En realidad, la plaza se dejó llevar por los nervios al saber que Bear Stearns Cos. había armado dos fondos de cobertura (derivados) y que ambos están por agotar su valor bursátil, en buena medida porque se han disparado los riesgos de las hipotecas usurarias y los títulos emitidos en función de ellas. En la última media hora, un grupo de grandes operadores trataba de licuar pérdidas
Ese clima se sumaba a pobres resultados trimestrales de tecnológicas como Intel o Yahoo, que bajaron 5%. Mientras tanto, Benjamin Bernanke reveló al congreso que la Reserva Federal es menos optimista que hace seis meses sobre la evolución del producto bruto interno. En resumen, el segundo trimestre no quedará muy por encima del magro 0,8% anual registrado en enero-marzo.
A su criterio, también la caída en precios de bienes raíces puede prolongarse más allá de lo previsto por el emisor. Igual, reiteró el sonsonete sobre la necesidad de vigilar de cerca la inflación, pues su vocabulario no contiene términos como “deflación” o “estanflación”.
Naturalmente, varios analistas financieros vincularon los comentarios de Bernanke a la crisis de malas hipotecas. Pero, curiosamente, este tema sigue siendo eludido por la RF, la Securities & exchange commission y otras instancias reguladoras.
El Dow Jones industrial perdió 1,07%. A su vez, el Standard&Poor’s 500 bajaba 1,15%,, margen que el Nasdaq compuesto ampliaba a –1,2% Los títulos de Bear Stearns cayeron otro 2%. Londres retrocedió 0,85% y Fráncfort 1,45%. En este contexto, la nueva caída del dólar no ayuda: en San Pablo tocó R 1,853, mientras el euro alcanzaba en NuevaYork US$ 1,383 (otro récord) y la libra mantenía 2,055, pico en 27 años.
En realidad, la plaza se dejó llevar por los nervios al saber que Bear Stearns Cos. había armado dos fondos de cobertura (derivados) y que ambos están por agotar su valor bursátil, en buena medida porque se han disparado los riesgos de las hipotecas usurarias y los títulos emitidos en función de ellas. En la última media hora, un grupo de grandes operadores trataba de licuar pérdidas
Ese clima se sumaba a pobres resultados trimestrales de tecnológicas como Intel o Yahoo, que bajaron 5%. Mientras tanto, Benjamin Bernanke reveló al congreso que la Reserva Federal es menos optimista que hace seis meses sobre la evolución del producto bruto interno. En resumen, el segundo trimestre no quedará muy por encima del magro 0,8% anual registrado en enero-marzo.
A su criterio, también la caída en precios de bienes raíces puede prolongarse más allá de lo previsto por el emisor. Igual, reiteró el sonsonete sobre la necesidad de vigilar de cerca la inflación, pues su vocabulario no contiene términos como “deflación” o “estanflación”.
Naturalmente, varios analistas financieros vincularon los comentarios de Bernanke a la crisis de malas hipotecas. Pero, curiosamente, este tema sigue siendo eludido por la RF, la Securities & exchange commission y otras instancias reguladoras.
El Dow Jones industrial perdió 1,07%. A su vez, el Standard&Poor’s 500 bajaba 1,15%,, margen que el Nasdaq compuesto ampliaba a –1,2% Los títulos de Bear Stearns cayeron otro 2%. Londres retrocedió 0,85% y Fráncfort 1,45%. En este contexto, la nueva caída del dólar no ayuda: en San Pablo tocó R 1,853, mientras el euro alcanzaba en NuevaYork US$ 1,383 (otro récord) y la libra mantenía 2,055, pico en 27 años.