domingo, 16 de febrero de 2025

Rendir cuentas en ESG es una prioridad

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Hemos visto un cambio significativo en el panorama mundial de la sostenibilidad. La mayoría de las organizaciones ahora tienen mayor claridad sobre lo que se espera de sus entidades para informar sobre los efectos financieros y no financieros de los riesgos relacionados con los temas de Medioambiente, Social y Gobernanza (ASG o ESG, por su sigla en inglés), en su negocio y estrategia.

Por Orlando Scarpelli (*)

Dependiendo del tamaño y la huella global del negocio, los principales conductores regulatorios y de establecimiento de normas ahora incluyen la Directiva de Informes de Sostenibilidad Corporativa (CSRD) y las Normas Europeas de Informes de Sostenibilidad (ESRS) que la respaldan, las tres leyes climáticas del estado de California en Estados Unidos y las normas del Consejo de Normas Internacionales de Sostenibilidad (ISSB) que se adoptarán como regulación en muchas jurisdicciones de todo el mundo, e incluso la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) de Estados Unidos.

Estas normas representan un cambio significativo en la forma en que las empresas públicas y no públicas deberán informar sobre los riesgos relacionados con ESG.

A medida que las empresas navegan por estándares y regulaciones globales complejas de sostenibilidad, mientras mejoran la resiliencia organizacional y el posicionamiento en el mercado en medio de riesgos emergentes, prepararse adecuadamente para adoptar dichos estándares puede ser una herramienta estratégica. El objetivo será profundizar la comprensión de los riesgos y oportunidades relacionados con la sostenibilidad en las perspectivas de una entidad: flujos de efectivo, acceso a financiación y costo de capital.

La calidad de los datos: un gran reto

Aunque muchas empresas siguen invirtiendo en recursos e infraestructura para fortalecer el enfoque estratégico, procesos y controles de presentación de informes de ESG, a menudo se hacen visibles complejidades adicionales, como consideraciones específicas de la industria o la geografía, la coherencia en la aplicación de metodologías de medición a medida que los estándares de presentación de informes continúan evolucionando y una comprensión más profunda de las consideraciones necesarias para el aseguramiento de dichos reportes, entre otras.

Los ejecutivos de las organizaciones citan la calidad de los datos como el principal desafío de ESG para su empresa, así como también informan desafíos relacionados con la documentación, incluidos pasos de control interno importantes como la revisión, aprobación y certificación de los datos ESG, procesos clave y controles internos que suelen estar adecuadamente diseñados, implementados y operando efectivamente para los estados financieros, pero generalmente menos establecidos en los informes de sostenibilidad.

Los desafíos de los datos (acceso, confianza, medición y coherencia de la metodología) pueden estar influyendo en la integridad de las emisiones de gases de efecto invernaderos (“GEI”) que las empresas están divulgando actualmente. Si bien la mayoría de las organizaciones informan sobre las emisiones de GEI de alcance 1 y 2, pocos informan sobre las emisiones de GEI de alcance 3. Es importante notar que, si bien la norma final de divulgación climática de la SEC no requiere específicamente la presentación de informes sobre emisiones de GEI de Alcance 3, la CSRD, la Legislación Climática de California y las NIIF S2, sí las requieren.

Aseguramiento: una tendencia que ha crecido

Adicionalmente a los planes internos de mejora en los procesos de los reportes de sostenibilidad, muchas organizaciones están planeando realizar una preparación para el aseguramiento, obtener aseguramiento de sus informes de sostenibilidad o están pasando activamente de un nivel de aseguramiento limitado a uno razonable sobre sus datos ESG. Aunque la práctica del mercado continúa evolucionando, la tendencia en materia de aseguramiento ha crecido, incluso en un panorama voluntario. Por ejemplo, el informe de febrero de 2024 de la Federación Internacional de Contadores (“IFAC”, por su sigla en inglés) encontró que el 69 % de las empresas globales obtienen aseguramiento sobre al menos algunas de sus divulgaciones ESG. Incluso con las normas mencionadas previamente que introducen un cronograma progresivo (y en algunos casos extensos, para que las empresas dentro del alcance obtengan aseguramiento), muchas ya están preparándose para obtenerlo o están participando en trabajos de preparación para el aseguramiento. Ayudar a fortalecer los sistemas y controles internos y mejorar la confianza y la preparación para los requisitos regulatorios que entrarán en vigor en diferentes horizontes temporales es el objetivo.

La rendición de cuentas es insoslayable

Por último, si bien puede existir cierta incertidumbre en la dirección de las regulaciones sobre las revelaciones relacionada con los temas de ESG, o su fecha de aplicación, en el mundo, y en especial en Argentina, hay certeza que la revelación de información significativa relacionada con estos aspectos es requerida en los estados financieros de cada vez más entidades.

Si los temas de ESG tienen un efecto significativo sobre la situación patrimonial y resultados económicos y financieros de las organizaciones, estos deberían considerarse a la hora de la preparación de los estados financieros de los mismas, incluso cuando las normas contables, como las Normas Internacionales de Información Financiera (“NIIF”) según fueron emitidas por la Junta Internacional de Normas Contables (“IASB”, por su sigla en inglés), no abordan explícitamente estos tópicos. Por otro lado, si la entidad considera que estos temas no tendrán un impacto significativo, igualmente hay una expectativa cada vez mayor de los reguladores, inversores y otras partes interesadas, de que las organizaciones revelen la evaluación realizada, así como los juicios, asunciones y el horizonte de tiempo utilizado en alcanzar dicha conclusión.

La consideración de estos temas para la preparación de los estados financieros va desde la revelación de la oportunidad y los impactos financieros de las inversiones planeadas y de los planes de transición, pasando por revelar los compromisos de corto y largo plazo sobre estos temas y proveer claridad sobre como los mismos fueron incluidos dentro de las estimaciones contables, hasta explicar cualquier desviación entre las asunciones utilizadas y las reales y sus impactos. Por otro lado, la exposición a los temas ESG puede llegar a concretarse como un indicador de deterioro de los activos de la organización, pudiendo afectar los flujos de fondos, las tasas de descuento o los niveles de crecimiento utilizados para determinar los valores recuperables. Otro tema para considerar es si la organización está legalmente requerida, o lo hace de forma voluntaria, a netear las emisiones de carbono, para que revelen la política contable utilizada, los términos y condiciones de los acuerdos celebrados, así como los montos de los créditos de carbono que posee, que debe, que ha consumido y que ha vendido.

Las organizaciones que han adoptado una actitud de “esperar y ver” en relación con los riesgos y la presentación de informes relacionados con los temas de ESG pueden descubrir que aún tienen mucho con que ponerse al día para prepararse. Muchas de las que tomaron medidas tempranas están informando avances significativos y es posible que ya estén percibiendo algunos de los beneficios internos y externos que pueden resultar de una comprensión y medición más profundas de los riesgos e impactos ESG.

 

(*) Socio de Audit & Assurance y Líder de Aseguramiento en ESG de Deloitte Cono Sur

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