Fueron las exportaciones las que el año pasado alimentaron la expansión
de 0,3% de la economía japonesa, explican analistas. Pero si se produce
el ataque a Iraq, que seguramente va a provocar un severo daño a la economía
mundial, el sector exportador va a ser el primero en sentir los efectos.
La recesión prolongada produce una reacción en cadena. Las empresas,
agobiadas luego de más de cuatro años de precios en descenso,
despiden empleados para reducir costos. El desempleo llegó a 5,5% en
diciembre; el consumo, que representa 55% de la economía, sufre el peor
deterioro de la década.
Fueron las exportaciones las que el año pasado alimentaron la expansión
de 0,3% de la economía japonesa, explican analistas. Pero si se produce
el ataque a Iraq, que seguramente va a provocar un severo daño a la economía
mundial, el sector exportador va a ser el primero en sentir los efectos.
La recesión prolongada produce una reacción en cadena. Las empresas,
agobiadas luego de más de cuatro años de precios en descenso,
despiden empleados para reducir costos. El desempleo llegó a 5,5% en
diciembre; el consumo, que representa 55% de la economía, sufre el peor
deterioro de la década.