La caída de ayer (2,4%) llevó el Dow Jones industrial
a 7.683,1 puntos, el mínimo en casi cuatro años. El Standard&Poor´s
500 cedió 1,7%, pero el Nasdaq compuesto casi no se movió.
En la Unión Europea, Madrid cayó 3,4%, aunque Londres y París
descendieron apenas 1,4%. Pese al aumento especulativo del dólar -a R
3,78-, la bolsa paulista recortó pérdidas a 1,25%.
El emisor estadounidense deja en 1,75% anual el “call” mayorista
y en 1,25% el redescuento federal. Pero hubo un matiz: por primera vez un gobernador
-Edward Gramlich- y el jefe de la RF Dallas, Robert McTeer, disintieron
con Alan Greenspan (que se abstuvo). Ambos querían “rebajar las
tasas un cuarto de punto, porque peligra el repunte”. Greenspan compartió
el diagnóstico, pero no la iniciativa.
Este hecho y las advertencias difundidas tras la reunión han sido interpretadas
por varios analistas como “signo casi seguro” de que, en octubre o
noviembre, los tipos referenciales serán reducidos a 1,/1,5% anual. Dicho
de otro, el mercado también ve peligrar la ya lenta reactivación
de la economía física.
La caída de ayer (2,4%) llevó el Dow Jones industrial
a 7.683,1 puntos, el mínimo en casi cuatro años. El Standard&Poor´s
500 cedió 1,7%, pero el Nasdaq compuesto casi no se movió.
En la Unión Europea, Madrid cayó 3,4%, aunque Londres y París
descendieron apenas 1,4%. Pese al aumento especulativo del dólar -a R
3,78-, la bolsa paulista recortó pérdidas a 1,25%.
El emisor estadounidense deja en 1,75% anual el “call” mayorista
y en 1,25% el redescuento federal. Pero hubo un matiz: por primera vez un gobernador
-Edward Gramlich- y el jefe de la RF Dallas, Robert McTeer, disintieron
con Alan Greenspan (que se abstuvo). Ambos querían “rebajar las
tasas un cuarto de punto, porque peligra el repunte”. Greenspan compartió
el diagnóstico, pero no la iniciativa.
Este hecho y las advertencias difundidas tras la reunión han sido interpretadas
por varios analistas como “signo casi seguro” de que, en octubre o
noviembre, los tipos referenciales serán reducidos a 1,/1,5% anual. Dicho
de otro, el mercado también ve peligrar la ya lenta reactivación
de la economía física.