Acceso total

Regis McKenna acaba de sacar un nuevo libro que titula Total Accessen el que recomienda a los marketineros dar a los clientes lo que quieren, en todo momento y en cualquier parte del mundo.

25 marzo, 2002

El marketing tal como lo conocemos está desapareciendo, declara el legendario Regis McKenna. En su flamante y audaz libro, McKenna pone en marcha un nuevo paradigma en el cual las máquinas y las redes hacen la mayor parte del trabajo de comunicación, desde la recopilación de datos hasta la respuesta y la atención al cliente.

El énfasis obsesivo en la creación de marca y manipulación de clientes, dice el autor, debe ahora hacer lugar a otra ocupación de primera prioridad: dedicarse obsesivamente a descubrir cuáles son las preferencias individuales del cliente y, una vez descubiertas, utilizar la tecnología informática para atender esas necesidades y entregar productos o servicios de otra manera totalmente diferente a la tradicional. El objetivo final: una arquitectura interrelacionada de marketing tendiente a proveer una “presencia persistente” en los clientes, en todo momento y en cualquier parte.

Para lograr ese objetivo, los marketineros deben convertirse en integradores de sistemas basados en informática, con un pie en el marketing y otro en los sistemas de información; esos sistemas, además, deben integrar al negocio completo dentro de un proceso de cambio.

Los líderes deben abrazar una nueva mentalidad en la cual el marketing sea visto como una responsabilidad que abarca todas las divisiones de la empresa.

El marketing tal como lo conocemos está desapareciendo, declara el legendario Regis McKenna. En su flamante y audaz libro, McKenna pone en marcha un nuevo paradigma en el cual las máquinas y las redes hacen la mayor parte del trabajo de comunicación, desde la recopilación de datos hasta la respuesta y la atención al cliente.

El énfasis obsesivo en la creación de marca y manipulación de clientes, dice el autor, debe ahora hacer lugar a otra ocupación de primera prioridad: dedicarse obsesivamente a descubrir cuáles son las preferencias individuales del cliente y, una vez descubiertas, utilizar la tecnología informática para atender esas necesidades y entregar productos o servicios de otra manera totalmente diferente a la tradicional. El objetivo final: una arquitectura interrelacionada de marketing tendiente a proveer una “presencia persistente” en los clientes, en todo momento y en cualquier parte.

Para lograr ese objetivo, los marketineros deben convertirse en integradores de sistemas basados en informática, con un pie en el marketing y otro en los sistemas de información; esos sistemas, además, deben integrar al negocio completo dentro de un proceso de cambio.

Los líderes deben abrazar una nueva mentalidad en la cual el marketing sea visto como una responsabilidad que abarca todas las divisiones de la empresa.

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