<p>El viernes, Obama y Merkel se veían tensos, nerviosos. El nuevo fracaso de las negociaciones comerciales Washington-Seúl, iniciadas en 2007 y sin salida virtuosa en el horizonte, definía el tono pesimista de la cumbre misma, segunda en apenas seis meses. En cuanto al euro, surgieron otros síntomas críticos en Irlanda.<br />
<br />
Por ahora, el cuadro está dominado por el peligroso contraste entre un Estados Unidos todavía en recesión (similar a parte de la Unión Europea) y una Alemania próspera, casi tanto como China aunque por otros motivos. Abroquelado en su intransigencia cambiaria, el presidente Hu Jintao fue terminante: “manejaremos el yüan en forma gradual. No trasladaremos nuestros problemas al exterior, como hacen otros”.<br />
<br />
Entretanto, José Manoel Durão Barroso, presidente de la comisión europea, no prestaba mucha atención a la borrascosa cumbre, que intentaba postergar el documento final. El portugués afronta un nuevo golpe de mercado sobre Irlanda y sus insostenibles apuros financieros. Al menos, así los ven ciertas bancas anglosajonas y fondos buitres. Dublin castiga al euro y la libra.<br />
<br />
Otras variables reflejan la eventual crisis celta. Por ejemplo, el barril de crudo en US$ 88, máximo del año, y el oro a US$ 1.410, pico en dieciocho meses. Pero Irlanda está, además, entre la espada –Alemania no quiere otro rescate europeo a Dublin- y la pared, banqueros especulativos que apuestan a un cese de pagos.<br />
<br />
Por el contrario, Merkel quiere que, esta vez, la factura la paguen los fondos buitres. Mientras tanto, los temores irlandeses empiezan a sentirse en España, Grecia, Portugal, Hungría, Letonia y la lejana Islandia. Sólo esta isla circumpolar está fuera del euro, pero sus penurias castigan a una economía más grande, el Reino Unido, también ajena al euro pero con una moneda en decadencia, la esterlina.</p>
<p> </p>
<p> </p>
Tiembla el euro y se acentúa el disenso EE.UU.-Alemania
Esta semana, el euro bajó de US$ 1,41 a 1,36, revelando suma debilidad. En plena cumbre del grupo de los 20, se ve el motivo: Angela Merkel aumenta la brecha con Barack Obama, anticipada en los roces entre el norteamericano y su anfitrión Li Myung-bak.