Por un lado, el presidente del euroemisor no quiso hablar del pacto de estabilidad fiscal (1996) ni su inminente reforma. Por el otro, declaró que el BCE no vacilará en elevar tipos básicos para prevenir presiones inflacionarias. Al revés que varios analistas, no quiso emplear el término que mejor refleja el horizonte regional: “estanflación” (estancamiento con inflación).
Hablando ante un grupo de banqueros centrales, en Fráncfort, Trichet, empero, trató de encuadrar sus advertencias en un “contexto de mediano plazo”. El discutido funcionario, por ende, parece sostener el 2% anual vigente desde hace tiempo. En privado, sus colegas francés, italiano y holandés creen que ese nivel ha quedado deactualizado. “Una cosa era 2% cuando las tasas referenciales en Estados Unidos apenas pasaban de 1%. Pero ahora llegan a 2,5% y Gran Bretaña está en 4,75%”, decía uno de ellos.
Por otra parte, el escaso dinamisno económico en la Eurozona –los doce que adhieren a la moneda común- y el resto de la Unión Europea (o sea, trece) desaconsejaría un aumento de tasas. En efecto, el propio BCE y la Comisión Europea no esperan más de 1,6% de crecimiento en el producto bruto regional (PBR). Pese a tan exiguo número, en general los analistas privado creen que 2005 no subirá de +1,3 a 1,4%.
Lo realmente curioso es que, con mercados tan volátiles alrededor del planeta, Trichet señalase que “todo sigue bajo control y nada hace pensar en una intervención de la Reserva Federal” (su comité monetario se reúne el 22). Pese a que sus propios técnicos de esperen una rebote sostenido del dólar y parezcan resignados a un euro por encima de US$ 1,32/33, si no más. En último término, al formular advertencias sobre tasas básicas, el BE está fomentano ulteriores alzas de su propia moneda.
Por un lado, el presidente del euroemisor no quiso hablar del pacto de estabilidad fiscal (1996) ni su inminente reforma. Por el otro, declaró que el BCE no vacilará en elevar tipos básicos para prevenir presiones inflacionarias. Al revés que varios analistas, no quiso emplear el término que mejor refleja el horizonte regional: “estanflación” (estancamiento con inflación).
Hablando ante un grupo de banqueros centrales, en Fráncfort, Trichet, empero, trató de encuadrar sus advertencias en un “contexto de mediano plazo”. El discutido funcionario, por ende, parece sostener el 2% anual vigente desde hace tiempo. En privado, sus colegas francés, italiano y holandés creen que ese nivel ha quedado deactualizado. “Una cosa era 2% cuando las tasas referenciales en Estados Unidos apenas pasaban de 1%. Pero ahora llegan a 2,5% y Gran Bretaña está en 4,75%”, decía uno de ellos.
Por otra parte, el escaso dinamisno económico en la Eurozona –los doce que adhieren a la moneda común- y el resto de la Unión Europea (o sea, trece) desaconsejaría un aumento de tasas. En efecto, el propio BCE y la Comisión Europea no esperan más de 1,6% de crecimiento en el producto bruto regional (PBR). Pese a tan exiguo número, en general los analistas privado creen que 2005 no subirá de +1,3 a 1,4%.
Lo realmente curioso es que, con mercados tan volátiles alrededor del planeta, Trichet señalase que “todo sigue bajo control y nada hace pensar en una intervención de la Reserva Federal” (su comité monetario se reúne el 22). Pese a que sus propios técnicos de esperen una rebote sostenido del dólar y parezcan resignados a un euro por encima de US$ 1,32/33, si no más. En último término, al formular advertencias sobre tasas básicas, el BE está fomentano ulteriores alzas de su propia moneda.