Buen management

Una empresa necesita cultura propia, donde los valores que se predican para todo el mundo se apliquen a todo el mundo por igual. Necesita, además, que todos se muevan y pongan su energía en la misma dirección.

22 septiembre, 2003

Todo eso se consigue con facilidad únicamente cuando la gente está
motivada. Esto quiere decir satisfacción con el trabajo que realiza, cierta
independencia para tomar decisiones y clara comprensión de las funciones
asignadas. Debe haber, además, buena comunicación a nivel general,
buena relación interpersonal, buena remuneración y perspectivas
de progreso.

Comunicación interna

El capital humano es un activo cada vez más valorado como factor determinante
en el éxito empresarial. Si los empleados no conocen, no entienden y no
hacen suyos los objetivos de la organización, la empresa estará
desaprovechando enormes posibilidades de mejorar el clima interno y retener buenos
profesionales.

Un estudio realizado entre 750 multinacionales por Edelman Public Relations
Worldwide
, Northwestern University y Opinion Research Corporation,
muestra que aunque la comunicación con los empleados es considerada como
la segunda prioridad de la política de comunicación después
de la comunicación financiera, las empresas le destinan sólo una
pequeña parte de sus recursos.

Deserción

Muchas empresas pasan penurias porque no logran retener a su mejor personal
y no encuentran gente apta para sustituirlo.Una causa frecuente de la deserción
suele ser la incompetencia de la dirección en alguna de sus manifestaciones:
inexistencia de una estrategia coherente, mala gestión que genera errores
y estrés, incumplimiento de promesas, decisiones tardías o erróneas,
presión exagerada, desconsideración con el personal, estilos autoritarios
y prepotentes, falta de ética o falta de sensibilidad por la vida personal.

A las empresas bien gestionada, en cambio, les ocurre que otros vienen a tentar
a sus empleados talonario en mano. A veces la oferta que les hacen es tan elevada
que no es posible retenerlos, pero en la mayoría de los casos no es un
problema de dinero sino de la incapacidad de la organización para retenerlos.

Una empresa que es capaz de crear una compensación no económica
lo suficientemente poderosa como para lograr que ni por más dinero se
le vayan sus empleados es aquella que se apoya en un valor fundamental: profundo
respeto por las personas y conciencia de que son tan importantes como los clientes
y los accionistas. Lograr que cada decisión empresarial sea coherente
con este principio no es fácil y requiere gestionar los sistemas de recursos
humanos de un modo integrado y efectivo.

Todo eso se consigue con facilidad únicamente cuando la gente está
motivada. Esto quiere decir satisfacción con el trabajo que realiza, cierta
independencia para tomar decisiones y clara comprensión de las funciones
asignadas. Debe haber, además, buena comunicación a nivel general,
buena relación interpersonal, buena remuneración y perspectivas
de progreso.

Comunicación interna

El capital humano es un activo cada vez más valorado como factor determinante
en el éxito empresarial. Si los empleados no conocen, no entienden y no
hacen suyos los objetivos de la organización, la empresa estará
desaprovechando enormes posibilidades de mejorar el clima interno y retener buenos
profesionales.

Un estudio realizado entre 750 multinacionales por Edelman Public Relations
Worldwide
, Northwestern University y Opinion Research Corporation,
muestra que aunque la comunicación con los empleados es considerada como
la segunda prioridad de la política de comunicación después
de la comunicación financiera, las empresas le destinan sólo una
pequeña parte de sus recursos.

Deserción

Muchas empresas pasan penurias porque no logran retener a su mejor personal
y no encuentran gente apta para sustituirlo.Una causa frecuente de la deserción
suele ser la incompetencia de la dirección en alguna de sus manifestaciones:
inexistencia de una estrategia coherente, mala gestión que genera errores
y estrés, incumplimiento de promesas, decisiones tardías o erróneas,
presión exagerada, desconsideración con el personal, estilos autoritarios
y prepotentes, falta de ética o falta de sensibilidad por la vida personal.

A las empresas bien gestionada, en cambio, les ocurre que otros vienen a tentar
a sus empleados talonario en mano. A veces la oferta que les hacen es tan elevada
que no es posible retenerlos, pero en la mayoría de los casos no es un
problema de dinero sino de la incapacidad de la organización para retenerlos.

Una empresa que es capaz de crear una compensación no económica
lo suficientemente poderosa como para lograr que ni por más dinero se
le vayan sus empleados es aquella que se apoya en un valor fundamental: profundo
respeto por las personas y conciencia de que son tan importantes como los clientes
y los accionistas. Lograr que cada decisión empresarial sea coherente
con este principio no es fácil y requiere gestionar los sistemas de recursos
humanos de un modo integrado y efectivo.

Compartir:
Notas Relacionadas

Suscripción Digital

Suscríbase a Mercado y reciba todos los meses la mas completa información sobre Economía, Negocios, Tecnología, Managment y más.

Suscribirse Archivo Ver todos los planes

Newsletter


Reciba todas las novedades de la Revista Mercado en su email.

Reciba todas las novedades