Morgan Stanley, Crédit Suisse First Boston, JP Morgan
Chase, Citigroup y seis más están preparadas para subsidiar
compañías ajenas a la banca de inversión que se dediquen
a análisis, investigación y consultoría bursátil.
También estudian -o ya han resuelto- separar ambas actividades en sus propias
organizaciones.
De hecho, Citigroup creará una división sin banca (Smith
Barney). Se ignora si preservará la marca Salomon Brothers o
preferirá CitiFinance.
Estas decisiones derivan del encuentro con la Securities & Exchange Commission
(SEC, jueves a sábado de la semana anterior) más conversaciones
privadas entre altos funcionarios de Washington y por lo menos tres CEO. Uno de
ellos era Sanford Weill, de Citigroup. Pero el plan básico se había
originado en Eliot Spitzer, fiscal general de Nueva York, con quien colaboró
su colega de la SEC.
Abogados, asesores y ejecutivos de algunas firmas sostienen que el esquema tenía
fallas y exigía financiar competidores. Ese tema y otros iban a ser tratados
anoche en una nueva reunión, en la New York Stock Exchange (NYSE),
entre directivos y reguladores (se ignoraba si Harvey Pitt, de la SEC, asistiría,
pues está envuelto en un sumario). A su vez, la NYSE ha señalado
que no le queda otro remedio que aceptar el esquema Spitzer-SEC, porque existen
precedentes en su favor.
El plan prevé que cada firma de valores pague de US$ 10 a 20 millones anuales
durante cinco años a consultores independientes y sin vínculos con
bancas de inversión. Esto permitiría a los analistas internos de
cada compañía asistir a los banqueros en la evaluación de
empresas que preparen ofertas públicas iniciales (OPI) de acciones y bonos.
Por supuesto, esas tareas no influirán en jerarquía ni paga de los
expertos.
Morgan Stanley, Crédit Suisse First Boston, JP Morgan
Chase, Citigroup y seis más están preparadas para subsidiar
compañías ajenas a la banca de inversión que se dediquen
a análisis, investigación y consultoría bursátil.
También estudian -o ya han resuelto- separar ambas actividades en sus propias
organizaciones.
De hecho, Citigroup creará una división sin banca (Smith
Barney). Se ignora si preservará la marca Salomon Brothers o
preferirá CitiFinance.
Estas decisiones derivan del encuentro con la Securities & Exchange Commission
(SEC, jueves a sábado de la semana anterior) más conversaciones
privadas entre altos funcionarios de Washington y por lo menos tres CEO. Uno de
ellos era Sanford Weill, de Citigroup. Pero el plan básico se había
originado en Eliot Spitzer, fiscal general de Nueva York, con quien colaboró
su colega de la SEC.
Abogados, asesores y ejecutivos de algunas firmas sostienen que el esquema tenía
fallas y exigía financiar competidores. Ese tema y otros iban a ser tratados
anoche en una nueva reunión, en la New York Stock Exchange (NYSE),
entre directivos y reguladores (se ignoraba si Harvey Pitt, de la SEC, asistiría,
pues está envuelto en un sumario). A su vez, la NYSE ha señalado
que no le queda otro remedio que aceptar el esquema Spitzer-SEC, porque existen
precedentes en su favor.
El plan prevé que cada firma de valores pague de US$ 10 a 20 millones anuales
durante cinco años a consultores independientes y sin vínculos con
bancas de inversión. Esto permitiría a los analistas internos de
cada compañía asistir a los banqueros en la evaluación de
empresas que preparen ofertas públicas iniciales (OPI) de acciones y bonos.
Por supuesto, esas tareas no influirán en jerarquía ni paga de los
expertos.