Mientras Benjamin Bernanke no descartaba la nacionalización de Fannie Mae y Freddie Mac, bastaron una baja en precios petroleros (tres a cuatro dólares) y un balance de Wells Fargo mejor que el temido para desatar una euforia timbera, de ésas que después se licuan en pocos días. No sin que el habitual grupo de grandes especuladores haga su agosto.<br />
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Curiosamente, Wells Fargo declara utilidades de US$ 1.750 millones en el segundo trimestre, 23% menos que un año antes. Esto hizo saltar 32,7% sus papeles, 22,4% los de Bank of America -el mayor del país- y 13,2% los de Citigroup, una entidad que está achicándose para sobrevivir.<br />
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La inflación minorista debiera haber preocupado más que la ficción “subyacente” (0,3%). Al fin y al cabo, es un indicador inventado por la Reserva Federal, que casi nadie cree: excluye alimentos, energía y combustibles; o sea, la realidad que percibe la gente.<br />
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Como apuntaba “Los Ángeles Times”, Alan Greenspan, Bernanke o Henry Paulson no visitan supermercados ni estaciones de servicio. No obstante, el actual presidente de la RF contradice sus estadísticas y alerta por “una inflación que opera como impuesto al consumo”. Pero eludió hablar de tasas referenciales, para no frustrar la euforia bursátil.
Wall Street celebró el alza de naftas con una loca euforia
En el sur de California, las naftas cuestan ya entre US$ 1,18 y 1,23 el litro, con diesel y gas oil en 1,39. Por vez primera desde el huracán Catalina, la inflación minorista mensual toco 1,1% en junio.