Chrysler saca avisos irritantes a propósito

Los avisos buscan la provocación. El público reacciona molesto y el gerente de marketing contesta: "Somos el más chiquito y tenemos que gritar bien fuerte para que nos oigan". Esto quiere decir: "necesitamos vender más".

28 enero, 2002

Los avisos que saca Chrysler estos días por televisión en Estados Unidos y Canadá resultan por lo menos extraños. A veces hasta irritantes, como el de los dos maridos de barrio residencial que planean un trueque de esposas. O el otro donde una madre bautiza los hijos según los lugares donde fueron concebidos, inclusive el asiento trasero de un Chrysler Caravan (y entonces el chico recibe de nombre “Backseat”).

Los avisos para camiones Dodge cuentan con fondo musical a cargo de Aerosmith y sus temas más duros. La lluvia de quejas y demás formas de rechazo por parte espectadores ofendidos no les mueve un pelo a los ejecutivos de la firma. “Somos el petiso que debe gritar algo más alto para que le lleven el apunte”, sintetiza James Schroer, gerente de marketing.

Quizá tengan que elevar aún más la voz, dicen algunos observadores de la industria. Quince meses después de que Daimler-Chrysler AG (aktiengesellschaft , S.A. en alemán, no “inc.”) se deshiciera de Dieter Zetsche –director de comercialización- para dar vuelta Chrysler, la división sigue tratando –en vano- de obtener ganancias.

En 2001, sufrió pérdidas operativas por US$ 2.100 millones, luego de ganar 473.400.000 en 2000. Ello debido a que los ingresos por venta cedieron 10,8%, a US$ 54.400 millones, según datos de David Moorcroft (Commerzbank AG)-

La matriz germana indica haber ganado en general casi US$1.100 millones sobre ingresos globales por $134.000 millones. Nicholas Lobaccaro (Lehman Brothers) calcula que la división Chrysler perderá US$ 1.000 millones este año, aunque Daimler-Chrysler gane en total 2.500 millones. El mismo analista cree que DC debiera reducir el reparto de dividendos para preservar el efectivo porque, a fines de 2001, tenía deudas por US$ 4.000 millones.

Chrysler estima que las ventas en EE-UU.-Canadá bajarán 9% este año, a15.500.000 unidades. En 2001, obtuvo 13,2% del mercado estadounidense, pero la meta fijada por Zetsche era 14,5%. Ya en diciembre, la empresa dejó de lado el compromiso de cerrar 2002 en equilibrio, lo cual pone el peligro el nivel de utilidades, proyectado en alrededor de US$ 5.000 millones El problema, ahora, es evaluar hasta qué punto la actual campaña de avisos –que cuenta con apoyo parcial entre las autoridades alemanas- promoverá ventas o, por el contrario, será otro episodio en la historia de la publicidad.

Los avisos que saca Chrysler estos días por televisión en Estados Unidos y Canadá resultan por lo menos extraños. A veces hasta irritantes, como el de los dos maridos de barrio residencial que planean un trueque de esposas. O el otro donde una madre bautiza los hijos según los lugares donde fueron concebidos, inclusive el asiento trasero de un Chrysler Caravan (y entonces el chico recibe de nombre “Backseat”).

Los avisos para camiones Dodge cuentan con fondo musical a cargo de Aerosmith y sus temas más duros. La lluvia de quejas y demás formas de rechazo por parte espectadores ofendidos no les mueve un pelo a los ejecutivos de la firma. “Somos el petiso que debe gritar algo más alto para que le lleven el apunte”, sintetiza James Schroer, gerente de marketing.

Quizá tengan que elevar aún más la voz, dicen algunos observadores de la industria. Quince meses después de que Daimler-Chrysler AG (aktiengesellschaft , S.A. en alemán, no “inc.”) se deshiciera de Dieter Zetsche –director de comercialización- para dar vuelta Chrysler, la división sigue tratando –en vano- de obtener ganancias.

En 2001, sufrió pérdidas operativas por US$ 2.100 millones, luego de ganar 473.400.000 en 2000. Ello debido a que los ingresos por venta cedieron 10,8%, a US$ 54.400 millones, según datos de David Moorcroft (Commerzbank AG)-

La matriz germana indica haber ganado en general casi US$1.100 millones sobre ingresos globales por $134.000 millones. Nicholas Lobaccaro (Lehman Brothers) calcula que la división Chrysler perderá US$ 1.000 millones este año, aunque Daimler-Chrysler gane en total 2.500 millones. El mismo analista cree que DC debiera reducir el reparto de dividendos para preservar el efectivo porque, a fines de 2001, tenía deudas por US$ 4.000 millones.

Chrysler estima que las ventas en EE-UU.-Canadá bajarán 9% este año, a15.500.000 unidades. En 2001, obtuvo 13,2% del mercado estadounidense, pero la meta fijada por Zetsche era 14,5%. Ya en diciembre, la empresa dejó de lado el compromiso de cerrar 2002 en equilibrio, lo cual pone el peligro el nivel de utilidades, proyectado en alrededor de US$ 5.000 millones El problema, ahora, es evaluar hasta qué punto la actual campaña de avisos –que cuenta con apoyo parcial entre las autoridades alemanas- promoverá ventas o, por el contrario, será otro episodio en la historia de la publicidad.

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