Claves para un liderazgo efectivo

Juan Javier Alvarez, autor de este artículo, publica trabajos sobre el tema en los más importantes medios de habla hispana y acaba de publicar el libro “Cómo desarrollar un liderazgo superior”.

26 marzo, 2007

Existe una enorme diferencia entre ser líder (lo que requieren las
organizaciones modernas) y ser un simple jefe que se limita a cumplir directivas
superiores y buscar que su personal haga lo requerido. El líder es alguien
respetado, admirado y seguido por su equipo de colaboradores. Él construye
las mejores condiciones para que la empresa avance, dando siempre el ejemplo,
diagramando y poniendo en práctica proyectos de cabo a rabo. Él
sabe interpretar lo que pasa dentro y fuera de la empresa, y logra, merced a
su dinamismo, visión emprendedora y enorme capacidad de gestión,
tornar sumamente competitiva a su compañía. Por eso el verdadero
liderazgo está tan solicitado en el mundo de negocios moderno. Analicemos,
entonces, lo que distingue al líder.

CREA EL FUTURO
No espera que las oportunidades llamen a su puerta; él las genera, si
es necesario. Está acostumbrado a luchar por las cosas que quiere, y
sabe que del fruto de su esfuerzo y tesón surgirán logros que,
tarde o temprano, se convertirán en realidad.

PROMUEVE Y ENCAUZA LOS CAMBIOS EN LA EMPRESA
Está pendiente de los indicadores del cambio, sea porque internamente
algo debe ser modificado, o porque la situación externa precisa dicho
cambio. Pero no sólo lo sugiere, ni lo bosqueja; se pone a la cabeza
para llevarle adelante con éxito. Realiza todas las tareas que van desde
convencer al resto de la necesidad de cambiar, hasta instrumentarlo efectivamente
y seguir con detenimiento su evolución.

ES CARISMÁTICO. DESARROLLA LA EMPATÍA
Sociable, buen comunicador y carismático, el líder se compenetra
emocionalmente con los demás, adaptándose a sus interlocutores
en el modo y forma en que prefieren ser tratados. Valora y respeta las opiniones
y los sentimientos ajenos, a la par de promover un diálogo abierto y
sincero.

SABE DELEGAR RESPONSABILIDADES
Estimula el crecimiento de sus colaboradores, y cuando los ve preparados, delega
funciones en ellos sin temor ni falta de confianza en las decisiones que tomen.
Les ayuda en temas menores, pero hasta cierto punto, de manera que no pierdan
la capacidad de volar solos.

INCENTIVA EN SUS COLABORADORES LA CONFIANZA EN SÍ MISMOS
Si alguien piensa que no puede lograr algo, de seguro no lo hará. Si
un grupo carece de la suficiente autoconfianza en su capacidad para alcanzar
un determinado objetivo, toda formación, experiencia o destreza particular
que ostente le servirá de muy poco, pues de seguro fracasará.
Por ello, el líder estimula en su grupo el sentimiento de pisar firme,
pero además hace partícipe a cada uno de sus miembros de la convicción
que serán ellos y solos ellos quienes produzcan, con su trabajo cotidiano,
el futuro posible.

PUEDE, DE HECHO, LIDERAR OTRAS ÁREAS
Por sus habilidades directivas, puede perfectamente desempeñarse con
éxito en áreas distintas. Si bien deberá aprender los pormenores
de procesos y funciones que hasta ahora no conoce, su capacidad de gerenciar
le brindará las herramientas esenciales para llevar adelante al nuevo
sector.

ORGANIZA EFICIENTES EQUIPOS DE TRABAJO
Instrumenta objetivos claros y expone los mecanismos de evaluación y
control que se utilizarán. Compara con el grupo las desviaciones entre
lo real y lo estimado, y juntos analizan e implementan las soluciones pertinentes.
Hace que el trabajo sea estimulante para cada colaborador. Abre paso a toda
iniciativa. Promueve el aporte de ideas que hagan crecer el proyecto manejado
por el grupo. Brinda reconocimiento público a la labor, y alienta a cada
integrante a que se supere, otorgándole la posibilidad de capacitarse
y asumir mayores responsabilidades. A la hora de dar el ejemplo, está
siempre a la cabeza.

SABE DESTACAR Y RECOMPENSAR LOS LOGROS DE SUS COLABORADORES
Si es necesario, concibe nuevas formas de recompensar el aporte y desempeño
de su grupo. No le pasa por alto que detrás de la concreción de
un objetivo ambicioso hay muchas horas de sacrificio y entrega del grupo, y
de ciertos miembros en particular. Por ello, y en la medida que puede, intenta
que la gratificación sea significativa para el colaborador.

ES TOLERANTE CON LOS ERRORES AJENOS
Ha aprendido que lo importante es mejorar el desempeño, y que esta mejora
se sustenta muchas veces en cometer errores y aprender de ellos. De hecho, da
ejemplo de sus propios errores. Sabe que una crítica destructiva sólo
hará que la persona tenga miedo de equivocarse, se paralice y pierda
su confianza. Por ello, no critica, sino ayuda a mejorar. Estimula a seguir
avanzando con mejores herramientas.

CAMBIA LAS REGLAS DE JUEGO CUANDO CONSIDERA QUE YA NO SON ÚTILES
Si la situación no puede resolverse con el actual esquema de reglas (sean
éstas mentales o de tradición empresarial, por ejemplo) no teme
romperlas y cambiarlas para lograr hacer frente al nuevo escenario. Entiende
que a veces hay que construir nuevos caminos, sobre todo cuando los existentes
nos alejan demasiado de nuestro destino.

ES FLEXIBLE, ADAPTATIVO Y CAMBIANTE, INCLUSO CON SU FORMA DE VER LAS COSAS
Conservando sus principios, sustentados sobre bases éticas, no teme cuestionar
su propia manera de encarar los negocios, de cambiarla si es necesario, y siempre
está dispuesto a aprender, a desarrollar nuevas habilidades y a poseer
una visión multidisciplinaria.

COLABORA EFECTIVAMENTE CON OTROS LÍDERES
Integra un equipo directivo donde prima la capacidad e idoneidad para resolver
problemas, no los cargos y ambiciones personales de cada uno. Entre todos, buscan
aprovechar las sinergias que se producen, porque saben que varias cabezas piensan
más y mejor que una sola. Bajo un plan definido, brindan valiosas soluciones
y mejoras a la compañía.

CONTRATA EXCELENTES PROFESIONALES, INCLUSO CON MEJOR FORMACIÓN QUE LA
SUYA, Y NO TEME A ESTO
Sabe perfectamente que no puede ser el mejor en todo; de hecho, estimula a sus
colaboradores a que le superen en formación. No busca destacar por sus
títulos; busca ser el mejor gerente. Sus habilidades pasan por otro lado.
Por eso, contrata y se rodea de excelentes profesionales, capaces de asumir
proyectos ambiciosos y brindar un alto valor agregado a la empresa.

ES SEGUIDO POR SU EJEMPLO, VALORES PERSONALES Y LA CONFIANZA QUE PONE EN SUS
OBJETIVOS, LO QUE MOTIVA Y ESTIMULA AL GRUPO
El líder no obliga a nadie a que le siga, ni que lo tome como modelo.
El líder hace, da el ejemplo, influye positivamente y es seguido por
sus enormes valores, tanto personales como profesionales. Pero no por ello corta
las alas a sus subordinados, o se rodea sólo de obsecuentes. Nada de
eso. Estimula el disenso y la crítica productiva que conlleva una mejora
de las cosas, es humano y solidario, y es por ello que es preferido a cualquier
jefe a la antigua. Brinda libertad y se limita a dirigir la mirada hacia el
camino, hacia donde se debe llegar. Él irá primero, y acompañará
activamente a su grupo.

REDUCE TODO A LO ESENCIAL. NO MUERE EN UN MAR DE DETALLES Y POSIBLES COMPLICACIONES
Sabe mirar la esencia de las cosas. Ataca el nudo del problema. No se distrae
con los detalles o posibles dificultades para llegar a la meta, ni tampoco permite
que le desmoralicen y aparten de su objetivo. “La vida es simple, y son
los hombres quienes la complican”, sería su frase preferida.

ASUME RIESGOS CONTROLADOS Y ACTÚA
No se queda en proyectos e ideas; busca llevarlos a la práctica. Todo
involucra cierto riesgo y él lo sabe. Pero cuando está mayormente
seguro, luego de establecer las medidas para prevenir y acotar posibles contingencias,
avanza directamente hacia el objetivo. ¿Que surgen otros problemas en
el camino? Es lógico que así sea, pero él confía
en su capacidad de trabajo y resolución, y en el profesionalismo de sus
colaboradores. De seguro les resolverán.

12 SUGERENCIAS PARA MEJORAR SU LIDERAZGO

1) Desarrolle una poderosa fuerza de voluntad
El secreto para lograr las cosas en la vida pasa, muchas veces, por una férrea
voluntad. Una gota de agua que cae sobre la poderosa roca puede, humildemente
y con tesón, perforar totalmente la piedra. Sea entonces como el agua,
dúctil, renovada y tenaz, sobre todo tenaz. Nuestra voluntad marca la
diferencia entre llegar a la meta, o desanimarnos y desistir. Es la poderosa
palanca que mueve nuestro universo. Acrecentarla día a día, en
cada acto cotidiano, constituye la mejor inversión.

2) Busque potenciar las fortalezas y subsanar los defectos
Sufrir por lo que carecemos, en vez de ver nuestras fortalezas (y todo lo que
podríamos generar con ellas), sólo nos llevará a la inacción.
Todos tenemos puntos fuertes y débiles; potenciemos entonces los primeros
y corrijamos los segundos. Apoyémonos en lo que hacemos mejor, buscando
oportunidades para aprovechar nuestras fortalezas. Porque en ese ámbito
usted puede dar lo mejor de sí. Además, es lo que le gusta hacer,
y para lo que está en mejor forma. Resta un consejo: en ese área
en donde usted es muy bueno, evite caer en las garras de otro enemigo poderoso
y también paralizante. ¿Adivina cuál es? Es el excesivo
perfeccionismo. Muchas veces, en la idea de no lograr el ansiado nivel, se dejan
de hacer cosas al considerarse que saldrán demasiado imperfectas. Ni
lo uno, ni lo otro.

3) Festeje sus triunfos y aprenda de sus errores
Los éxitos constituyen un poderoso estímulo, cierto es. Pero de
los errores se aprende, y mucho, si les tomamos como escalones necesarios para
ascender a la meta. Aquí no cabe la soberbia, el amor propio herido,
y mucho menos la negación. Hay que aceptar las fallas, preguntándonos
qué pasó. ¿Plazos muy ajustados? (¿Por qué
se aceptó de esa manera? ¿Qué otras alternativas de reducción
de tiempos no se instrumentaron?) Luego, convocar a todos aquellos que puedan
brindar solución, ideas e iniciativas para mejorar, a reuniones especiales,
y trabajar sobre el problema.

4) Conviva con la incertidumbre
En el contexto actual, los cambios se suceden vertiginosamente. Se acabó
la antigua seguridad que se tenía en décadas pasadas, donde no
se producían modificaciones sustanciales hasta pasado cierto tiempo,
y éstas eran, dentro de todo, predecibles. Terminó la renovación
de productos por otros más grandes o con alguna prestación adicional,
para dar paso al tiempo de la Innovación Total. Aparecieron escenarios
(como Internet, por ejemplo) que modificaron ciento por ciento la concepción
de los negocios, que pasaron de ser locales a globales, utilizando comunicaciones
instantáneas de muy bajo coste. Y a su vez, esto aceleró la producción
de numerosos cambios asociados.
En este ámbito, muchas veces se debe convivir con la incertidumbre. Pero
esta incertidumbre es relativa, en tanto y en cuanto podamos afrontarla con
estudios y análisis de tendencias, un poderoso know-how e instalaciones
reutilizables para proyectos diferentes, un equipo profesional altamente motivado
y eficiente, y sobre todo, nuestra mirada siempre puesta en lo que precisa el
cliente, para anticiparnos a ello antes que la competencia.

5) Aprenda a ver oportunidades en momentos de crisis
¿Crisis… u oportunidad? Depende en buena medida de nosotros. En toda
crisis surgen nuevas facetas para explotar, sea en el propio país donde
esté asentada la empresa, o bien mirando al extrajero para, por ejemplo,
exportar u otorgar franquicias o licencias.
Lo importante de todo esto es nuestra actitud hacia la crisis. Es evitar verla
como el derrumbe de todo lo que hemos construido, para considerarla directamente
como una excelente oportunidad para replantear nuestro negocio, no sólo
de cara a su subsistencia regional, sino a su consiguiente crecimiento.

6) Confíe en sí mismo, y no dude de sus posibilidades y aptitudes
Quien a cada paso se cuestiona sus actos, duda de sí mismo y no confía
plenamente en sus cualidades, lleva consigo el peor demonio de cara a su vida
profesional y personal. Porque esta falta de confianza le impedirá desarrollarse
y potenciar sus dotes. Por ello, no importa en qué contexto estemos,
o qué crisis nos toque pasar; nuestra confianza y seguridad deben ser
valores inamovibles, sobre los que podamos sustentar todo proyecto presente
y futuro.

7) Tenga un fuerte espíritu comercial
Condición primordial en todo buen directivo. Busque nuevas posibilidades
de negocio, sea expandiendo su gama de productos, accediendo a nuevos mercados
o explotando posibilidades generadas en determinados contextos que sean rentables.
No tema vender, pues es una de las facetas necesarias en su actividad.

8) Sea una persona organizada
Planificar constantemente es un requisito esencial. No se elabora un Plan de
Negocios sólo al inicio de la empresa, o cuando se debe presentar ante
un posible inversor; se planifica siempre. Debe hacerse tiempo para ello. Pero
además, sea metódico y ordenado.

9) Oriéntese a la concreción de objetivos debidamente cuantificados
No diga “debo vender más”, pues eso no constituye un objetivo;
a lo sumo, es una expresión de deseo. Cuantifique y ponga plazo a cada
objetivo. Por ejemplo, diga “debo vender un 20% más, de aquí
a seis meses”. Toda acción debe buscar la concreción de un
objetivo determinado, porque si no es así, puede caerse en el peligro
de ir hacia ninguna parte.

10) No trabaje en exceso, sino eficientemente
Quien requiere de más horas para concretar una tarea demuestra que algo
falla en su concepción del trabajo. O pierde el tiempo (por falta de
método u organización), o privilegia tareas que no son ni urgentes
ni tampoco importantes. Nunca crea que llevarse trabajo a su casa es signo de
extrema productividad; muy por el contrario, esto demuestra que no ha administrado
bien su tiempo en la oficina.

11) Aprenda y mejore a través de la formación continua
Capacitarse y estar al día son requisitos indispensables para actuar
en el cambiante mundo de los negocios. Pero esto no debe relegarlo a la formación
que pague o promueva su empresa; usted debe preocuparse por su cuenta. Suscríbase
a revistas de su especialidad, y asista a cuanto curso le resulte provechoso.
Utilice Internet, a través del E-Learning. Amplíe sus horizontes,
porque hoy en día hacen falta perfiles generalistas que puedan adaptarse
y navegar en diferentes industrias, y por ello los conocimientos de distintas
especialidades (aún de manera somera) le resultarán muy útiles.
No se conforme con su disciplina.

12) Posea una visión optimista de las cosas
Dos profesionales técnicamente similares, con idénticas posibilidades,
pueden, a lo largo de su vida laboral, obtener resultados totalmente opuestos.
Mientras uno busca siempre cómo amoldarse mejor a las circunstancias
y aprovechar cuanta oportunidad se presenta, el otro se debate en una madeja
de supuestas dificultades, viendo oscuridad donde tal vez sólo falte
un poco más de luz. La manera de ver las cosas de cada uno influirá
en los resultados finales; el optimista luchará siempre con renovados
bríos por lograr su objetivo, y si debe amoldarse a circunstancias negativas,
lo tomará como una excelente posibilidad para explotar nuevas facetas
hasta ahora dormidas; pero el pesimista se quedará siempre mirando la
vida pasar frente a su ventana, criticando lo mal que van las cosas (las suyas)
aunque el resto avance.

Hasta aquí, estas 12 sugerencias para ayudarle en su liderazgo. Si
desea ampliar el tema, puede consultar mi libro “Cómo desarrollar
un liderazgo superior” (www.lulu.com/content/677230)
Por Juan Javier Alvarez
Director de liderazgosuperior.com

Existe una enorme diferencia entre ser líder (lo que requieren las
organizaciones modernas) y ser un simple jefe que se limita a cumplir directivas
superiores y buscar que su personal haga lo requerido. El líder es alguien
respetado, admirado y seguido por su equipo de colaboradores. Él construye
las mejores condiciones para que la empresa avance, dando siempre el ejemplo,
diagramando y poniendo en práctica proyectos de cabo a rabo. Él
sabe interpretar lo que pasa dentro y fuera de la empresa, y logra, merced a
su dinamismo, visión emprendedora y enorme capacidad de gestión,
tornar sumamente competitiva a su compañía. Por eso el verdadero
liderazgo está tan solicitado en el mundo de negocios moderno. Analicemos,
entonces, lo que distingue al líder.

CREA EL FUTURO
No espera que las oportunidades llamen a su puerta; él las genera, si
es necesario. Está acostumbrado a luchar por las cosas que quiere, y
sabe que del fruto de su esfuerzo y tesón surgirán logros que,
tarde o temprano, se convertirán en realidad.

PROMUEVE Y ENCAUZA LOS CAMBIOS EN LA EMPRESA
Está pendiente de los indicadores del cambio, sea porque internamente
algo debe ser modificado, o porque la situación externa precisa dicho
cambio. Pero no sólo lo sugiere, ni lo bosqueja; se pone a la cabeza
para llevarle adelante con éxito. Realiza todas las tareas que van desde
convencer al resto de la necesidad de cambiar, hasta instrumentarlo efectivamente
y seguir con detenimiento su evolución.

ES CARISMÁTICO. DESARROLLA LA EMPATÍA
Sociable, buen comunicador y carismático, el líder se compenetra
emocionalmente con los demás, adaptándose a sus interlocutores
en el modo y forma en que prefieren ser tratados. Valora y respeta las opiniones
y los sentimientos ajenos, a la par de promover un diálogo abierto y
sincero.

SABE DELEGAR RESPONSABILIDADES
Estimula el crecimiento de sus colaboradores, y cuando los ve preparados, delega
funciones en ellos sin temor ni falta de confianza en las decisiones que tomen.
Les ayuda en temas menores, pero hasta cierto punto, de manera que no pierdan
la capacidad de volar solos.

INCENTIVA EN SUS COLABORADORES LA CONFIANZA EN SÍ MISMOS
Si alguien piensa que no puede lograr algo, de seguro no lo hará. Si
un grupo carece de la suficiente autoconfianza en su capacidad para alcanzar
un determinado objetivo, toda formación, experiencia o destreza particular
que ostente le servirá de muy poco, pues de seguro fracasará.
Por ello, el líder estimula en su grupo el sentimiento de pisar firme,
pero además hace partícipe a cada uno de sus miembros de la convicción
que serán ellos y solos ellos quienes produzcan, con su trabajo cotidiano,
el futuro posible.

PUEDE, DE HECHO, LIDERAR OTRAS ÁREAS
Por sus habilidades directivas, puede perfectamente desempeñarse con
éxito en áreas distintas. Si bien deberá aprender los pormenores
de procesos y funciones que hasta ahora no conoce, su capacidad de gerenciar
le brindará las herramientas esenciales para llevar adelante al nuevo
sector.

ORGANIZA EFICIENTES EQUIPOS DE TRABAJO
Instrumenta objetivos claros y expone los mecanismos de evaluación y
control que se utilizarán. Compara con el grupo las desviaciones entre
lo real y lo estimado, y juntos analizan e implementan las soluciones pertinentes.
Hace que el trabajo sea estimulante para cada colaborador. Abre paso a toda
iniciativa. Promueve el aporte de ideas que hagan crecer el proyecto manejado
por el grupo. Brinda reconocimiento público a la labor, y alienta a cada
integrante a que se supere, otorgándole la posibilidad de capacitarse
y asumir mayores responsabilidades. A la hora de dar el ejemplo, está
siempre a la cabeza.

SABE DESTACAR Y RECOMPENSAR LOS LOGROS DE SUS COLABORADORES
Si es necesario, concibe nuevas formas de recompensar el aporte y desempeño
de su grupo. No le pasa por alto que detrás de la concreción de
un objetivo ambicioso hay muchas horas de sacrificio y entrega del grupo, y
de ciertos miembros en particular. Por ello, y en la medida que puede, intenta
que la gratificación sea significativa para el colaborador.

ES TOLERANTE CON LOS ERRORES AJENOS
Ha aprendido que lo importante es mejorar el desempeño, y que esta mejora
se sustenta muchas veces en cometer errores y aprender de ellos. De hecho, da
ejemplo de sus propios errores. Sabe que una crítica destructiva sólo
hará que la persona tenga miedo de equivocarse, se paralice y pierda
su confianza. Por ello, no critica, sino ayuda a mejorar. Estimula a seguir
avanzando con mejores herramientas.

CAMBIA LAS REGLAS DE JUEGO CUANDO CONSIDERA QUE YA NO SON ÚTILES
Si la situación no puede resolverse con el actual esquema de reglas (sean
éstas mentales o de tradición empresarial, por ejemplo) no teme
romperlas y cambiarlas para lograr hacer frente al nuevo escenario. Entiende
que a veces hay que construir nuevos caminos, sobre todo cuando los existentes
nos alejan demasiado de nuestro destino.

ES FLEXIBLE, ADAPTATIVO Y CAMBIANTE, INCLUSO CON SU FORMA DE VER LAS COSAS
Conservando sus principios, sustentados sobre bases éticas, no teme cuestionar
su propia manera de encarar los negocios, de cambiarla si es necesario, y siempre
está dispuesto a aprender, a desarrollar nuevas habilidades y a poseer
una visión multidisciplinaria.

COLABORA EFECTIVAMENTE CON OTROS LÍDERES
Integra un equipo directivo donde prima la capacidad e idoneidad para resolver
problemas, no los cargos y ambiciones personales de cada uno. Entre todos, buscan
aprovechar las sinergias que se producen, porque saben que varias cabezas piensan
más y mejor que una sola. Bajo un plan definido, brindan valiosas soluciones
y mejoras a la compañía.

CONTRATA EXCELENTES PROFESIONALES, INCLUSO CON MEJOR FORMACIÓN QUE LA
SUYA, Y NO TEME A ESTO
Sabe perfectamente que no puede ser el mejor en todo; de hecho, estimula a sus
colaboradores a que le superen en formación. No busca destacar por sus
títulos; busca ser el mejor gerente. Sus habilidades pasan por otro lado.
Por eso, contrata y se rodea de excelentes profesionales, capaces de asumir
proyectos ambiciosos y brindar un alto valor agregado a la empresa.

ES SEGUIDO POR SU EJEMPLO, VALORES PERSONALES Y LA CONFIANZA QUE PONE EN SUS
OBJETIVOS, LO QUE MOTIVA Y ESTIMULA AL GRUPO
El líder no obliga a nadie a que le siga, ni que lo tome como modelo.
El líder hace, da el ejemplo, influye positivamente y es seguido por
sus enormes valores, tanto personales como profesionales. Pero no por ello corta
las alas a sus subordinados, o se rodea sólo de obsecuentes. Nada de
eso. Estimula el disenso y la crítica productiva que conlleva una mejora
de las cosas, es humano y solidario, y es por ello que es preferido a cualquier
jefe a la antigua. Brinda libertad y se limita a dirigir la mirada hacia el
camino, hacia donde se debe llegar. Él irá primero, y acompañará
activamente a su grupo.

REDUCE TODO A LO ESENCIAL. NO MUERE EN UN MAR DE DETALLES Y POSIBLES COMPLICACIONES
Sabe mirar la esencia de las cosas. Ataca el nudo del problema. No se distrae
con los detalles o posibles dificultades para llegar a la meta, ni tampoco permite
que le desmoralicen y aparten de su objetivo. “La vida es simple, y son
los hombres quienes la complican”, sería su frase preferida.

ASUME RIESGOS CONTROLADOS Y ACTÚA
No se queda en proyectos e ideas; busca llevarlos a la práctica. Todo
involucra cierto riesgo y él lo sabe. Pero cuando está mayormente
seguro, luego de establecer las medidas para prevenir y acotar posibles contingencias,
avanza directamente hacia el objetivo. ¿Que surgen otros problemas en
el camino? Es lógico que así sea, pero él confía
en su capacidad de trabajo y resolución, y en el profesionalismo de sus
colaboradores. De seguro les resolverán.

12 SUGERENCIAS PARA MEJORAR SU LIDERAZGO

1) Desarrolle una poderosa fuerza de voluntad
El secreto para lograr las cosas en la vida pasa, muchas veces, por una férrea
voluntad. Una gota de agua que cae sobre la poderosa roca puede, humildemente
y con tesón, perforar totalmente la piedra. Sea entonces como el agua,
dúctil, renovada y tenaz, sobre todo tenaz. Nuestra voluntad marca la
diferencia entre llegar a la meta, o desanimarnos y desistir. Es la poderosa
palanca que mueve nuestro universo. Acrecentarla día a día, en
cada acto cotidiano, constituye la mejor inversión.

2) Busque potenciar las fortalezas y subsanar los defectos
Sufrir por lo que carecemos, en vez de ver nuestras fortalezas (y todo lo que
podríamos generar con ellas), sólo nos llevará a la inacción.
Todos tenemos puntos fuertes y débiles; potenciemos entonces los primeros
y corrijamos los segundos. Apoyémonos en lo que hacemos mejor, buscando
oportunidades para aprovechar nuestras fortalezas. Porque en ese ámbito
usted puede dar lo mejor de sí. Además, es lo que le gusta hacer,
y para lo que está en mejor forma. Resta un consejo: en ese área
en donde usted es muy bueno, evite caer en las garras de otro enemigo poderoso
y también paralizante. ¿Adivina cuál es? Es el excesivo
perfeccionismo. Muchas veces, en la idea de no lograr el ansiado nivel, se dejan
de hacer cosas al considerarse que saldrán demasiado imperfectas. Ni
lo uno, ni lo otro.

3) Festeje sus triunfos y aprenda de sus errores
Los éxitos constituyen un poderoso estímulo, cierto es. Pero de
los errores se aprende, y mucho, si les tomamos como escalones necesarios para
ascender a la meta. Aquí no cabe la soberbia, el amor propio herido,
y mucho menos la negación. Hay que aceptar las fallas, preguntándonos
qué pasó. ¿Plazos muy ajustados? (¿Por qué
se aceptó de esa manera? ¿Qué otras alternativas de reducción
de tiempos no se instrumentaron?) Luego, convocar a todos aquellos que puedan
brindar solución, ideas e iniciativas para mejorar, a reuniones especiales,
y trabajar sobre el problema.

4) Conviva con la incertidumbre
En el contexto actual, los cambios se suceden vertiginosamente. Se acabó
la antigua seguridad que se tenía en décadas pasadas, donde no
se producían modificaciones sustanciales hasta pasado cierto tiempo,
y éstas eran, dentro de todo, predecibles. Terminó la renovación
de productos por otros más grandes o con alguna prestación adicional,
para dar paso al tiempo de la Innovación Total. Aparecieron escenarios
(como Internet, por ejemplo) que modificaron ciento por ciento la concepción
de los negocios, que pasaron de ser locales a globales, utilizando comunicaciones
instantáneas de muy bajo coste. Y a su vez, esto aceleró la producción
de numerosos cambios asociados.
En este ámbito, muchas veces se debe convivir con la incertidumbre. Pero
esta incertidumbre es relativa, en tanto y en cuanto podamos afrontarla con
estudios y análisis de tendencias, un poderoso know-how e instalaciones
reutilizables para proyectos diferentes, un equipo profesional altamente motivado
y eficiente, y sobre todo, nuestra mirada siempre puesta en lo que precisa el
cliente, para anticiparnos a ello antes que la competencia.

5) Aprenda a ver oportunidades en momentos de crisis
¿Crisis… u oportunidad? Depende en buena medida de nosotros. En toda
crisis surgen nuevas facetas para explotar, sea en el propio país donde
esté asentada la empresa, o bien mirando al extrajero para, por ejemplo,
exportar u otorgar franquicias o licencias.
Lo importante de todo esto es nuestra actitud hacia la crisis. Es evitar verla
como el derrumbe de todo lo que hemos construido, para considerarla directamente
como una excelente oportunidad para replantear nuestro negocio, no sólo
de cara a su subsistencia regional, sino a su consiguiente crecimiento.

6) Confíe en sí mismo, y no dude de sus posibilidades y aptitudes
Quien a cada paso se cuestiona sus actos, duda de sí mismo y no confía
plenamente en sus cualidades, lleva consigo el peor demonio de cara a su vida
profesional y personal. Porque esta falta de confianza le impedirá desarrollarse
y potenciar sus dotes. Por ello, no importa en qué contexto estemos,
o qué crisis nos toque pasar; nuestra confianza y seguridad deben ser
valores inamovibles, sobre los que podamos sustentar todo proyecto presente
y futuro.

7) Tenga un fuerte espíritu comercial
Condición primordial en todo buen directivo. Busque nuevas posibilidades
de negocio, sea expandiendo su gama de productos, accediendo a nuevos mercados
o explotando posibilidades generadas en determinados contextos que sean rentables.
No tema vender, pues es una de las facetas necesarias en su actividad.

8) Sea una persona organizada
Planificar constantemente es un requisito esencial. No se elabora un Plan de
Negocios sólo al inicio de la empresa, o cuando se debe presentar ante
un posible inversor; se planifica siempre. Debe hacerse tiempo para ello. Pero
además, sea metódico y ordenado.

9) Oriéntese a la concreción de objetivos debidamente cuantificados
No diga “debo vender más”, pues eso no constituye un objetivo;
a lo sumo, es una expresión de deseo. Cuantifique y ponga plazo a cada
objetivo. Por ejemplo, diga “debo vender un 20% más, de aquí
a seis meses”. Toda acción debe buscar la concreción de un
objetivo determinado, porque si no es así, puede caerse en el peligro
de ir hacia ninguna parte.

10) No trabaje en exceso, sino eficientemente
Quien requiere de más horas para concretar una tarea demuestra que algo
falla en su concepción del trabajo. O pierde el tiempo (por falta de
método u organización), o privilegia tareas que no son ni urgentes
ni tampoco importantes. Nunca crea que llevarse trabajo a su casa es signo de
extrema productividad; muy por el contrario, esto demuestra que no ha administrado
bien su tiempo en la oficina.

11) Aprenda y mejore a través de la formación continua
Capacitarse y estar al día son requisitos indispensables para actuar
en el cambiante mundo de los negocios. Pero esto no debe relegarlo a la formación
que pague o promueva su empresa; usted debe preocuparse por su cuenta. Suscríbase
a revistas de su especialidad, y asista a cuanto curso le resulte provechoso.
Utilice Internet, a través del E-Learning. Amplíe sus horizontes,
porque hoy en día hacen falta perfiles generalistas que puedan adaptarse
y navegar en diferentes industrias, y por ello los conocimientos de distintas
especialidades (aún de manera somera) le resultarán muy útiles.
No se conforme con su disciplina.

12) Posea una visión optimista de las cosas
Dos profesionales técnicamente similares, con idénticas posibilidades,
pueden, a lo largo de su vida laboral, obtener resultados totalmente opuestos.
Mientras uno busca siempre cómo amoldarse mejor a las circunstancias
y aprovechar cuanta oportunidad se presenta, el otro se debate en una madeja
de supuestas dificultades, viendo oscuridad donde tal vez sólo falte
un poco más de luz. La manera de ver las cosas de cada uno influirá
en los resultados finales; el optimista luchará siempre con renovados
bríos por lograr su objetivo, y si debe amoldarse a circunstancias negativas,
lo tomará como una excelente posibilidad para explotar nuevas facetas
hasta ahora dormidas; pero el pesimista se quedará siempre mirando la
vida pasar frente a su ventana, criticando lo mal que van las cosas (las suyas)
aunque el resto avance.

Hasta aquí, estas 12 sugerencias para ayudarle en su liderazgo. Si
desea ampliar el tema, puede consultar mi libro “Cómo desarrollar
un liderazgo superior” (www.lulu.com/content/677230)
Por Juan Javier Alvarez
Director de liderazgosuperior.com

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