Análisis de la globalización

Hay una cierta mística sobre la globalización en las ciencias sociales. No hay una única definición de globalización ni acuerdo sobre cómo comenzó. Los editores de Rethinking Globalization(s) piden que los estudios incluyan a todos los actores.

29 octubre, 2003

Las investigaciones de las empresas internacionales se han aproximado al fenómeno especialmente desde el punto de vista de las empresas multinacionales o de la convergencia de los mercados. Los editores de Rethinking globalización(s) reclaman una investigación de tipo multifacética, en la cual se tomen en cuenta los roles, acciones e interacciones de todos los actores.

El libro se divide en tres grandes partes. La primera comenta las principales dimensiones del estado actual de la globalización.

J. A. Scholte formula a los lectores una pregunta aparentemente inocente: “¿La globalización es algo bueno?” todavía no lo sabemos. Tiene la posibilidad de contribuir al progreso social. Pero puede violar principios sociales, como la justicia distributiva. Los cambios en el rol de los gobiernos también pueden llegar a redefinir la palabra “democracia”, puesto que los gobiernos deben responder a las demandas no sólo de sus ciudadanos, sino también de los actores globales.

P. Dorman sigue un camino similar al analizar el potencial positivo y los impactos negativos del actual proceso de globalización. Haciendo un análisis objetivo de los pro y los contra del proceso, se ocupa del futuro y describe un marco estructural de alternativas que recomienda, algo que él llama globalización II.

El poder es la creación fundamental en el análisis que hace H.H. Lentner. Él coloca el comienzo de la globalización alrededor de fines del siglo 19. Una explicación histórica del fenómeno está basada en el supuesto que la globalización ocurre porque los pregoneros del liberalismo tienen el poder de perseguir sus objetivos. Las predicciones sobre la globalización deben considerar la distribución del poder político y económico en los diferentes países.

La migración internacional está en el centro del estudio de S.J.Gold. Este autor aporta un análisis multidimensional de las posibles consecuencias del desarrollo de comunidades transnacionales. Investigar el rol de los hogares / familias en el proceso de globalización es una de sus interesantes recomendaciones.

S. Quing eligió comparar el universalismo cultural ( es decir, la suposición que todas las personas quieren libertades individuales, de manera que el único camino hacia una sociedad moderna es el del mundo occidental), con particularidades culturales ( es decir, que hay diferentes caminos hacia la modernidad). Después de un análisis económico e ideológico de la historia china, el autor sugiere que las raíces más profundas de las culturas nacionales no van a desaparecer con la globalización. Sin embargo, sí van a ser inevitablemente transformadas.

El tema de la parte dos es el de las consecuencias observables y específicas de la globalización. G. Lambright y N. Van de Walle investigan las consecuencias nacionales de la globalización económica. Identifican tres teorías para detectar a los llamados países “ganadores” dentro del proceso de globalización. Los Estados necesitan una gran habilidad para implementar sus políticas, un bajo nivel de fragmentación social y fuertes conexiones tradicionales entre los gobiernos y otros grupos sociales. Los responsables de las decisiones nacionales pueden actuar según esas dimensiones, de modo que no tienen que ser pasivos observadores de la globalización económica.

J. Yang analiza las consecuencias de la globalización financiera. El ejemplo de México muestra que los países en desarrollo no deberían confiar exclusivamente en la entrada de capitales porque eso puede generar situaciones de extrema crisis financiera. Por eso, la entrada de capitales sola no sirve para el crecimiento económico de largo plazo en un país en desarrollo.

Los recursos socio-culturales locales pueden servir como una ventaja comparativa para una comunidad según J.P.P. Sainz y K. Andrade-Eekhoff. Las comunidades locales en América latina no tienen muchas opciones para responder al desafío de la globalización. Sin embargo, una comunidad puede triunfar concentrándose en actividades donde puedan utilizar su conocimiento y su patrimonio cultural . Dan como ejemplo la producción local de artesanías en pueblos de El Salvador.

C. Root, D. Wiley y S. Peek presentan estudios de caso de un barrio suburbano en Sudáfrica. El medio ambiente local puede verse seriamente afectado con los emprendimientos de inversores multinacionales; sin embargo, la ciudad también necesita el ingreso de capital. ¿Cómo pueden resolverse esos intereses en conflicto? Su análisis incluye a todos los actores significativos en los debates ambientales.

¿Se le puede crear marca a una religión? Es una pregunta interesante a la que el estudio de H., Tejen y M. Tejen responde con un elaborado “sí”. Ellos creen que el Islam, como religión, se ha convertido en una marca global y afronta oportunidades y peligros similares a las marcas comerciales.

C. Encloe – desde un confesado punto de vista feminista – analiza las interacciones entre las grandes empresas multinacionales de artículos deportivos, los gobiernos de los países que reciben y los visitantes, y las obreras mujeres locales. Destaca la contradicción entre “una atleta globalizada” en un aviso y la supresión del movimiento feminista en los países asiáticos en desarrollo, donde hay productos deportivos de fabricación local.

Finalmente, la Parte Tres consiste en dos estudios teóricos sobre las posibles direcciones futuras de la globalización. M.T. Jones presenta un marco explicativo novedoso. La economía mundial puede dividirse en 1) una “tecno-economía”, que es un sector complejo y tecnológico-intensivo, y 2) una “economía de segunda”, que consiste solamente en actividades informales y contingentes. La gente, las regiones o las naciones que están atascadas en el sector de segunda, van a quedar excluidas de la posibles consecuencias de la globalización.

J. Zoninsein analiza y critica el World Development Report de 1997 del Banco Mundial, que se preocupa por la creación de buenos gobiernos minimalistas en todo el mundo. El autor cree que la propuesta del Banco Mundial no es apropiada ni para los países en desarrollo ni para los principios del Estado de Bienestar. Reclama una asociación más equilibrada entre las sociedades civiles, los mercados, las empresas, los gobiernos y las instituciones internacionales.

El libro es una excelente fuente de ideas para investigar, y ayuda a demistificar la globalización. Su mensaje puede resumirse en el pedido de un equilibrado análisis multidimensional del fenómeno.

Zoltan Dorogzi
Michigan State University
Journal of International Marketing

Nombre original del libro:
Rethinking Globalization(s): From Corporate Transnationalism to Local Interventions

Editores: Preet S. Aulakh and Michael G. Schechter,

Las investigaciones de las empresas internacionales se han aproximado al fenómeno especialmente desde el punto de vista de las empresas multinacionales o de la convergencia de los mercados. Los editores de Rethinking globalización(s) reclaman una investigación de tipo multifacética, en la cual se tomen en cuenta los roles, acciones e interacciones de todos los actores.

El libro se divide en tres grandes partes. La primera comenta las principales dimensiones del estado actual de la globalización.

J. A. Scholte formula a los lectores una pregunta aparentemente inocente: “¿La globalización es algo bueno?” todavía no lo sabemos. Tiene la posibilidad de contribuir al progreso social. Pero puede violar principios sociales, como la justicia distributiva. Los cambios en el rol de los gobiernos también pueden llegar a redefinir la palabra “democracia”, puesto que los gobiernos deben responder a las demandas no sólo de sus ciudadanos, sino también de los actores globales.

P. Dorman sigue un camino similar al analizar el potencial positivo y los impactos negativos del actual proceso de globalización. Haciendo un análisis objetivo de los pro y los contra del proceso, se ocupa del futuro y describe un marco estructural de alternativas que recomienda, algo que él llama globalización II.

El poder es la creación fundamental en el análisis que hace H.H. Lentner. Él coloca el comienzo de la globalización alrededor de fines del siglo 19. Una explicación histórica del fenómeno está basada en el supuesto que la globalización ocurre porque los pregoneros del liberalismo tienen el poder de perseguir sus objetivos. Las predicciones sobre la globalización deben considerar la distribución del poder político y económico en los diferentes países.

La migración internacional está en el centro del estudio de S.J.Gold. Este autor aporta un análisis multidimensional de las posibles consecuencias del desarrollo de comunidades transnacionales. Investigar el rol de los hogares / familias en el proceso de globalización es una de sus interesantes recomendaciones.

S. Quing eligió comparar el universalismo cultural ( es decir, la suposición que todas las personas quieren libertades individuales, de manera que el único camino hacia una sociedad moderna es el del mundo occidental), con particularidades culturales ( es decir, que hay diferentes caminos hacia la modernidad). Después de un análisis económico e ideológico de la historia china, el autor sugiere que las raíces más profundas de las culturas nacionales no van a desaparecer con la globalización. Sin embargo, sí van a ser inevitablemente transformadas.

El tema de la parte dos es el de las consecuencias observables y específicas de la globalización. G. Lambright y N. Van de Walle investigan las consecuencias nacionales de la globalización económica. Identifican tres teorías para detectar a los llamados países “ganadores” dentro del proceso de globalización. Los Estados necesitan una gran habilidad para implementar sus políticas, un bajo nivel de fragmentación social y fuertes conexiones tradicionales entre los gobiernos y otros grupos sociales. Los responsables de las decisiones nacionales pueden actuar según esas dimensiones, de modo que no tienen que ser pasivos observadores de la globalización económica.

J. Yang analiza las consecuencias de la globalización financiera. El ejemplo de México muestra que los países en desarrollo no deberían confiar exclusivamente en la entrada de capitales porque eso puede generar situaciones de extrema crisis financiera. Por eso, la entrada de capitales sola no sirve para el crecimiento económico de largo plazo en un país en desarrollo.

Los recursos socio-culturales locales pueden servir como una ventaja comparativa para una comunidad según J.P.P. Sainz y K. Andrade-Eekhoff. Las comunidades locales en América latina no tienen muchas opciones para responder al desafío de la globalización. Sin embargo, una comunidad puede triunfar concentrándose en actividades donde puedan utilizar su conocimiento y su patrimonio cultural . Dan como ejemplo la producción local de artesanías en pueblos de El Salvador.

C. Root, D. Wiley y S. Peek presentan estudios de caso de un barrio suburbano en Sudáfrica. El medio ambiente local puede verse seriamente afectado con los emprendimientos de inversores multinacionales; sin embargo, la ciudad también necesita el ingreso de capital. ¿Cómo pueden resolverse esos intereses en conflicto? Su análisis incluye a todos los actores significativos en los debates ambientales.

¿Se le puede crear marca a una religión? Es una pregunta interesante a la que el estudio de H., Tejen y M. Tejen responde con un elaborado “sí”. Ellos creen que el Islam, como religión, se ha convertido en una marca global y afronta oportunidades y peligros similares a las marcas comerciales.

C. Encloe – desde un confesado punto de vista feminista – analiza las interacciones entre las grandes empresas multinacionales de artículos deportivos, los gobiernos de los países que reciben y los visitantes, y las obreras mujeres locales. Destaca la contradicción entre “una atleta globalizada” en un aviso y la supresión del movimiento feminista en los países asiáticos en desarrollo, donde hay productos deportivos de fabricación local.

Finalmente, la Parte Tres consiste en dos estudios teóricos sobre las posibles direcciones futuras de la globalización. M.T. Jones presenta un marco explicativo novedoso. La economía mundial puede dividirse en 1) una “tecno-economía”, que es un sector complejo y tecnológico-intensivo, y 2) una “economía de segunda”, que consiste solamente en actividades informales y contingentes. La gente, las regiones o las naciones que están atascadas en el sector de segunda, van a quedar excluidas de la posibles consecuencias de la globalización.

J. Zoninsein analiza y critica el World Development Report de 1997 del Banco Mundial, que se preocupa por la creación de buenos gobiernos minimalistas en todo el mundo. El autor cree que la propuesta del Banco Mundial no es apropiada ni para los países en desarrollo ni para los principios del Estado de Bienestar. Reclama una asociación más equilibrada entre las sociedades civiles, los mercados, las empresas, los gobiernos y las instituciones internacionales.

El libro es una excelente fuente de ideas para investigar, y ayuda a demistificar la globalización. Su mensaje puede resumirse en el pedido de un equilibrado análisis multidimensional del fenómeno.

Zoltan Dorogzi
Michigan State University
Journal of International Marketing

Nombre original del libro:
Rethinking Globalization(s): From Corporate Transnationalism to Local Interventions

Editores: Preet S. Aulakh and Michael G. Schechter,

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