La mejora, según Moody’s Investors Service, se basa en la continua recuperación económica y fiscal, a partir de los severos problemas experimentados a principios de esta década. También influyen prácticas presupuestarias que contribuyen a la flexibilidad financiera.
La ciudad generó sólidos y crecientes superávit en 2003-4, en tanto los resultados del primer trimestre indican que 2005 registrará nuevamente resultados positivos. Los ingresos excedieron las estimaciones en 2003-4, mientras los gastos y su tasa de crecimiento se han mantenido por debajo de los ingresos.
El positivo desempeño fiscal se alcanzó merced al alza de ingresos –más de 36% en 2003, casi 29% en 2004–, sostenido en la recuperación económica. También pesó el uso de planes plurianuales para guiar decisiones de gasto, práctica que debiera contribuir a sólidos resultados en forma continuada.
El todavía bajo nivel de las nuevas calificaciones trasunta riesgos crediticios derivados de incertidumbres económicas, relaciones de deuda que se incrementaron sustancialmente tras la devaluación del peso a principios de 2002 y la necesidad de resistir continuas presiones fiscales. Las relaciones de deuda respecto del PBI y los ingresos totales disminuyeron en 2003 y 2004.
La mejora, según Moody’s Investors Service, se basa en la continua recuperación económica y fiscal, a partir de los severos problemas experimentados a principios de esta década. También influyen prácticas presupuestarias que contribuyen a la flexibilidad financiera.
La ciudad generó sólidos y crecientes superávit en 2003-4, en tanto los resultados del primer trimestre indican que 2005 registrará nuevamente resultados positivos. Los ingresos excedieron las estimaciones en 2003-4, mientras los gastos y su tasa de crecimiento se han mantenido por debajo de los ingresos.
El positivo desempeño fiscal se alcanzó merced al alza de ingresos –más de 36% en 2003, casi 29% en 2004–, sostenido en la recuperación económica. También pesó el uso de planes plurianuales para guiar decisiones de gasto, práctica que debiera contribuir a sólidos resultados en forma continuada.
El todavía bajo nivel de las nuevas calificaciones trasunta riesgos crediticios derivados de incertidumbres económicas, relaciones de deuda que se incrementaron sustancialmente tras la devaluación del peso a principios de 2002 y la necesidad de resistir continuas presiones fiscales. Las relaciones de deuda respecto del PBI y los ingresos totales disminuyeron en 2003 y 2004.