Bristol-Myers Squibb: o cambia de cúpula o se vende
La junta directiva de Briston-Myers Squibb se encuentra bajo crecientes presiones para rearmar el equipo ejecutivo completo o, si no, poner el paquete en venta.
18 junio, 2002
Un informe parlamentario sobre su alianza con ImClone Systems (ICS),
difundido desde ayer, pone en graves dudas el buen juicio de la conducción
empresaria.
Al parecer, B-MS ni siquiera disponía de un análisis clave
sobre el objeto de la asociación, o sea la droga oncológica Erbitux,
al firmar el acuerdo con ICS. En septiembre pasado, efectivamente, B-MS
aceptó pagar hasta US$ 2.000 millones por participar en la fase comercial
del específico y en el paquete ICS.
En diciembre, empero, Erbitux ni siquiera fue considerada por la Food &
Drug Administration. Esto hizo caer el CEO de entonces, pero su reemplazante
-Peter Dolan- no ha logrado recobrar la confianza de accionistas ni inversores.
Ahora surgen nuevas dudas sobre la escasa diligencia de la firma (sus acciones
han bajado 50% en cuanto va de 2002), ceden las ventas, fracasan algunos productos
nuevos y los inventarios son deficientes. En síntesis, el dilema se reduce
a cambiar de cúpula o, bien, encontrar un socio fuerte para vender el
paquete, una vez resuelta la crisis ICS.
Un informe parlamentario sobre su alianza con ImClone Systems (ICS),
difundido desde ayer, pone en graves dudas el buen juicio de la conducción
empresaria.
Al parecer, B-MS ni siquiera disponía de un análisis clave
sobre el objeto de la asociación, o sea la droga oncológica Erbitux,
al firmar el acuerdo con ICS. En septiembre pasado, efectivamente, B-MS
aceptó pagar hasta US$ 2.000 millones por participar en la fase comercial
del específico y en el paquete ICS.
En diciembre, empero, Erbitux ni siquiera fue considerada por la Food &
Drug Administration. Esto hizo caer el CEO de entonces, pero su reemplazante
-Peter Dolan- no ha logrado recobrar la confianza de accionistas ni inversores.
Ahora surgen nuevas dudas sobre la escasa diligencia de la firma (sus acciones
han bajado 50% en cuanto va de 2002), ceden las ventas, fracasan algunos productos
nuevos y los inventarios son deficientes. En síntesis, el dilema se reduce
a cambiar de cúpula o, bien, encontrar un socio fuerte para vender el
paquete, una vez resuelta la crisis ICS.