo una innovación que permitió que las noticias viajaran sin necesidad de mensajeros, tardó 38 años en alcanzar a 50 millones de personas en los Estados Unidos. La Web obtuvo los mismos resultados, pero en un período de 4 años. Y Bill Gates se queda corto en la introducción de su último libro, cuando dice que “en los próximos diez años las empresas van a cambiar más que en los últimos cincuenta”.

También cuando el mar se calmó, vimos que las aguas se dividieron entre los negocios B2C (Business to Consumer) y B2B (Business to Business); y que estos últimos prometían más que los primeros. Los gurúes digitales aseguraban que en el futuro se podría calificar de exitoso a un sitio que más allá de la cantidad de dinero que produjera, fuera capaz de obtener el mayor número de transacciones, establecer alianzas y lograr que los principales jugadores del mercado adopten la Internet para realizar sus operaciones: en definitiva, consolidar la masa crítica. Y esto sólo podía cristalizarse en el BtoB, en cuyos sitios se concretan 80% de las operaciones de comercio electrónico totales.

Sin embargo, y a pesar de los buenos augurios, quienes evalúan negocios de Internet se confrontan con la dificultad de casi adivinar cuáles negocios serán rentables: ¿quiénes sobrevivirán para cosechar los frutos? Los modelos de negocios cambian, las voces de los académicos chocan y aún no hay historia para analizar. El camino está por hacerse y quiénes sepan construirlo ganarán, y mucho.

Por eso es que la visión (y los recursos humanos que la tienen) es el activo fundamental a evaluar a la hora de hacer una inversión en una empresa de Internet.

Otros activos que permiten identificar un negocio atractivo, en particular dentro del B2B, son:

1. La empresa tiene el first mover advantage(o sea, la ventaja del que se mueve primero). Este punto hace referencia a un antiguo principio: conquistar y delimitar el terreno. Esto es incorporarse primero a la Red con determinado producto/servicio y, en consecuencia, convertirse en los pioneros en ese segmento.

2. El sitio tiene liquidez. Logra en el menor tiempo la mayor cantidad de transacciones posibles. Porque la liquidez forma un círculo virtuoso que atrae todo el tiempo nuevos usuarios.

3. El sitio tiene masa crítica. Se concentra en los principales jugadores del mercado y logra su respaldo y fidelidad.

4. La empresa tiene un alto reconocimiento de marca. El segmento elegido reconoce la marca como la más representativa dentro de la categoría de negocios.

5. La empresa tiene un excelente equipo gerencial: la elección de los profesionales es una decisión de suma importancia. El equipo debe ser por naturaleza multidisciplinario; las personas poseen amplios conocimientos del sector en que están, visión de futuro y son capaces de adaptarse a una estructura organizativa donde las jerarquías no están tan predeterminadas como en las empresas tradicionales.

Quienes comiencen una empresa con un mercado electrónico, deben tener en cuenta el valor que ofrecen a sus clientes, y también ser cuidadosos para no caer en algunas trampas habituales:

El valor a ofrecer:
1. Reducción de los costos de venta a través de las transacciones.
2. Mejora de la relación entre los clientes y los proveedores.
3. Racionalización del stock y un mejor manejo de los excedentes.
4. Mayor transparencia en las transacciones.
5. Disminución de los tiempos de las operaciones.
6. Nuevos negocios.

Peligros:
1. Considerar la velocidad como una situación extraordinaria y no como una herramienta de trabajo.
2. Sobre-expansión: registrar un aumento considerable de masa crítica sin desarrollar una plataforma tecnológica adecuada que pueda soportarla. En el mismo sentido, el crecimiento regional y el aumento de recursos humanos sin el consecuente respaldo financiero, puede resultar contraproducente.
3. No prometer ilusiones, ni establecer objetivos irrealizables. De esta manera se pierde credibilidad, sobre todo frente a los inversores.
Las ineficiencias y la falta de transparencia de las industrias latinoamericanas, paradójicamente, hacen los negocios B2B aún más atractivos. Hay más ineficiencia para recortar; y consecuentemente más para ganar.

Pero el camino es duro y no apto para cardíacos. La competencia global es feroz y los más grandes grupos están a la caza de suculentos negocios. Las innovaciones y los buenos visionarios tienen un espacio en el mar de gigantes. Pero a costa de mucho trabajo y determinación.

En Argentina se produjo un exagerado entusiasmo por parte de emprendedores que pensaron llegar a cotizar en bolsa con algo más que una idea de negocio. Es interesante el dato que proporciona John Nesheim en su best seller High Tech Start Up: de cada millón de planes de negocios que reciben los capitalistas de riesgo, algo menos de seis llegarán algún día a cotizar en bolsa.
Un negocio llega a hacer un IPO porque es atractivo y no viceversa. Las empresas que, por razones especulativas, lanzaron prematuramente un IPO pueden contar como su optimismo agudo se desvaneció de un día para el otro, junto con el valor de sus acciones. Porque el mercado de capitales es como la arena romana: hoy levanta el dedo y perdona; mañana lo baja y quiere ver sangre.

Danila Terragno
Líderes del Tercer Milenio
Clarín y MERCADO

¿Por qué entonces tanta confusión? ¿Por qué las bolsas negociaron valores jamás antes vistos para luego caer más en pozos más oscuros que el del viernes negro de 1929?

Dos fenómenos deben ser analizados en forma separada:
1. La especulación. La liquidez internacional, debida en gran parte al boom de Estados Unidos, creó un mercado en alza. No sólo en Internet. En todas las áreas, los volúmenes negociados se incrementaron durante el transcurso del año pasado. El pase de un jugador de fútbol podía alcanzar los $65 millones; dos o tres veces más que cinco años antes. Y ahí donde hay más posibilidades de crecimiento, mayor es la tendencia. Esa liquidez sumada al fenómeno real que era la revolución de Internet produjo un optimismo abusivo y oportunista que terminó por derrumbar la bolsa.

2. La revolución. Cuando el mar se calma, podemos ver el horizonte. Y ahí es donde encontramos el segundo fenómeno, más impactante que el primero: la revolución digital. El poder de navegar por el mundo con un mouse en la mano transformaba las vidas más y a mayor velocidad que en cualquier otro momento histórico. La radio, por tomar como ejemplo una innovación que permitió que las noticias viajaran sin necesidad de mensajeros, tardó 38 años en alcanzar a 50 millones de personas en los Estados Unidos. La Web obtuvo los mismos resultados, pero en un período de 4 años. Y Bill Gates se queda corto en la introducción de su último libro, cuando dice que “en los próximos diez años las empresas van a cambiar más que en los últimos cincuenta”.

También cuando el mar se calmó, vimos que las aguas se dividieron entre los negocios B2C (Business to Consumer) y B2B (Business to Business); y que estos últimos prometían más que los primeros. Los gurúes digitales aseguraban que en el futuro se podría calificar de exitoso a un sitio que más allá de la cantidad de dinero que produjera, fuera capaz de obtener el mayor número de transacciones, establecer alianzas y lograr que los principales jugadores del mercado adopten la Internet para realizar sus operaciones: en definitiva, consolidar la masa crítica. Y esto sólo podía cristalizarse en el BtoB, en cuyos sitios se concretan 80% de las operaciones de comercio electrónico totales.

Sin embargo, y a pesar de los buenos augurios, quienes evalúan negocios de Internet se confrontan con la dificultad de casi adivinar cuáles negocios serán rentables: ¿quiénes sobrevivirán para cosechar los frutos? Los modelos de negocios cambian, las voces de los académicos chocan y aún no hay historia para analizar. El camino está por hacerse y quiénes sepan construirlo ganarán, y mucho.

Por eso es que la visión (y los recursos humanos que la tienen) es el activo fundamental a evaluar a la hora de hacer una inversión en una empresa de Internet.

Otros activos que permiten identificar un negocio atractivo, en particular dentro del B2B, son:

1. La empresa tiene el first mover advantage(o sea, la ventaja del que se mueve primero). Este punto hace referencia a un antiguo principio: conquistar y delimitar el terreno. Esto es incorporarse primero a la Red con determinado producto/servicio y, en consecuencia, convertirse en los pioneros en ese segmento.

2. El sitio tiene liquidez. Logra en el menor tiempo la mayor cantidad de transacciones posibles. Porque la liquidez forma un círculo virtuoso que atrae todo el tiempo nuevos usuarios.

3. El sitio tiene masa crítica. Se concentra en los principales jugadores del mercado y logra su respaldo y fidelidad.

4. La empresa tiene un alto reconocimiento de marca. El segmento elegido reconoce la marca como la más representativa dentro de la categoría de negocios.

5. La empresa tiene un excelente equipo gerencial: la elección de los profesionales es una decisión de suma importancia. El equipo debe ser por naturaleza multidisciplinario; las personas poseen amplios conocimientos del sector en que están, visión de futuro y son capaces de adaptarse a una estructura organizativa donde las jerarquías no están tan predeterminadas como en las empresas tradicionales.

Quienes comiencen una empresa con un mercado electrónico, deben tener en cuenta el valor que ofrecen a sus clientes, y también ser cuidadosos para no caer en algunas trampas habituales:

El valor a ofrecer:
1. Reducción de los costos de venta a través de las transacciones.
2. Mejora de la relación entre los clientes y los proveedores.
3. Racionalización del stock y un mejor manejo de los excedentes.
4. Mayor transparencia en las transacciones.
5. Disminución de los tiempos de las operaciones.
6. Nuevos negocios.

Peligros:
1. Considerar la velocidad como una situación extraordinaria y no como una herramienta de trabajo.
2. Sobre-expansión: registrar un aumento considerable de masa crítica sin desarrollar una plataforma tecnológica adecuada que pueda soportarla. En el mismo sentido, el crecimiento regional y el aumento de recursos humanos sin el consecuente respaldo financiero, puede resultar contraproducente.
3. No prometer ilusiones, ni establecer objetivos irrealizables. De esta manera se pierde credibilidad, sobre todo frente a los inversores.
Las ineficiencias y la falta de transparencia de las industrias latinoamericanas, paradójicamente, hacen los negocios B2B aún más atractivos. Hay más ineficiencia para recortar; y consecuentemente más para ganar.

Pero el camino es duro y no apto para cardíacos. La competencia global es feroz y los más grandes grupos están a la caza de suculentos negocios. Las innovaciones y los buenos visionarios tienen un espacio en el mar de gigantes. Pero a costa de mucho trabajo y determinación.

En Argentina se produjo un exagerado entusiasmo por parte de emprendedores que pensaron llegar a cotizar en bolsa con algo más que una idea de negocio. Es interesante el dato que proporciona John Nesheim en su best seller High Tech Start Up: de cada millón de planes de negocios que reciben los capitalistas de riesgo, algo menos de seis llegarán algún día a cotizar en bolsa.
Un negocio llega a hacer un IPO porque es atractivo y no viceversa. Las empresas que, por razones especulativas, lanzaron prematuramente un IPO pueden contar como su optimismo agudo se desvaneció de un día para el otro, junto con el valor de sus acciones. Porque el mercado de capitales es como la arena romana: hoy levanta el dedo y perdona; mañana lo baja y quiere ver sangre.

Danila Terragno
Líderes del Tercer Milenio
Clarín y MERCADO

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