¿Cliente marquista o inteligente?

Frente a la concentración, los negocios minoristas contraatacan con la producción de etiquetas que colocan a los productos que las mismas fábricas elaboran para ellos. ¿La idea?: fidelizar a los clientes a partir de las marcas propias.

3 mayo, 2000

Hasta hace algunos años, los estudios de mercado concluían que los argentinos, y los cuyanos en particular, eran esencialmente marquistas. Esto es, tradicionalistas y conservadores a la hora de probar nuevos productos, y más si no estaban apoyados por un nombre importante.

La situación se reflejaba en la poca rotación que existía a la hora de elegir marcas, sobre todo en el sector masculino.

Sin embargo, las fuentes consultadas coinciden en que los consumidores, en Cuyo, buscan cada vez más pagar un precio razonable por los productos que compran. “Frente a calidades similares, el público descubre nuestras marcas y las reclama en cada visita a la tienda”, dice Eduardo Cuni, de Falabella.

“Aunque al principio las etiquetas conocidas nos servían como atracción, hoy el cliente sabe qué va a encontrar en nuestras marcas”, aduce Cuni. Para Battaglia, de C&A, las perspectivas en el ingreso al mercado mendocino eran bajas. Sin embargo, él le daba un crédito importante a este nuevo cliente.

“El mendocino no defraudó más expectativas. El grado de aceptación que tuvimos fue tan fuerte que no nos hizo falta utilizar marcas conocidas como gancho, se entusiasma Battaglia.

Otro elemento de conquista es la tarjeta de crédito cerrada. Tanto C&A como CMR Falabella tienen una agresiva política de captación de clientes. Esta última es una tarjeta semiabierta, que en San Juan cuenta con la adhesión de 43 comercios. Sin embargo, en la empresa aseguran que no quieren competir con las tarjetas locales.

El plástico de C&A, en cambio, es cerrado pero ofrece además de la compra diferida o a crédito en el mismo comercio, préstamos en efectivo, obsequios y otras ventajas adicionales. Ambas aspiran a mantener un cliente satisfecho, incrementar las ventajas y la llegada al público.

Esta nota es parte de una investigación realizada por Laura Mémoli que, con el título de Canales de distribución. Servicios, precios y marcas propias, aparece en la edición de abril de 2000 de MERCADO CUYO, en la página 39.

Se puede leer en www.mercado.com.ar (cliquear en MERCADO CUYO).

Hasta hace algunos años, los estudios de mercado concluían que los argentinos, y los cuyanos en particular, eran esencialmente marquistas. Esto es, tradicionalistas y conservadores a la hora de probar nuevos productos, y más si no estaban apoyados por un nombre importante.

La situación se reflejaba en la poca rotación que existía a la hora de elegir marcas, sobre todo en el sector masculino.

Sin embargo, las fuentes consultadas coinciden en que los consumidores, en Cuyo, buscan cada vez más pagar un precio razonable por los productos que compran. “Frente a calidades similares, el público descubre nuestras marcas y las reclama en cada visita a la tienda”, dice Eduardo Cuni, de Falabella.

“Aunque al principio las etiquetas conocidas nos servían como atracción, hoy el cliente sabe qué va a encontrar en nuestras marcas”, aduce Cuni. Para Battaglia, de C&A, las perspectivas en el ingreso al mercado mendocino eran bajas. Sin embargo, él le daba un crédito importante a este nuevo cliente.

“El mendocino no defraudó más expectativas. El grado de aceptación que tuvimos fue tan fuerte que no nos hizo falta utilizar marcas conocidas como gancho, se entusiasma Battaglia.

Otro elemento de conquista es la tarjeta de crédito cerrada. Tanto C&A como CMR Falabella tienen una agresiva política de captación de clientes. Esta última es una tarjeta semiabierta, que en San Juan cuenta con la adhesión de 43 comercios. Sin embargo, en la empresa aseguran que no quieren competir con las tarjetas locales.

El plástico de C&A, en cambio, es cerrado pero ofrece además de la compra diferida o a crédito en el mismo comercio, préstamos en efectivo, obsequios y otras ventajas adicionales. Ambas aspiran a mantener un cliente satisfecho, incrementar las ventajas y la llegada al público.

Esta nota es parte de una investigación realizada por Laura Mémoli que, con el título de Canales de distribución. Servicios, precios y marcas propias, aparece en la edición de abril de 2000 de MERCADO CUYO, en la página 39.

Se puede leer en www.mercado.com.ar (cliquear en MERCADO CUYO).

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