Moody´s, Standard & Poors: más iliquidez y enfriamiento

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Las dos principales calificadoras de riesgo reajustan sus pronósticos para el año. Pese a la nueva inyección de fondos a corto plazo, esperan mayores restricciones crediticias y menor demanda real en Estados Unidos.

Raymond McDaniel, director ejecutivo de Moody’s Investors Service, cree que las utilidades por acción y los ingresos bajarán máa de lo previsto. Terence McGraw, su colega de McGraw-Hill (controlante de S&P), tampoco estima que su división de servicios financieros satisfaga las proyecciones originales para 2008.

Irónicamente, ambos directivos expusieron en una conferencia auspiciada por Bear Stearns, quizá la firma de valores más al borde del colapso debido a la doble crisis iniciada en agosto. En cuanto a ambas calificadoras, sufren una caída de demanda, de la cual son culpables por su insistencia en mantener –más allá de lo sensato- la nota AAA sobre bonos y paquetes respaldados en hipotecas de mala calidad.

Esos segmentos se desplomaron y, con ellos, las aseguradoras de bonos, también beeficiadas, hasta hoy, la AAA de ambas agencias. Sin confesarlo directamente, McDaniel y McGraw dieron a entender que “nuestro mercado se congeló y tenemos que admitir esa realidad”. Algunos analistas fueron irónicos: “no hacía falta costearse hasta Palm Beach para decirlo”, decían.

Según Moody’s, la ganancia por papel cederá de US$ 2,17/25 a 1,92/2. Standard & Poor’s no dio las nuevas proyecciones. El mayor accionista de la primera (20%) es el holding Berkshire Hathaway, controlado por Warren Buffett (no estaba en aquella reunión). En cuanto a S&P, participa del paquete la agencia especializada Bloomberg’s.

Raymond McDaniel, director ejecutivo de Moody’s Investors Service, cree que las utilidades por acción y los ingresos bajarán máa de lo previsto. Terence McGraw, su colega de McGraw-Hill (controlante de S&P), tampoco estima que su división de servicios financieros satisfaga las proyecciones originales para 2008.

Irónicamente, ambos directivos expusieron en una conferencia auspiciada por Bear Stearns, quizá la firma de valores más al borde del colapso debido a la doble crisis iniciada en agosto. En cuanto a ambas calificadoras, sufren una caída de demanda, de la cual son culpables por su insistencia en mantener –más allá de lo sensato- la nota AAA sobre bonos y paquetes respaldados en hipotecas de mala calidad.

Esos segmentos se desplomaron y, con ellos, las aseguradoras de bonos, también beeficiadas, hasta hoy, la AAA de ambas agencias. Sin confesarlo directamente, McDaniel y McGraw dieron a entender que “nuestro mercado se congeló y tenemos que admitir esa realidad”. Algunos analistas fueron irónicos: “no hacía falta costearse hasta Palm Beach para decirlo”, decían.

Según Moody’s, la ganancia por papel cederá de US$ 2,17/25 a 1,92/2. Standard & Poor’s no dio las nuevas proyecciones. El mayor accionista de la primera (20%) es el holding Berkshire Hathaway, controlado por Warren Buffett (no estaba en aquella reunión). En cuanto a S&P, participa del paquete la agencia especializada Bloomberg’s.

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