<p> Opinión |</p>
<p style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 15px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; color: rgb(85, 85, 85); font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 16px; "><br style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; " />
Hace tres años que oficialmente se dio por terminada la recesión global más importante desde el crac de 1929. Pero toda la información estadística reciente indica que la economía se debilita a escala mundial, y se confirman las aprensiones sobre las dificultades de crecimiento para los países más avanzados.<br style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; " />
La única cuestión es si se trata de un debilitamiento momentáneo o si es el comienzo de otra recesión importante.<br style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; " />
En palabras de Lawrence Summers (ex secretario del Tesoro en EE.UU.), lo que temen las naciones del pelotón de vanguardia es enfrentar “una década perdida”, como fue la de los 80 para América latina, o la de los 90 –y hasta ahora– para Japón.<br style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; " />
Los indicadores industriales, de empleo y de comercio, han sido desalentadores en las últimas semanas en Estados Unidos y en toda la Eurozona, para no hablar de Japón, donde ya nada sorprende.<br style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; " />
La explicación de los países desarrollados sobre esta manifiesta debilidad apunta a una moderación en el crecimiento de las economías emergentes, que se han convertido en la locomotora que impulsa la economía planetaria. Estos países –como China, India y Brasil, por ejemplo– han respondido al alza de la inflación ajustando su política monetaria, en lo que es una actitud a todas luces prudente, que puede garantizar a la postre una expansión más moderada pero sostenida en el largo plazo.<br style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; " />
Para algunos analistas –ciertamente los menos– ante menor crecimiento en el mundo en desarrollo, habrá retroceso en la economía global y es muy real la amenaza de otra recesión. Para la mayoría, esta situación es temporaria, porque –opinan– las estadísticas amenazantes son producto de acontecimientos adversos circunstanciales. Como, por ejemplo, alteraciones en la cadena de suministros a partir del terremoto y tsunami en Japón, y el alza importante en los precios del petróleo (ahora hacia la baja).</p>
<p style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 15px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; color: rgb(85, 85, 85); font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 16px; "><img src="http://www.mercado.com.ar/mercado/ro/imagenes/foto_nota_1121_4_1.jpg" style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; border-top-width: 0px; border-right-width: 0px; border-bottom-width: 0px; border-left-width: 0px; border-style: initial; border-color: initial; " alt="" /></p>
<p style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 15px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; color: rgb(85, 85, 85); font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 16px; "><strong style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; ">Estancamiento en EE.UU.</strong></p>
<p style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 15px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; color: rgb(85, 85, 85); font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 16px; ">Si bien la antigua potencia hegemónica logró evitar el colapso financiero entre 2008 y 2009, lo cierto es que en los últimos cinco años, la tasa promedio de crecimiento de la economía fue inferior a 1% anual, similar a la de Japón cuando reventó su burbuja. En ese lapso, la proporción de la población que tiene trabajo cayó de 63,1% a 58,4%, reduciendo el número de los que tienen empleo en más de 10 millones. <br style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; " />
Todos los datos disponibles sugieren que el crecimiento está desacelerándose. <br style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; " />
Han aparecido situaciones y circunstancias inéditas para la memoria colectiva en muchas décadas. Muchos jóvenes y graduados universitarios siguen viviendo en el hogar paterno. El gran problema es la falta de demanda de empleados por parte de las empresas y no que falten deseos de trabajar. Hay tres elementos que confirman este punto: la propensión de los trabajadores a dejar empleos está bajísima; la suba del desempleo se da en todos los grupos demográficos; las crecientes tasas de ganancias y las menores tasas de crecimiento de salarios sugieren que son los empleadores y no los trabajadores los que tienen el poder en casi todos los mercados. <br style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; " />
Tradicionalmente, la economía estadounidense se recuperaba muy bien después de la recesión porque la demanda se renovaba rápidamente. A menos de dos años de las únicas dos recesiones profundas del período de la posguerra la economía creció en el orden de 6% o más. Eso ahora es inimaginable.<br style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; " />
La explicación de Summers es que la dinámica de la inflación definió el ciclo comercial tradicional en Estados Unidos durante la posguerra. Las recuperaciones continuaron y a veces hasta se aceleraron hasta que fueron cortadas por la Reserva Federal con el control de inflación como motivo. Después de que la inflación desaceleró, la recuperación rápida impulsada por notables reducciones en las tasas de interés y una cantidad de inversiones atrasadas era prácticamente inevitable. La actual situación es muy diferente. Con políticas monetarias más prudentes, las expansiones ya no se detienen por la inflación en aumento y la Reserva Federal pisando el freno. <br style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; " />
Las tres expansiones desde que Paul Volcker como presidente de la Reserva puso a la inflación bajo control en los 80 duraron mucho tiempo. Terminan cuando un período de exceso de confianza eleva el precio de los activos de capital a niveles demasiado altos y los aumentos aparentes en riqueza dan origen a demasiado endeudamiento, demasiados préstamos y demasiado gasto. Después de que las burbujas explotan hay una superabundancia de capital provocada por el exceso de inversión durante el período de confianza –casas vacías, centros comerciales con locales vacíos y fábricas sin clientes. <br style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; " />
¿Cómo se sale de esta trampa? Para Summers la ironía de esta crisis financiera es que si bien fue causada por demasiada confianza, préstamos y endeudamiento, solo se resuelve con aumento en la confianza, de préstamos, endeudamiento y gasto. Hasta que esto no se logre otras políticas serán inútiles por atractivas que parezcan. <br style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; " />
La mayor amenaza a la capacidad de repago de la deuda estadounidense es que haya un largo período de lento crecimiento económico. Hay que poner foco en el crecimiento de corto plazo. Lo que implica que habría que continuar con los estímulos, algo que el reciente debate –y posterior acuerdo– en el Congreso, pone en duda. <br style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; " />
Aparentemente, la deuda estadounidense es la más segura del planeta y el país tiene capacidad sin rival para recaudar impuestos en efectivo. Pero una arbitrariedad de tipo legal explica que el cese de pagos no sea solo una posibilidad que puede ocurrir en algunos países de la Unión Europea. A diferencia de la mayoría de los países, EE.UU. requiere dos pasos jurídicos para superar un déficit. Uno es aprobar las partidas presupuestarias. Otro, obtener el financiamiento vía parlamentaria.<br style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; " />
A su vez, el Congreso determina cada tanto un tope al crédito. En otros tiempos, siempre se elevaba ese máximo antes de que el Tesoro se quedara en seco, cosa que sucedió solo 16 veces desde 1993. Por lo común, ello exige negociaciones pero, en esta ocasión, los republicanos –influidos por los ultras del <em style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; ">Tea Party</em>– insistieron en condiciones por demás onerosas.<br style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; " />
Con la deuda pública en el pico de 60 años a dólares constantes, exigen reducir gastos en por lo menos dos billones durante 10 años. Pero con una incongruencia: no aceptan subir impuestos, especialmente a los ricos.</p>
<p style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 15px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; color: rgb(85, 85, 85); font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 16px; "><img src="http://www.mercado.com.ar/mercado/ro/imagenes/foto_nota_1121_4_2.jpg" style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; border-top-width: 0px; border-right-width: 0px; border-bottom-width: 0px; border-left-width: 0px; border-style: initial; border-color: initial; " alt="" /></p>
<p style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 15px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; color: rgb(85, 85, 85); font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 16px; "><strong style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; ">Crisis en la eurozona</strong></p>
<p style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 15px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; color: rgb(85, 85, 85); font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 16px; ">El riesgo que enfrenta la actual situación en la eurozona es el de la ruptura de la unión monetaria, el logro más preciado para muchos europeístas. Por más parches que se han aplicado en los dos últimos años, no se logran resolver los problemas fundamentales.<br style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; " />
La Unión Económica y Monetaria nunca satisfizo plenamente las condiciones para un área monetaria óptima. En cambio, sus líderes esperaban que la ausencia de políticas monetarias, fiscales y de tasa de cambio terminaría en una aceleración de reformas estructurales. Reformas que, esperaban, producirían la convergencia de productividad y tasas de crecimiento. <br style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; " />
La realidad resultó diferente. Paradójicamente el efecto de la primera convergencia de tasas de interés permitió una mayor divergencia en políticas fiscales. Una descontrolada falta de disciplina en países como Grecia y Portugal fue igualada solo por una acumulación de burbujas de activos en otros como España e Irlanda. Las reformas estructurales se demoraron, mientras el crecimiento salarial relativo al crecimiento de la productividad iba en direcciones divergentes. El resultado fue una pérdida de competitividad.<br style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; " />
Además de comprobarse que no era solamente una crisis de liquidez, sino de solvencia, es evidente que la reducción de la deuda de la eurozona ayudará a resolver el tema de la deuda excesiva en algunas economías insolventes. Pero no hará nada para restaurar la convergencia económica, que requiere la restauración de la convergencia en competitividad. <br style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; " />
No son muchas las opciones posibles. Una posibilidad es que el euro podría caer fuertemente en valor hacia la paridad con el dólar de Estados Unidos, para restituir competitividad a la periferia. Pero una caída abrupta del euro es improbable dada la fortaleza comercial de Alemania y las políticas restrictivas del Banco Central europeo. <br style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; " />
Por su parte, el camino alemán –reformas para aumentar crecimiento de la productividad y mantener la tapa sobre el crecimiento salarial– no tienen perspectivas de funcionar.<br style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; " />
En lo inmediato, esas reformas tienden a reducir el crecimiento y le llevó más de una década a la misma Alemania restaurar su competitividad, un horizonte que es demasiado largo para las economías de la periferia que necesitan crecer rápido. La deflación es una tercera opción, pero esto también está asociado a la recesión persistente. <br style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; " />
Es en este punto donde el economista Nouriel Roubini recuerda que la Argentina intentó ese camino, pero luego de tres años de una depresión cada vez más profunda lo abandonó y decidió incumplir su deuda y salir de la convertibilidad. Aun si se lograra la deflación, el efecto balance aumentaría la carga real de las deudas pública y privada. Todas la palabrería del Banco Central Europeo y la Unión Europea sobre una depreciación interna es inviable, mientras la necesaria austeridad fiscal todavía tiene, en el corto plazo, un efecto negativo sobre el crecimiento. <br style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; " />
La receta de Roubini: abandonar el euro, volver a las monedas nacionales y lograr una masiva depreciación nominal y real. Pero la idea de abandonar el euro se ve como inconcebible, incluso en Atenas y Lisboa, las dos economías periféricas más comprometidas.</p>
La década perdida de las economías centrales
La economía se debilita a escala mundial y se confirman las dificultades de crecimiento para los países más avanzados.
La única cuestión es si se trata de un debilitamiento momentáneo o si es el comienzo de otra recesión importante.