La infraestructura, un multimillonario negocio

Pese a perspectivas económicas brillantes, países del Pacífico y el Índico –China, India y los que componen la ANSA– tienen problemas de insuficiencia estructural. En India, la generación eléctrica muestra 16 a 20% de brecha entre lo que se produce y lo que se necesita.

15 abril, 2012

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El desequilibrio se debe a una permanente subinversi&oacute;n en capacidad instalada y pobre mantenimiento. En Indonesia, el gasto de capital en infraestructura cedi&oacute; de 5 a 6% del Producto Bruto Interno en los primeros a&ntilde;os 90, a 2 a 3% en buena parte de la d&eacute;cada 2001/ 10. Seg&uacute;n Navin Tahilyani, de McKinsey Bombay, &ldquo;el consiguiente deterioro en transmisi&oacute;n de energ&iacute;a, vivienda, comunicaciones, agua y obras sanitarias ha restado tres a cuatro puntos porcentuales de crecimiento al PBI&rdquo;. <br />
Existen no obstante signos de que esas situaciones est&aacute;n en v&iacute;as de modificarse. A trav&eacute;s de la regi&oacute;n Asia oriental/meridional (AO/M) como un todo, Tosh&aacute;n Tamhane (Singapur) calcula que &ldquo;alrededor de ocho billones se asignar&aacute;n a proyectos de infraestructura en la d&eacute;cada 2011/20, para revertir brechas de inversi&oacute;n hist&oacute;ricas y absorber la explosi&oacute;n de demanda asociada al incremento vegetativo&rdquo;. <br />
Com&uacute;nmente, la mayor&iacute;a de los emprendimientos infraestructurales han sido solventados por gobiernos o bancos locales. La inversi&oacute;n extranjera ha sido mayormente excluida. Quienes eran autorizados a participar afrontaban severas restricciones, entre ellas complejos reg&iacute;menes regulatorios y jur&iacute;dicos, calidad laboral desigual y, en ocasiones, interferencias pol&iacute;ticas o corrupci&oacute;n lisa y llana. <br />
Sin embargo, tras la crisis sist&eacute;mica occidental de 2007/09, han ido apareciendo se&ntilde;ales de que los capitales privados encuentran salida hacia el Pac&iacute;fico y el &Iacute;ndico, en &aacute;reas donde se los recibe bien. El efecto combinado de est&iacute;mulos al gasto y menor recaudaci&oacute;n tributaria ha elevado los d&eacute;ficit habitacionales. Por consiguiente, las restricciones a la inversi&oacute;n ex&oacute;gena tienden a aflojarse. Una creciente cantidad de proyectos, pues, viene realiz&aacute;ndose v&iacute;a acuerdos entre sector p&uacute;blico y privado (SSPP). <br />
Ambos expertos esperan que uno de esos ocho billones (en espa&ntilde;ol, millones de millones) de d&oacute;lares estimados para la d&eacute;cada que empieza se compondr&aacute; de SSPP. Ahora bien, el problema para los capitales globales consiste en identificar oportunidades, mitigar riesgos b&aacute;sicos y desarrollar apropiadas estrategias de penetraci&oacute;n. Todo al mismo tiempo.</p>
<p><strong>Demanda de capital externo</strong><br />
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M&aacute;s de 80% de las necesidades de inversi&oacute;n infraestructural en Asia oriental/meridional, durante esta d&eacute;cada se relacionar&aacute; con energ&iacute;a y transporte. Son sectores cr&iacute;ticos a la hora de promover o respaldar cualquier incremento de actividad en la econom&iacute;a real. <br />
Los an&aacute;lisis de McKinsey v&iacute;a Bombay y Singapur indican que gran parte de la nueva inversi&oacute;n ir&aacute; a tecnolog&iacute;as de punta. Por ejemplo, como regi&oacute;n puede sobrepasar a las econom&iacute;as centrales en la adopci&oacute;n de energ&iacute;as y combustibles limpios. Ello merced a la baja de costos y el aumento de efectividad. <br />
Varios pa&iacute;ses, como China o Malasia, tienen ya mercados locales de capital suficientemente asentados para satisfacer sus requerimientos financieros. Por ende, los inversores del exterior debieran centrarse en satisfacer d&eacute;ficit espec&iacute;ficos de fondos en pa&iacute;ses como India, Indonesia, Tailandia, Vietnam y Filipinas, cuyos mercados financieros son de menor volumen. <br />
&ldquo;Si bien el entorno acabar&aacute; cambiando &ndash;aun en ese bloque&ndash;, el grueso de las colocaciones infraestructurales continuar&aacute; cerrado a los capitales extranjeros&rdquo;, advierte Tahilyani. &ldquo;Los obst&aacute;culos son diversos. Muchos Gobiernos mantienen pol&iacute;ticas confusas en cuanto a SSPP, cuya vaguedad inhibe al capital privado. Por lo dem&aacute;s, los controles suelen inhibir la participaci&oacute;n de financistas temerosos de eventuales trabas para remitir o repatriar utilidades.<br />
En otro plano, sistemas jur&iacute;dicos o t&eacute;cnicos vulnerables agravan riesgos. Mientras los mercados aut&oacute;ctonos de capital, inestables o il&iacute;quidos, tornan necesaria la participaci&oacute;n exterior, al mismo tiempo complican las estrategias de salida. <br />
A pesar de tantas trabas, el &aacute;rea continuar&aacute; siendo un escenario atractivo para inversiones infraestructurales durante estos 10 a&ntilde;os. India, solamente, estuvo gastando unos US$ 500.000 millones en proyectos b&aacute;sicos desde 2007 a la actualidad. En el quinquenio 2012/16, Delhi ir&aacute; elevando ese tipo de inversiones de 4 a 8% del PBI anual. Las fuentes locales de capital financiar&aacute;n parte pero no toda esta demanda de fondos e igual suceder&aacute; en econom&iacute;as del sudeste asi&aacute;tico. Por ende, los inversores internacionales tendr&aacute;n oportunidades de llenar huecos.</p>
<p><strong>Riesgos principales</strong><br />
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&ldquo;Una vez resueltas a colocarse en la zona &ndash;se&ntilde;ala Tamhane&ndash;, las firmas extranjeras deber&aacute;n superar diversos riesgos. A ra&iacute;z de presiones pol&iacute;ticas, consideraciones ecol&oacute;gicas y problemas en escala local, a menudo surgen largas demoras entre el planeamiento de proyectos, su aprobaci&oacute;n y concreci&oacute;n, capaces de afectar severamente el despliegue de capital y su rendimiento&rdquo;.<br />
En China, el espectacular puente sobre la bah&iacute;a de Hangzhou &ndash;el m&aacute;s largo del mundo, reci&eacute;n inaugurado&ndash; sufri&oacute; 10 a&ntilde;os de retraso. En India, la conexi&oacute;n mar&iacute;tima Bandra-Worli (Bombay) requiri&oacute; m&aacute;s de 20 a&ntilde;os… solo para aprobarse&rdquo;. <br />
Como en otras parte del ex Tercer Mundo, quienes invierten en infraestructura en Asia oriental/meridional han de estar preparados para sufrir postergaciones por a&ntilde;os, lustros o decenios. Para comenzar, no deben confiarse demasiado o modificar acuerdos de asociaci&oacute;n a menudo mal planteados por reparticiones gubernamentales. Con frecuencia, estos contratos son mal redactados por funcionarios departamentales sin experiencia o corruptos.<br />
Por ejemplo, &ldquo;deben prever contingencias adversas e incertidumbres en materia pol&iacute;tica, jur&iacute;dica o regulatoria que interfieran o restrinjan el ejercicio de la propiedad por parte de los socios extranjeros. Esto fue claro durante la crisis financiera regional de 1997/8&rdquo;, puntualiza Tahilyani. Reaccionando a p&eacute;simas recetas del Fondo Monetario Internacional, varios pa&iacute;ses de pronto impusieron controles de capital. En algunos casos (Malasia, Indonesia, Tailandia), esas restricciones fueron levantadas reci&eacute;n a&ntilde;os despu&eacute;s.<br />
Obviamente, suponen los analistas de McKinsey de Bombay y Singapur, todo inversor externo debe arregl&aacute;rselas para moverse en mercados financieros que carecen de instrumentos o normas para mitigar riesgos. Tal ocurre en plazas cambiarias emergentes no lo bastante l&iacute;quidas para cubrir sus propias monedas. Ah&iacute;, los derivativos suelen ser insuficientes para neutralizar determinados riesgos. Naturalmente, Tamhane y Tahilyani recomiendan recurrir a centros como Singapur, Hong Kong o Bombay cuando un mercado local es poco l&iacute;quido.<br />
Otra opci&oacute;n consiste en establecer <em>holdings</em> en una jurisdicci&oacute;n favorable o accesible desde la perspectiva tributaria y no tener la inversi&oacute;n como veh&iacute;culo infraestructural espec&iacute;fico (VIE), que la clasifique como activo local. En esta variante, la entidad que recauda fondos integra un contrato fuera del pa&iacute;s, lo cual permite limitar parcialmente los riesgos soberanos. En tercer lugar, pueden servir las sociedades entre operadores for&aacute;neos y una instituci&oacute;n local dominante. Tales los casos de SBI-Macquerie Fund en India o CIMB-Principal en pa&iacute;ses de la ANSA.</p>
<p><strong>Participaci&oacute;n</strong><br />
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Adem&aacute;s de mitigar riesgos inherentes a esas especulaciones, los inversores deben elegir el modelo de participaci&oacute;n adecuado, si quieren maximizar opciones apropiadas en cuanto a SSPP. Por lo com&uacute;n, financistas e instituciones suelen seguir al principio estrategias apoyadas en un paquete accionario, dado que los estados contables locales tienden a estar subcapitalizados y no permiten modelos basados en deuda (t&iacute;tulos de renta fija). Por el contrario, los bancos locales y regionales pueden emplear sus buenos resultados, o sea su liquidez, para dedicarse a financiar deudas. <br />
En los &uacute;ltimos a&ntilde;os, entidades financieras previsoras, con una cartera de servicios bien redondeada, han empezado a adoptar modelos integrados para invertir en emprendimientos infraestructurales. Por ejemplo, aparte de solventar la construcci&oacute;n de un aeropuerto, un operador integrado podr&iacute;a ofrecer adicionalmente servicios bancarios y seguros a la firma aeroportuaria.<br />
Tales transacciones cruzadas pueden generar significativo valor agregado, apuntan las investigaciones de Tamhane y Tahilyani, equivalente a 40% de ingresos potenciales. Mejor todav&iacute;a, esa oportunidad de obtener valor extra no implica altos riesgos relativos. Despu&eacute;s de todo, operar un aeropuerto, una usina, etc. es algo sencillo comparado con su construcci&oacute;n.</p>

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