Cinco características de un (una) gran CEO

En el afán de contar, en cualquier parte del mundo, con buenos líderes de empresas, proliferan los consejos y la identificación de características que definen a los buenos líderes. A continuación, cinco habilidades y algunos consejos.

30 enero, 2007

Capacidad de autoconocerse
Los grandes CEO son grandes líderes. Se conocen a sí mismos y saben
lo que significa tener ese cargo. La gente los busca para resolver problemas porque
los reconoce como personas justas e imparciales; respeta, además, sus opiniones
y solicita su consejo. Soportan las desilusiones con más dignidad que otros
y reconocen los logros de los demás. No entran a la oficina gritando lo
que necesitan. No les preocupan los títulos ni las estructuras de poder
sino el bienestar de todos los que trabajan en la compañía. Son
confiables porque siempre han sido honestos y se han ganado esa confianza. Se
preocupan por sus familias y saben que la gente es más importante que el
dinero, algo que demuestran cotidianamente con acciones. Finalmente, los grandes
CEO buscan la opinión de los demás. Quieren saber cómo los
ven para poderse comprenderse mejor y seguir creciendo como personas. También
quieren “feedback” sobre la compañía desde la perspectiva
del empleado y usan las encuestas como punto de partida para crear un diálogo
que mejore las cosas.

Abundancia de recursos
Parecen tener una energía inagotable. Llegan al trabajo con gran entusiasmo.
Hasta cuando no tienen ganas, encuentran la forma de recuperar energía.
Se cuidan mucho física y emocionalmente para estar en condiciones de ayudar
a los empleados y atender las necesidades de la compañía. Dan mucho
más de lo que piden. No abandonan la lucha. Si la pared es demasiado alta,
retroceden y buscan otro lugar para pasarla. Sin hacer acusaciones, buscan soluciones
a los problemas para que no vuelvan a ocurrir.

Coraje
El (la) CEO tiene uno de los trabajos más difíciles. Por más
arduo que haya sido fundar la compañía, más difícil
es mantenerla funcionando y creciendo. En todo momento debe decidir qué
está bien y qué está mal y actuar en consecuencia. Hace falta
coraje, por ejemplo, para despedir a un vendedor que tiene a su cargo la cuenta
más grande y rentable de la compañía si se descubre que esa
persona, manejando en estado de ebriedad, ha provocado un accidente. Habrá
muchas ocasiones en que el CEO se verá tentado a suavizar algún
episodio, que en realidad requiere tomar una medida decisiva , por las posibles
consecuencias o porque en ese momento la compañía tiene demasiados
problemas. Sin embargo, un directivo que no ejerce el suficiente juicio moral
perderá su integridad personal frente a todos sus empleados.

Voluntad para mostrarse en peligro
Un gran CEO no teme que lo vean en la mala y contesta las preguntas más
difíciles, esas que desea nunca se hagan realidad. Necesita un plan A y
un plan B destinado a contemplar el peor escenario posible. Este plan debe contemplar
temas tales como: ¿qué pasa si se produce una caída en todo
el negocio? ¿Qué pasa si las regulaciones estatales afectan mi negocio?
¿Qué pasa si perdemos un cliente que representa 50% de nuestras
ventas? Prepararse y preparar a la compañía para esas eventualidades
puede marcar la diferencia entre un año difícil o dos, y la quiebra.
Si usted está en la empresa durante 20 años, algunos de los peores
escenarios probablemente ocurran. La clave está en estar preparado y en
condiciones de actuar rápidamente para reducir la pérdida.

Visión a futuro
Parece que algunos CEO tienen una habilidad especial para predecir el futuro.
A veces es que tienen esa rara capacidad de entender los mercados en que operan,
y también que son ayudados por la suerte también puede tener un
papel. Además, están preparados para crear su propia suerte porque
cultivan la capacidad de ver oportunidades para su compañía y sellar
los acuerdos que convierten esas oportunidades en realidades. Algunas cosas que
desde afuera parecen una increíble visión de futuro son en realidad
resultado de mucho trabajo y disciplina para mirar constantemente hacia adelante
con el objeto de crear una compañía exitosa. Los grandes CEO también
deben desarrollar constantemente nuevos productos para crear y mantener una base
de clientes. Mirar hacia adelante también quiere decir capacidad para contratar
y retener a la gente adecuada, con miras al crecimiento de la compañía.
Finalmente, con el tiempo, cada empresa debe desarrollar una sólida fuente
de negocios para los tiempos económicos buenos y malos, porque seguramente
habrá malos tiempos durante la vida de una empresa.

Capacidad de autoconocerse
Los grandes CEO son grandes líderes. Se conocen a sí mismos y saben
lo que significa tener ese cargo. La gente los busca para resolver problemas porque
los reconoce como personas justas e imparciales; respeta, además, sus opiniones
y solicita su consejo. Soportan las desilusiones con más dignidad que otros
y reconocen los logros de los demás. No entran a la oficina gritando lo
que necesitan. No les preocupan los títulos ni las estructuras de poder
sino el bienestar de todos los que trabajan en la compañía. Son
confiables porque siempre han sido honestos y se han ganado esa confianza. Se
preocupan por sus familias y saben que la gente es más importante que el
dinero, algo que demuestran cotidianamente con acciones. Finalmente, los grandes
CEO buscan la opinión de los demás. Quieren saber cómo los
ven para poderse comprenderse mejor y seguir creciendo como personas. También
quieren “feedback” sobre la compañía desde la perspectiva
del empleado y usan las encuestas como punto de partida para crear un diálogo
que mejore las cosas.

Abundancia de recursos
Parecen tener una energía inagotable. Llegan al trabajo con gran entusiasmo.
Hasta cuando no tienen ganas, encuentran la forma de recuperar energía.
Se cuidan mucho física y emocionalmente para estar en condiciones de ayudar
a los empleados y atender las necesidades de la compañía. Dan mucho
más de lo que piden. No abandonan la lucha. Si la pared es demasiado alta,
retroceden y buscan otro lugar para pasarla. Sin hacer acusaciones, buscan soluciones
a los problemas para que no vuelvan a ocurrir.

Coraje
El (la) CEO tiene uno de los trabajos más difíciles. Por más
arduo que haya sido fundar la compañía, más difícil
es mantenerla funcionando y creciendo. En todo momento debe decidir qué
está bien y qué está mal y actuar en consecuencia. Hace falta
coraje, por ejemplo, para despedir a un vendedor que tiene a su cargo la cuenta
más grande y rentable de la compañía si se descubre que esa
persona, manejando en estado de ebriedad, ha provocado un accidente. Habrá
muchas ocasiones en que el CEO se verá tentado a suavizar algún
episodio, que en realidad requiere tomar una medida decisiva , por las posibles
consecuencias o porque en ese momento la compañía tiene demasiados
problemas. Sin embargo, un directivo que no ejerce el suficiente juicio moral
perderá su integridad personal frente a todos sus empleados.

Voluntad para mostrarse en peligro
Un gran CEO no teme que lo vean en la mala y contesta las preguntas más
difíciles, esas que desea nunca se hagan realidad. Necesita un plan A y
un plan B destinado a contemplar el peor escenario posible. Este plan debe contemplar
temas tales como: ¿qué pasa si se produce una caída en todo
el negocio? ¿Qué pasa si las regulaciones estatales afectan mi negocio?
¿Qué pasa si perdemos un cliente que representa 50% de nuestras
ventas? Prepararse y preparar a la compañía para esas eventualidades
puede marcar la diferencia entre un año difícil o dos, y la quiebra.
Si usted está en la empresa durante 20 años, algunos de los peores
escenarios probablemente ocurran. La clave está en estar preparado y en
condiciones de actuar rápidamente para reducir la pérdida.

Visión a futuro
Parece que algunos CEO tienen una habilidad especial para predecir el futuro.
A veces es que tienen esa rara capacidad de entender los mercados en que operan,
y también que son ayudados por la suerte también puede tener un
papel. Además, están preparados para crear su propia suerte porque
cultivan la capacidad de ver oportunidades para su compañía y sellar
los acuerdos que convierten esas oportunidades en realidades. Algunas cosas que
desde afuera parecen una increíble visión de futuro son en realidad
resultado de mucho trabajo y disciplina para mirar constantemente hacia adelante
con el objeto de crear una compañía exitosa. Los grandes CEO también
deben desarrollar constantemente nuevos productos para crear y mantener una base
de clientes. Mirar hacia adelante también quiere decir capacidad para contratar
y retener a la gente adecuada, con miras al crecimiento de la compañía.
Finalmente, con el tiempo, cada empresa debe desarrollar una sólida fuente
de negocios para los tiempos económicos buenos y malos, porque seguramente
habrá malos tiempos durante la vida de una empresa.

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