La cercanía de los cien dólares por barril, en el caso de los tejanos intermedios (Nueva York) infla los valores para entrega en quince y treinta días. La extrema debilidad del dólar y existencia de refinados apenas para lo justo antes de empezar el invierno boreal acentuaban el sesgo alcista.
En realidad, con el Brent nórdico (Londres) en su propio pico, US$ 93, el WTI llegó a pasar un momento los 97, para replegarse a 96,75. Sea como fuere, estos niveles nominales se aproximan al récord (1980) que, en dólares constantes, se hallaría ahora en US$ 102 a 110. Depende de los cálculos circulantes.
Otro factor en la corrida hacia productos primarios y bonos de tesorería reside en el creciente escepticismo respecto de las colocaciones bursátiles, especialmente en Wall Street. Los diarios maquillajes de indicadores y otras maniobras para prolongar burbujas o frenar retrocesos no ocultan un problema de fondo: nadie sabe cuándo ni cómo acabarán las crisis de malas hipotecas y de liquidez financiera. El desplome, en pocos días, de Merrill Lynch y Citigroup ha puesto muy nerviosa a mucha gente.
En cuanto a combustibles, las vísperas invernales se hacen sentir. El departamento federal del ramo estima que la demanda de petróleo –en las economías centrales- alcanzará 40.000 barriles diarios este trimestre y el siguiente.
La cercanía de los cien dólares por barril, en el caso de los tejanos intermedios (Nueva York) infla los valores para entrega en quince y treinta días. La extrema debilidad del dólar y existencia de refinados apenas para lo justo antes de empezar el invierno boreal acentuaban el sesgo alcista.
En realidad, con el Brent nórdico (Londres) en su propio pico, US$ 93, el WTI llegó a pasar un momento los 97, para replegarse a 96,75. Sea como fuere, estos niveles nominales se aproximan al récord (1980) que, en dólares constantes, se hallaría ahora en US$ 102 a 110. Depende de los cálculos circulantes.
Otro factor en la corrida hacia productos primarios y bonos de tesorería reside en el creciente escepticismo respecto de las colocaciones bursátiles, especialmente en Wall Street. Los diarios maquillajes de indicadores y otras maniobras para prolongar burbujas o frenar retrocesos no ocultan un problema de fondo: nadie sabe cuándo ni cómo acabarán las crisis de malas hipotecas y de liquidez financiera. El desplome, en pocos días, de Merrill Lynch y Citigroup ha puesto muy nerviosa a mucha gente.
En cuanto a combustibles, las vísperas invernales se hacen sentir. El departamento federal del ramo estima que la demanda de petróleo –en las economías centrales- alcanzará 40.000 barriles diarios este trimestre y el siguiente.