Wall St. cede, pese a indicios más claros de repunte económico

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La selección ponderada de once indicadores económicos y otra estadística local (Filadelfia) sugieren un repunte en ciernes. Pero Wall Street cede, en espera de que la Reserva Federal baje tasas la semana próxima.

Se trata nuevamente de una estadística privada. Esta vez, la selección de once indicadores que compila la Conference Board, especie de unión industrial. Este guarismo subió 1% en mayo, el mayor margen desde diciembre de 2001. En aquel momento, los analistas de Wall Street lo interpretaron como signo de que la recesión de 2000/1 quedaba atrás. Después, una serie de reveses –desinfle bursátil, escándalos empresarios, desempleo, crecientes déficit- fueron postergando el despegue hasta ahora.

Entretanto, la Reserva Federal de Filadelfia reveló que su propio índice industrial pasó de –4,8 en mayo a +4 este mes, algo que no ocurría desde febrero. Pero estadística refleja expectativas a seis meses. A partir de estos números y de los difundidos la semana pasada, 116 de 133 analistas bursátiles consultados por Bloomberg (87% de la muestra) creen que el comité de mercado abierto (Sistema de Reserva Federal) rebajará las dos tasas referenciales en su reunión del martes 24. Pero, en tanto 84 expertos esperan que los tipos bajen de 1,25 a 1% anual –el mínimo desde 1958-, sólo 32 predicen medio punto menos (o sea de 1,25 a 0,75%, un nivel inédito en más de 50 años).

En medio de tantas señales alentadoras, el sector accionario acentuaba perceptiblemente el repliegue amagado el miércoles. En primer lugar, porque el alza desde mediados de mayo ha llevado los precios a niveles sin relación con las utilidades potenciales de las cotizantes. En segundo término, pesan la falta de sustento que denotan las ganancias del sector financiero y los problemas en áreas específicas (automotores, General Electric, guerra Oracle-PeopleSoft).

Ello sin contar una medida de UBS Securities y JP Morgan Securities: ambas redujeron la calificación sobre Morgan Stanley Dean Witter, la segunda firma de valores en Wall Street. Horas antes, ésta había revelado una caída de rentabilidad. En este clima, el Standard&Poor’s 500 cedía casi 1,6%, el Dow Jones industrial 1,4% y 1,7% el Nasdaq compuesto. Por supuesto, influían los retrocesos registrados en Londres (-1,79%), Fráncfort (-1,73%) y el DJ EuroStoxx 20 (-1,88%). Sin embargo, ayer se supo que la economía norteamericana depende cada vez más de inversiones externas directas que no afluyen: el déficit de pagos corrientes sumaba US$ 136.100 millones a fin de marzo.

Se trata nuevamente de una estadística privada. Esta vez, la selección de once indicadores que compila la Conference Board, especie de unión industrial. Este guarismo subió 1% en mayo, el mayor margen desde diciembre de 2001. En aquel momento, los analistas de Wall Street lo interpretaron como signo de que la recesión de 2000/1 quedaba atrás. Después, una serie de reveses –desinfle bursátil, escándalos empresarios, desempleo, crecientes déficit- fueron postergando el despegue hasta ahora.

Entretanto, la Reserva Federal de Filadelfia reveló que su propio índice industrial pasó de –4,8 en mayo a +4 este mes, algo que no ocurría desde febrero. Pero estadística refleja expectativas a seis meses. A partir de estos números y de los difundidos la semana pasada, 116 de 133 analistas bursátiles consultados por Bloomberg (87% de la muestra) creen que el comité de mercado abierto (Sistema de Reserva Federal) rebajará las dos tasas referenciales en su reunión del martes 24. Pero, en tanto 84 expertos esperan que los tipos bajen de 1,25 a 1% anual –el mínimo desde 1958-, sólo 32 predicen medio punto menos (o sea de 1,25 a 0,75%, un nivel inédito en más de 50 años).

En medio de tantas señales alentadoras, el sector accionario acentuaba perceptiblemente el repliegue amagado el miércoles. En primer lugar, porque el alza desde mediados de mayo ha llevado los precios a niveles sin relación con las utilidades potenciales de las cotizantes. En segundo término, pesan la falta de sustento que denotan las ganancias del sector financiero y los problemas en áreas específicas (automotores, General Electric, guerra Oracle-PeopleSoft).

Ello sin contar una medida de UBS Securities y JP Morgan Securities: ambas redujeron la calificación sobre Morgan Stanley Dean Witter, la segunda firma de valores en Wall Street. Horas antes, ésta había revelado una caída de rentabilidad. En este clima, el Standard&Poor’s 500 cedía casi 1,6%, el Dow Jones industrial 1,4% y 1,7% el Nasdaq compuesto. Por supuesto, influían los retrocesos registrados en Londres (-1,79%), Fráncfort (-1,73%) y el DJ EuroStoxx 20 (-1,88%). Sin embargo, ayer se supo que la economía norteamericana depende cada vez más de inversiones externas directas que no afluyen: el déficit de pagos corrientes sumaba US$ 136.100 millones a fin de marzo.

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