California le declara la guerra al spam y alarma a todo Estados Unidos

La nueva ley, según sus críticos, podría afectar a anunciantes, marketineros y publicaciones online. Desde el 1 de enero 2004 la legislación aplicará multas a quienes envíen mensajes sin que exista relación previa con el receptor.

20 octubre, 2003

El gran temor es que la ley extienda la responsabilidad a los anunciantes cuyos mensajes están contenidos en el e-mail. Tanto quien envía el e-mail como el anunciante podrían tener que pagar una multa de hasta US$ 1.000 por e-mail u hasta un millón por una campaña.

La violación se produciría cuando el e-mail es enviado a un receptor con quien el emisor no tiene relación previa. “Las condiciones son que exista relación no sólo con quien envía el mensaje sino también con el anunciante”, explica David Strauss, consejero postal de American Business Media.

Existe “relación”, según el documento, cuando alguien ha hecho una averiguación y ha proporcionado su dirección de e-mail, o ha hecho una “solicitud, compra o transacción” sobre los productos que ofrece el anunciante.

La medida californiana ha enviado señales de alarma a todo lo largo y ancho del país y será analizada en la próxima conferencia anual de la Direct Marketing Association. Un aspecto preocupante es la dificultad para decidir cuándo un e-mail es enviado a una dirección en California y, por lo tanto, entra en colisión con la ley estadual. “Si no se puede enviar un e-mail a California, tampoco se puede a ningún estado a menos que se tenga la dirección postal completa.

El gran temor es que la ley extienda la responsabilidad a los anunciantes cuyos mensajes están contenidos en el e-mail. Tanto quien envía el e-mail como el anunciante podrían tener que pagar una multa de hasta US$ 1.000 por e-mail u hasta un millón por una campaña.

La violación se produciría cuando el e-mail es enviado a un receptor con quien el emisor no tiene relación previa. “Las condiciones son que exista relación no sólo con quien envía el mensaje sino también con el anunciante”, explica David Strauss, consejero postal de American Business Media.

Existe “relación”, según el documento, cuando alguien ha hecho una averiguación y ha proporcionado su dirección de e-mail, o ha hecho una “solicitud, compra o transacción” sobre los productos que ofrece el anunciante.

La medida californiana ha enviado señales de alarma a todo lo largo y ancho del país y será analizada en la próxima conferencia anual de la Direct Marketing Association. Un aspecto preocupante es la dificultad para decidir cuándo un e-mail es enviado a una dirección en California y, por lo tanto, entra en colisión con la ley estadual. “Si no se puede enviar un e-mail a California, tampoco se puede a ningún estado a menos que se tenga la dirección postal completa.

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