Han pedido al banco que entregue informes que contengan la identidad de los empleados que participaron en la creación de cuentas falsas y los de sus gerentes. También quieren los emails, mensajes de texto y detalles sobre lo que les cobraban a los clientes.
Esto sirve a modo de recordatorio de que el escándalo sigue en Wells Fargo, aun después de la renuncia del presidente y CEO, John Stumpf.Con su alejamiento el banco esperaba acallar la indignación pública al saber que desde hace cinco años miles de empleados del banco abrían cuentas falsas cuyo mantenimiento cobraban a los clientes todos los meses.
Las investigaciones, que son varias y no han terminado, indican que todavía existe el peligro de que sigan a apareciendo revelaciones que dañen aun más la reputación del banco.