<p>La fundación estadigráfica Conference Board señala que, este mes, la confianza de los consumidores (o sea, sus perspectivas a tres/seis meses) cede de 57,2 puntos en mayo a 50,4. Vale decir, 11,9%. Mientras tanto, los precios de viviendas en abril han bajado 15,3% respecto de un año antes.</p>
<p>En este caso, se trata del índice S&P/Case-Shiller para las principales veinte concentraciones urbanas de Estados Unidos. Está en mínimo desde que se compila el indicador.</p>
<p>El gasto de las personas –incluye consumo, que no es lo mismo- representa 67% del producto bruto interno norteamericano. Desde hace meses, el público viene siendo castigado por la crisis inmobiliaria, el desempleo, el aumento de alimentos, energía y combustibles. Nadie toma en serio, claro, el “índice subyacente” de la Reserva Federal, pues excluye esos tres rubros, o sea la realidad.</p>
<p>En cuanto a los estímulos impositivos del gobierno republicano, tienen dos defectos. Uno es que alcanzan sólo a los inversores, la clase alta y media alta. Otro es que gastan rápidamente y especulaciones, rubros suntuarios y similares.</p>
<p>El factor laboral también pesa, pero en los estamentos bajos y medios bajos. Por ejemplo, la cantidad de personas cuyos ingresos de bolsillo les alcanzan ha cedido de 16,1% en mayo a 14,1% en junio. Por el contrario, tiene dificultades para obtener o retener empleo 30,5%, contra 28,3% un mes antes. Resultado: declinará en los tres/seis meses entrantes la compra de bienes durables, junto con los planes de vacaciones estivales.<br />
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Otra caída en confianza del público y precios de bienes raíces
La fe de la clase media norteamericana en la economía cede al piso desde 1992. En tanto, los valores de viviendas registran su peor retroceso. Ahora, se teme que los más prósperos se retraigan una vez gastados los reembolsos tributarios.