Cada vez más mujeres emprendedoras

En la década que se inicia, casi la mitad de la fuerza laboral de Estados Unidos trabajará para empresas que pertenecen a mujeres. Las empresas de mujeres ocuparán un lugar de peso en cada sector económico.

8 noviembre, 2000

Una creciente cantidad de mujeres optará por dirigir su propia empresa y se despedirá del mundo corporativo.

El capital fluirá libremente una vez que los inversores comiencen a reconocer el enorme potencial.

Se utilizará la infraestructura necesaria para descubrir y apoyar a prometedoras empresarias femeninas.

Según la empresa de investigaciones VentureOne, con sede en San Francisco, las mujeres han iniciado el doble de negocios que los hombres, y sin embargo en el primer trimestre del año 2000 sólo recibieron 12,7% de los US$ 17.800 millones otorgados por los fondos de riesgo.

Las empresas que pertenecen a mujeres constituyen sólo 9% de todos los acuerdos de inversión institucional, indicó un informe titulado Women Entrepreneurs in the Equity Capital Markets: The New Frontier, llevado a cabo por la National Foundation for Women Business Owners (NFWBO) y patrocinado por el Wells Fargo Bank.

Plagado de inversores El hecho de que se destine tan poco dinero a las empresas que pertenecen a mujeres es sorprendente dado que las mujeres ahora poseen más de 9 millones de empresas, o sea 38% de todas las compañías estadounidenses.

Para 1999, estas empresas emplearon a más de 27 millones de trabajadores, cifra que en 1996 se ubicó en 6 millones.

Las ventas anuales treparon de US$ 2,3 billones en 1996 a US$ 3,6 billones en 1999.

¿Por qué la comunidad de inversores no ha reparado en las empresas que pertenecen a mujeres? Básicamente por falta de oportunidades.

Hoy en día, es más probable que el capital para estas empresas provenga de inversores informales o individuales, pero no de inversores institucionales.

NFWBO informa que casi tres cuartos de las propietarias de empresas reciben el capital inicial de un inversor ángel, generalmente familia o amigos.

En términos generales, las pocas mujeres que obtienen financiación de fuentes institucionales son propietarias de empresas más nuevas, relativamente jóvenes, cuentan con una formación académica muy buena y tienen experiencia en gerencia senior.

En otras palabras, tienen conocimiento y acceso a la misma red de asesores que sus pares masculinos; dos tercios de todas las propuestas comerciales que reciben una evaluación seria por parte de las empresas de capital de riesgo surgen de una persona con referencias, contactos.

Wells Fargo patrocinó el informe NFWBO con la mira puesta en ayudar a fomentar el crecimiento de las empresas en manos de mujeres a lo largo de todo el país.

Lanzada en 1999, el Women’s Technology Cluster es la primera incubadora de alta tecnología que se dedica exclusivamente a fomentar empresas que pertenecen a mujeres.

Hace cinco años, Sona Wang, una empresa de capitalistas de riesgo, con sede en Illinois, Chicago, co-fundó el primer fondo dirigido a mujeres, Inroads Capital Partners, el cual se ocupa de empresas dedicadas a la salud y la tecnología.

Hoy en día, afloran grupos de inversores ángeles destinados a financiar empresas de mujeres, incluyendo a Angel2Angel, un grupo nacional de Women Angels.Net, ubicado en Nueva York y Washington.

De acuerdo con esta tendencia, las propietarias de empresas ejercerán un efecto positivo en el debate sobre el famoso equilibro entre trabajo y familia dado que la mayoría hace malabares para compatibilizar las responsabilidades familiares y profesionales.

Aumentará la escasez de mujeres de nivel ejecutivo del Fortune 500 a medida que las mejores profesionales elijan iniciar emprendimientos propios.

Las mujeres que permanezcan en el lugar de trabajo recibirán el mismo entrenamiento, capacitación y estímulo que los hombres.

Una creciente cantidad de mujeres optará por dirigir su propia empresa y se despedirá del mundo corporativo.

El capital fluirá libremente una vez que los inversores comiencen a reconocer el enorme potencial.

Se utilizará la infraestructura necesaria para descubrir y apoyar a prometedoras empresarias femeninas.

Según la empresa de investigaciones VentureOne, con sede en San Francisco, las mujeres han iniciado el doble de negocios que los hombres, y sin embargo en el primer trimestre del año 2000 sólo recibieron 12,7% de los US$ 17.800 millones otorgados por los fondos de riesgo.

Las empresas que pertenecen a mujeres constituyen sólo 9% de todos los acuerdos de inversión institucional, indicó un informe titulado Women Entrepreneurs in the Equity Capital Markets: The New Frontier, llevado a cabo por la National Foundation for Women Business Owners (NFWBO) y patrocinado por el Wells Fargo Bank.

Plagado de inversores El hecho de que se destine tan poco dinero a las empresas que pertenecen a mujeres es sorprendente dado que las mujeres ahora poseen más de 9 millones de empresas, o sea 38% de todas las compañías estadounidenses.

Para 1999, estas empresas emplearon a más de 27 millones de trabajadores, cifra que en 1996 se ubicó en 6 millones.

Las ventas anuales treparon de US$ 2,3 billones en 1996 a US$ 3,6 billones en 1999.

¿Por qué la comunidad de inversores no ha reparado en las empresas que pertenecen a mujeres? Básicamente por falta de oportunidades.

Hoy en día, es más probable que el capital para estas empresas provenga de inversores informales o individuales, pero no de inversores institucionales.

NFWBO informa que casi tres cuartos de las propietarias de empresas reciben el capital inicial de un inversor ángel, generalmente familia o amigos.

En términos generales, las pocas mujeres que obtienen financiación de fuentes institucionales son propietarias de empresas más nuevas, relativamente jóvenes, cuentan con una formación académica muy buena y tienen experiencia en gerencia senior.

En otras palabras, tienen conocimiento y acceso a la misma red de asesores que sus pares masculinos; dos tercios de todas las propuestas comerciales que reciben una evaluación seria por parte de las empresas de capital de riesgo surgen de una persona con referencias, contactos.

Wells Fargo patrocinó el informe NFWBO con la mira puesta en ayudar a fomentar el crecimiento de las empresas en manos de mujeres a lo largo de todo el país.

Lanzada en 1999, el Women’s Technology Cluster es la primera incubadora de alta tecnología que se dedica exclusivamente a fomentar empresas que pertenecen a mujeres.

Hace cinco años, Sona Wang, una empresa de capitalistas de riesgo, con sede en Illinois, Chicago, co-fundó el primer fondo dirigido a mujeres, Inroads Capital Partners, el cual se ocupa de empresas dedicadas a la salud y la tecnología.

Hoy en día, afloran grupos de inversores ángeles destinados a financiar empresas de mujeres, incluyendo a Angel2Angel, un grupo nacional de Women Angels.Net, ubicado en Nueva York y Washington.

De acuerdo con esta tendencia, las propietarias de empresas ejercerán un efecto positivo en el debate sobre el famoso equilibro entre trabajo y familia dado que la mayoría hace malabares para compatibilizar las responsabilidades familiares y profesionales.

Aumentará la escasez de mujeres de nivel ejecutivo del Fortune 500 a medida que las mejores profesionales elijan iniciar emprendimientos propios.

Las mujeres que permanezcan en el lugar de trabajo recibirán el mismo entrenamiento, capacitación y estímulo que los hombres.

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