miércoles, 11 de diciembre de 2024

¿Menos habitantes a partir de 2040?

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En el periodo 2015/29, irá disminuyendo la cantidad de hijos por mujer, o sea la tasa de fertilidad. Por tanto, hacia 2040/49 habrá 1.500 millones de habitantes menos (8.500 millones, no 10.000 millones) y, desde ese punto, irá reduciéndose, aunque muy lentamente. Esa es la idea dominante en la mayoría de ponencias en la reciente reunión de Marrakesh.

<p>Para los cr&iacute;ticos del economista ingl&eacute;s Thomas Robert Malthus (1766/1834), es buena noticia. No lo es para Thomas Friedman, ex editorialista del New York Times autor de Mundo plano, caliente y sobrepoblado (2009), que reivindica al pastor protestante.<br />
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All&aacute; por 1798, en Surrey, Malthus &ndash;Ensayo sobre principios del poblamiento- proclam&oacute; que aumentar&iacute;a la insuficiencia de recursos alimentarios en todo el planeta. Hasta no hace mucho, empero, esa teor&iacute;a no terminaba de confirmarse ni desmentirse claramente. Entre fines del siglo XVIII y principios del XXI, en efecto, la poblaci&oacute;n mundial pas&oacute; de unos 800 millones a algo m&aacute;s de 6.000 millones, seg&uacute;n proyecciones de Naciones Unidas.<br />
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La fertilidad, por cierto, ven&iacute;a cediendo desde 1955 en parte del globo, dato que parec&iacute;a desmentir a los malthusianos. En el encuentro de Marruecos, se se&ntilde;al&oacute; que la corriente etapa (2010/14) mantiene el panorama cr&iacute;tico en el &Aacute;frica subsahariana (4,45 hijos por mujer, 1.033, 4 millones de habitantes). Hay &iacute;ndices moderados en Asia oriental/meridional (2,3 hijos, 4.170 millones), Ocean&iacute;a (2,4 hijos, 360 millones), Latinoam&eacute;rica (2,2 hijos, 590 millones) y Am&eacute;rica del norte (2 hijos, 352 millones). El planteo de Friedman refleja estos perfiles y cabe admitir que precede al reciente informe ONU, presentado en la ciudad norafricana.<br />
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La prognosis del analista abarca todo el nuevo siglo, o sea desde 2001, fin de la cuarta fase de la posguerra. Tres aspectos interconexos lo preocupan: recalentamiento mundial, explosi&oacute;n demogr&aacute;fica y deterioro en la calidad de vida. Obviamente, el segundo marca contrastes con la ONU en tanto los otros dos llevan impronta malthusiana, que el libro acent&uacute;a previendo un &ldquo;futurable&rdquo; catastr&oacute;fico.<br />
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Aun recordando que las peores predicciones de Malthus no cristalizaron en los 150 a&ntilde;os despu&eacute;s del Ensayo, las <br />
proyecciones de Friedman parecen .-en esta fase- m&aacute;s plausibles que las de Marrakesh. Particularmente, en lo que ata&ntilde;e a la sobreexplotaci&oacute;n de recursos naturales no renovables (hidrocarburos) o en parte renovables (agua dulce). Tras estos factores se yergue la demanda creciente de alimentos y su secuela m&aacute;s peligrosa: la especulaci&oacute;n en los mercados a t&eacute;rmino de productos primarios.<br />
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En otras palabras, Mundo plano opera en un plano pesimista, ajeno al &ldquo;nuevo optimismo&rdquo; exhibido en Marrakesh. &ldquo;La proliferaci&oacute;n de bocas hambrientas en partes de &Aacute;frica, Asia meridional o Latinoam&eacute;rica generar&aacute; desequilibrios econ&oacute;micos e inequidades sociales con efectos desastrosos&rdquo;.</p>

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