British Petroleum: John Browne cae a causa de un escandalete

Uno de los ejecutivos más admirados en materia de management tuvo que renunciar, antes de tiempo, por sus relaciones sentimentales y pecuniarias con Jeffrey Chevalier. Su ex amante le sacó los trapitos al sol en el “Daily mail”.

2 mayo, 2007

Después de convertir BP en gigante mundial, este coleccionista de arte y operómano empleó sus influencias en 2001 para que Isabel II lo hiciera lord vitalicio (un titulo luego suprimido, que Browne en realidad no precisaba). Pero, la semana anterior, un tribunal autorizó al diario a publicar revelaciones que Chevalier le había vendido. En verdad, el juez le negó al lord una petición: mantener en secreto documentos atinentes a esas relaciones.

El caso no es novedoso: un amante abandonado y resentido necesita dinero. Sin futuro laboral, contó de todo, inclusive comidas donde asistían Antony Blair y otros altos personajes. En verdad, el CEO hizo que gente de BP ayudase a Chevalier para montar un fracasado negocio. Esto y cierta asistencia financiera fueron objetadas por una auditoría interna de la compañía.

Pero el problema jurídico real reside en que el lord le había mentido al tribunal del cual esperaba, paradójicamente, que bloquease la publicación. Por supuesto, el “Daily mail” no se privó de nada, empezando por el primer contacto entre Browne y Chevallier, vía el sitio web ”Suited & booted”, orientado a homosexuales afectos al cuero crudo.

British Petroleum puso rápidamente en marcha un plan sucesorio, elaborado en enero, cuando el hoy ex CEO anunció el retiro en año y medio. Por ende, el cargo acaba de asumirlo Antony Hayward, hasta entonces director operativo. Nadie espera que modifique una estrategia que superó bien una serie de fracasos, desastres (derrames en Alaska, explosión de una refinería en Tejas, con quince muertos) y un escándalo en serio: maniobras ilícitas en el mercado de futuros petroleros, al cual se le echó tierra rápidamente gracias a las influencias de Browne.

Después de convertir BP en gigante mundial, este coleccionista de arte y operómano empleó sus influencias en 2001 para que Isabel II lo hiciera lord vitalicio (un titulo luego suprimido, que Browne en realidad no precisaba). Pero, la semana anterior, un tribunal autorizó al diario a publicar revelaciones que Chevalier le había vendido. En verdad, el juez le negó al lord una petición: mantener en secreto documentos atinentes a esas relaciones.

El caso no es novedoso: un amante abandonado y resentido necesita dinero. Sin futuro laboral, contó de todo, inclusive comidas donde asistían Antony Blair y otros altos personajes. En verdad, el CEO hizo que gente de BP ayudase a Chevalier para montar un fracasado negocio. Esto y cierta asistencia financiera fueron objetadas por una auditoría interna de la compañía.

Pero el problema jurídico real reside en que el lord le había mentido al tribunal del cual esperaba, paradójicamente, que bloquease la publicación. Por supuesto, el “Daily mail” no se privó de nada, empezando por el primer contacto entre Browne y Chevallier, vía el sitio web ”Suited & booted”, orientado a homosexuales afectos al cuero crudo.

British Petroleum puso rápidamente en marcha un plan sucesorio, elaborado en enero, cuando el hoy ex CEO anunció el retiro en año y medio. Por ende, el cargo acaba de asumirlo Antony Hayward, hasta entonces director operativo. Nadie espera que modifique una estrategia que superó bien una serie de fracasos, desastres (derrames en Alaska, explosión de una refinería en Tejas, con quince muertos) y un escándalo en serio: maniobras ilícitas en el mercado de futuros petroleros, al cual se le echó tierra rápidamente gracias a las influencias de Browne.

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