Tanto el veredicto –no se cree que la causa llegue a la Corte Suprema de Estados Unidos- como un eventual acuerdo con el FMI “son indispensables para darles un respiro a las finanzas públicas. Por otra parte –señala el informe a los clientes de Arpenta, operador de mercado abierto-, finalmente comenzó la ronda de audiencias tarifarias con empresas energéticas”.
Como se sabe, el tribunal federal de alzada (Manhattan sur) suspedió la audiencia el miércoles 26, sin tomar una decisión sobre los US$ 7.000 millones en bonos embargados por Thomas Griesa, juez de primera instancia. “A pesar de eso y más allá del riesgo de que otros fondos especulativos interpongan nuevos embargos, el gobierno –anota el informe- se muestra optimista. Las probabilidades de llevar el caso a la Corte son mínimas. Por lo tanto, un fallo favorable permitiría proseguir no sólo con el pago de cupones atrasados de la nueva deuda sino, también, con la emisión de boden 2012 y 2014 para cubrir sus necesidades del corriente año”.
No obstante, el problema de bonistas e intermediarios autoexcluidos continuará latente. Tanto Roberto Lavagna como NéstosKirchner mantienen la postura de no reabrir el canje, al menos como lo plantean los acreedores y sus voceros. En cuanto al FMI, “sólo habla de elaborar una estrategia para definir el destino de los esos tenedores de bonos”.
Respecto de esa entidad, cuyas facultades y ámbito de acción mermar tras la última reunión del Grupo de los 7 (por ejemplo, se desentiende de China e India), “los vencimientos argentinos totalizan US$ 4.425 millones. En primera instancia, no debiera haber mayores inconvenientes para afrontarlos, gracias al abultado superávit fiscal alcanzado en los últimos dos ejercicios”.
Sin embargo, para evitar descalces financieros temporales, Economía buscaría colocar nueva deuda (boden 2012, 2014). Esta situación ya estaba contemplada en el presupuesto. Del total de vencimientos con organismos para el corriente año, 60% es a partir de agosto. Ergo, hay tres meses para llegar a acuerdo y refinanciar esas deudas.
Por el momento, “la estrategia de Lavagna consiste en acumular reservas, empleando superávit fiscal y acumulandos divisas vía Tesorería para hacer frente a los futuros pagos. En este sentido, el Banco Nación se consolidó como comprador neto de dólares.
Tanto el veredicto –no se cree que la causa llegue a la Corte Suprema de Estados Unidos- como un eventual acuerdo con el FMI “son indispensables para darles un respiro a las finanzas públicas. Por otra parte –señala el informe a los clientes de Arpenta, operador de mercado abierto-, finalmente comenzó la ronda de audiencias tarifarias con empresas energéticas”.
Como se sabe, el tribunal federal de alzada (Manhattan sur) suspedió la audiencia el miércoles 26, sin tomar una decisión sobre los US$ 7.000 millones en bonos embargados por Thomas Griesa, juez de primera instancia. “A pesar de eso y más allá del riesgo de que otros fondos especulativos interpongan nuevos embargos, el gobierno –anota el informe- se muestra optimista. Las probabilidades de llevar el caso a la Corte son mínimas. Por lo tanto, un fallo favorable permitiría proseguir no sólo con el pago de cupones atrasados de la nueva deuda sino, también, con la emisión de boden 2012 y 2014 para cubrir sus necesidades del corriente año”.
No obstante, el problema de bonistas e intermediarios autoexcluidos continuará latente. Tanto Roberto Lavagna como NéstosKirchner mantienen la postura de no reabrir el canje, al menos como lo plantean los acreedores y sus voceros. En cuanto al FMI, “sólo habla de elaborar una estrategia para definir el destino de los esos tenedores de bonos”.
Respecto de esa entidad, cuyas facultades y ámbito de acción mermar tras la última reunión del Grupo de los 7 (por ejemplo, se desentiende de China e India), “los vencimientos argentinos totalizan US$ 4.425 millones. En primera instancia, no debiera haber mayores inconvenientes para afrontarlos, gracias al abultado superávit fiscal alcanzado en los últimos dos ejercicios”.
Sin embargo, para evitar descalces financieros temporales, Economía buscaría colocar nueva deuda (boden 2012, 2014). Esta situación ya estaba contemplada en el presupuesto. Del total de vencimientos con organismos para el corriente año, 60% es a partir de agosto. Ergo, hay tres meses para llegar a acuerdo y refinanciar esas deudas.
Por el momento, “la estrategia de Lavagna consiste en acumular reservas, empleando superávit fiscal y acumulandos divisas vía Tesorería para hacer frente a los futuros pagos. En este sentido, el Banco Nación se consolidó como comprador neto de dólares.