Menos productividad laboral y desempleo hacen temer inflación

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El crecimiento de la productividad laboral perdió impulso, pero también hubo menos pedidos de subsidios por desempleo a fin de enero. Esta combinación tiene un potencial inflacionario que preocupa en Wall Street y la Reserva Federal.

En realidad, la desaceleración de productividad quiere decir que el sector privado echó menos gente en diciembre, razón por cual ahora hay menos nuevos desocupados cobrando el subsidio federal. Esta mezcla genera esperanza de mayor recreación del empleo, pero también crea temores de inflación. Por lo menos, entre técnicos, funcionarios y grupos de interés ortodoxos.

Otro factor que atemperó s los optimistas fue cierto enfriamiento en el sector servicios, que representa 77% del PBI norteamericano. En cuarto lugar, se informó que las compras mayoristas ascendieron apenas 0,3% en diciembre.

Volviendo a la productividad en industria y servicios, salvo el sector rural, creció en el IV trimestre a razón de sólo 0,8% anual. Ello contrasta con el +1,8% del III trimestre y empalma con la proyección del PBI anualizado (apenas 3,1%). LA cifra de productividad es la menor desde el primer trimestre de 2001, en plena “minirrecesión”.

Ese desaceleramiento hizo que el costo laboral unitario, signo claro de inflación, subiese a razón de 2,3% anual. Es la mayor diferencia en treinta meses y marca amplio margen respecto del 1,6% del III trimestre. Por vía separada, el gobierno indicó que los pedidos de nuevos subsidios por desempleo cedieron a 316.000 la semana pasada. Es uno de los mínimos registrados desde que la economía entró en recesión (2001). Ahora, los mercados aguardan los datos sobre desocupación que el departamento de Trabajo emite mañana viernes.

En realidad, la desaceleración de productividad quiere decir que el sector privado echó menos gente en diciembre, razón por cual ahora hay menos nuevos desocupados cobrando el subsidio federal. Esta mezcla genera esperanza de mayor recreación del empleo, pero también crea temores de inflación. Por lo menos, entre técnicos, funcionarios y grupos de interés ortodoxos.

Otro factor que atemperó s los optimistas fue cierto enfriamiento en el sector servicios, que representa 77% del PBI norteamericano. En cuarto lugar, se informó que las compras mayoristas ascendieron apenas 0,3% en diciembre.

Volviendo a la productividad en industria y servicios, salvo el sector rural, creció en el IV trimestre a razón de sólo 0,8% anual. Ello contrasta con el +1,8% del III trimestre y empalma con la proyección del PBI anualizado (apenas 3,1%). LA cifra de productividad es la menor desde el primer trimestre de 2001, en plena “minirrecesión”.

Ese desaceleramiento hizo que el costo laboral unitario, signo claro de inflación, subiese a razón de 2,3% anual. Es la mayor diferencia en treinta meses y marca amplio margen respecto del 1,6% del III trimestre. Por vía separada, el gobierno indicó que los pedidos de nuevos subsidios por desempleo cedieron a 316.000 la semana pasada. Es uno de los mínimos registrados desde que la economía entró en recesión (2001). Ahora, los mercados aguardan los datos sobre desocupación que el departamento de Trabajo emite mañana viernes.

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