Naturalmente, hubo euforia accionaria y cedieron los bonos federales. Para los gurúes, ello significa que los mercados ven el plan (cuarto de sus características desde septiembre) como remedio viables para dos crisis que amenazan el crecimiento económico de Occidente.
“Esto es más de lo mismo y sus efectos no tardarán en agotarse”, sostuvieron al unísono los megafinancistas George Sörös y Warren Buffett. Mientras tanto, el Dow Jones 20 ganaba hasta 250 puntos.
En otro esfuerzo conjunto para quebrar la contracción del crédito que perturba economías occidentales (no la global, debido al desacople de Rusia, Oriente, Asia meridional, Levante y Sudamérica), cinco bancos centrales anunciaso una serie de medidas para crear liquidez.
La Reserva Federal incrementó a US$ 200.000 millones el programa que ofrece a los intermediarios directos en forma de letras a 28 días. También expande la masa de títulos hipotecarios admisibles como colaterales de préstamos. En realidad, los que la RF fomenta es canjear bonos que nadie quiere por títulos fáciles de colocar,
Esta medidas reflejan un estado de necesidad en algunas compañías hipotecarias sin efectivo, cuyos bonos se venían abajo. Los inversores, paralizados por temores a un colapso en mercados de deuda. Eso provocó desmoronamiento de precios y ofertas de venta sin compradores.
El salvataje “in extremis” siguió a otro anuncio de la RF, el viernes: elevará a US$ 100.000 millones las subastas a corto plazo este mes. Luego, lanzará una US$ 100.000 millones en recompras. Todo el paquete implica US$ 400.000 millones en fondos frescos.
Naturalmente, hubo euforia accionaria y cedieron los bonos federales. Para los gurúes, ello significa que los mercados ven el plan (cuarto de sus características desde septiembre) como remedio viables para dos crisis que amenazan el crecimiento económico de Occidente.
“Esto es más de lo mismo y sus efectos no tardarán en agotarse”, sostuvieron al unísono los megafinancistas George Sörös y Warren Buffett. Mientras tanto, el Dow Jones 20 ganaba hasta 250 puntos.
En otro esfuerzo conjunto para quebrar la contracción del crédito que perturba economías occidentales (no la global, debido al desacople de Rusia, Oriente, Asia meridional, Levante y Sudamérica), cinco bancos centrales anunciaso una serie de medidas para crear liquidez.
La Reserva Federal incrementó a US$ 200.000 millones el programa que ofrece a los intermediarios directos en forma de letras a 28 días. También expande la masa de títulos hipotecarios admisibles como colaterales de préstamos. En realidad, los que la RF fomenta es canjear bonos que nadie quiere por títulos fáciles de colocar,
Esta medidas reflejan un estado de necesidad en algunas compañías hipotecarias sin efectivo, cuyos bonos se venían abajo. Los inversores, paralizados por temores a un colapso en mercados de deuda. Eso provocó desmoronamiento de precios y ofertas de venta sin compradores.
El salvataje “in extremis” siguió a otro anuncio de la RF, el viernes: elevará a US$ 100.000 millones las subastas a corto plazo este mes. Luego, lanzará una US$ 100.000 millones en recompras. Todo el paquete implica US$ 400.000 millones en fondos frescos.