<p>Entre cuarenta firmas neoyorquinas especializadas en la materia, dieciséis ya no sugieren comprar papeles de UBS y doce directamente recomiendan venderlos. El mayor banco hélveta continúa impolar entre sus pares, aun luego de haber liquidado casi todos sus activos tóxicos, un arreglo parcial con el servicio recaudador de impuestos (IRS) norteamericano y comprarle al estado suizo sus acciones en la entidad.</p>
<p>No obstante, durante el tercer trimestre se aceleraron los retiros de depósitos por parte de clientes ricos. Esto los eleva a unos US$ 180 millones en año y medio y deteriora la rentabilidad en la mayor sección del banco.</p>
<p>Se trata, claro, de la correspondiente a banca privada. Vale decir, cuentas numeradas (anónimas) de individuos y sociedades. Este negocio va achicándose por las ofensivas de Estados Unidos, Alemania, Italia, Francia y el grupo de los 20 sobre paraísos fiscales alrededor del mundo, comenzando por Suiza, Liechtenstein, Luxemburgo y Austria.</p>
<p>En la situación actual, el precio bursátil de UBS equivale a 14,5 veces los ingresos potenciales. Eso lo ubica tercero en riesgo, tras Hongkong & Shanghai Banking Corp. (HSBC, Londres) y UniCrédito (Milán). La entidad de Zürich no quiso formular comentarios sobre esos números y otros.<br />
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UBS: cifras e imagen cada vez más deterioradas
En general, los analistas se distancian de Union des Banques Suisses y sus papeles. Apenas 31% los recomienda. Inquietan el éxodo de clientes, un cuarto rojo trimestral seguido y el último puesto entre los diez mayores bancos de Europa occidental.