En realidad, el gobierno federal, vía fiscalía de circuito (Manhattan sur, terreno del juez Thomas Griesa), procesa quince eoperadores que trabajaban o trabajan para firmas “especialistas”. Se trata de las que arbitran en la compraventa de acciones durante una misma rueda. Constituyen la especie más antigua y peligrosa del mercado neoyorquino.
Junto con las acusaciones, los fiscales censuraron duramente a la propia Bolsa de Nueva York (NYSE) por fallas de autorregulación y extrema tolerancia. Tanto la justicia como la Securities & Exchange Commission (SEC) someterán a auditorias externas al NYSE. Esto nunca le pasó en sus 213 años de historia y es parte de una arreglo extrajudicial por US$ 20 millones.
En principio, la comisión federal de valores había acusado a veinte especialistas, inclusive dos ex directivos de Spear, Leeds & ellogg, una de las mayores firmas del segmento. El cargo básico era haber librado órdenes de compra o venta en beneficio propio, no de los clientes que atendían.
“Asombra ver esta clase de delitos en pleno piso. Todo ocurría bajo la vigilancia del NYSE, lo cual pone en tela de juicio su capacidad de supervisar como es debido a esa gente”. Así opina Jacob Zamansky, abogado local que suele representar a ahorristas e inversores en arbitrajes contra agentes y comisionistas bursátiles.
Las acciones iniciadas derivan de una detallada investigación sobre los “hacemercados”, que tomó dos años. Según David Kelley, fiscal federal, los abusos tuvieron lugar desde incios de 1999 a abril de 2003. O sea, durante el mandato de Richard Grasso, presidente del NYSE luego obligado a renunciar, que todavía litiga para no devolver parte de estipendios por US$ 144 millones. Es probale que el personaje sea involucrado en estas causas.
Los procesados son o fueron operadores de LaBranche & Company, Van der Moolen (firma holandesa “off shore”), Bear Wagner Specialists, Goldman Sachs Group, Spear Leed & Kellogg y Banc of America. Esto es, seis de las siete especialistas registradas en Wall Street. Entre los más conocidos figuran Todd Christie (ex co CEO de SLK) y Robert Luckow, colega suyo en la firma. También se hallan encausados Joseph Bongiorno, Patrick McGagh (socios en Van del Moolen), Frank Delaney, Kevin Fee (directores en BW) y Frederick DeBoer (LaBranche).
A todos les reclama la SEC sanciones civiles, multas, restitución de ganancias mal habidas y veda para operar en la actividad. Algunos expertos latinoamericanos subrayan que –de Méjico al sur- las dos últimas penas casi no existen, pues “son mercado chicos, manejados entre amigos. Salvo San Pablo”.
En realidad, el gobierno federal, vía fiscalía de circuito (Manhattan sur, terreno del juez Thomas Griesa), procesa quince eoperadores que trabajaban o trabajan para firmas “especialistas”. Se trata de las que arbitran en la compraventa de acciones durante una misma rueda. Constituyen la especie más antigua y peligrosa del mercado neoyorquino.
Junto con las acusaciones, los fiscales censuraron duramente a la propia Bolsa de Nueva York (NYSE) por fallas de autorregulación y extrema tolerancia. Tanto la justicia como la Securities & Exchange Commission (SEC) someterán a auditorias externas al NYSE. Esto nunca le pasó en sus 213 años de historia y es parte de una arreglo extrajudicial por US$ 20 millones.
En principio, la comisión federal de valores había acusado a veinte especialistas, inclusive dos ex directivos de Spear, Leeds & ellogg, una de las mayores firmas del segmento. El cargo básico era haber librado órdenes de compra o venta en beneficio propio, no de los clientes que atendían.
“Asombra ver esta clase de delitos en pleno piso. Todo ocurría bajo la vigilancia del NYSE, lo cual pone en tela de juicio su capacidad de supervisar como es debido a esa gente”. Así opina Jacob Zamansky, abogado local que suele representar a ahorristas e inversores en arbitrajes contra agentes y comisionistas bursátiles.
Las acciones iniciadas derivan de una detallada investigación sobre los “hacemercados”, que tomó dos años. Según David Kelley, fiscal federal, los abusos tuvieron lugar desde incios de 1999 a abril de 2003. O sea, durante el mandato de Richard Grasso, presidente del NYSE luego obligado a renunciar, que todavía litiga para no devolver parte de estipendios por US$ 144 millones. Es probale que el personaje sea involucrado en estas causas.
Los procesados son o fueron operadores de LaBranche & Company, Van der Moolen (firma holandesa “off shore”), Bear Wagner Specialists, Goldman Sachs Group, Spear Leed & Kellogg y Banc of America. Esto es, seis de las siete especialistas registradas en Wall Street. Entre los más conocidos figuran Todd Christie (ex co CEO de SLK) y Robert Luckow, colega suyo en la firma. También se hallan encausados Joseph Bongiorno, Patrick McGagh (socios en Van del Moolen), Frank Delaney, Kevin Fee (directores en BW) y Frederick DeBoer (LaBranche).
A todos les reclama la SEC sanciones civiles, multas, restitución de ganancias mal habidas y veda para operar en la actividad. Algunos expertos latinoamericanos subrayan que –de Méjico al sur- las dos últimas penas casi no existen, pues “son mercado chicos, manejados entre amigos. Salvo San Pablo”.