Este innovador desarrollo, ubicado en aguas costeras conectadas con el mar, representa un avance significativo en la generación de energías renovables y es la central fotovoltaica flotante más grande de Sinopec hasta la fecha.
El proyecto abarca una superficie aproximada de 60.000 metros cuadrados y cuenta con una capacidad instalada de 7,5 megavatios. Se estima que generará anualmente 16,7 millones de kilovatios por hora de energía limpia, contribuyendo a la reducción de emisiones de carbono en 14.000 toneladas. Según la empresa, esta iniciativa pionera busca promover el desarrollo de proyectos similares en zonas costeras y aguas poco profundas, optimizando el uso del espacio mediante la instalación de paneles solares sobre la superficie marina.
Una de las características distintivas del proyecto es su diseño innovador, que permite que los paneles fotovoltaicos se sincronicen con las variaciones de la marea. Esto se logra reduciendo la distancia entre los paneles y la superficie del agua a aproximadamente una décima parte de la distancia que presentan las estructuras tradicionales sobre pilotes. Este sistema favorece el enfriamiento natural de los paneles, incrementando la eficiencia de generación eléctrica entre un 5 % y un 8 % gracias al efecto de enfriamiento del agua.
Sinopec enfrentó y superó varios desafíos técnicos para adaptar la tecnología fotovoltaica a un entorno marino, implementando tres innovaciones clave. En primer lugar, desarrolló un diseño resistente con flotadores y soportes especialmente concebidos para soportar la corrosión causada por la niebla salina y el crecimiento de percebes. En segundo lugar, instaló un sistema de anclaje subacuático capaz de resistir vientos de hasta nivel 13 y adaptarse a variaciones de mareas de 3,5 metros, lo que reduce los costos de inversión en aproximadamente un 10 % en comparación con los sistemas tradicionales sobre pilotes. Por último, mejoró la accesibilidad para el mantenimiento mediante una ruta simplificada de inspección para los paneles y cables ubicados cerca de la superficie del agua, aumentando la seguridad y disminuyendo los costos operativos.
Este proyecto se integra a la estrategia de Sinopec en el desarrollo de nuevas energías. La empresa ya había establecido la primera estación de repostaje de hidrógeno «neutra en carbono» y el primer proyecto industrial de producción de hidrógeno a partir de agua de mar. En este sentido, el nuevo parque fotovoltaico flotante constituye un eslabón fundamental en la cadena industrial de energías renovables de Sinopec, al generar electricidad solar que alimenta la producción de hidrógeno renovable.
De cara al futuro, Sinopec planea ampliar su capacidad en esta área con la construcción de un nuevo proyecto de energía fotovoltaica flotante de 23 megavatios, con el objetivo de fortalecer su oferta de energías limpias. En palabras de la empresa, esta iniciativa «está encaminada a promover proyectos de energía fotovoltaica flotante en zonas costeras y aguas poco profundas en entornos completamente marinos», reafirmando su compromiso con la innovación y la sostenibilidad energética.