<p>Unos 2.500 trabajadores corren para terminar la mayor refinería mundial para procesar metales raros. Por otra parte, será la primera productora de minerales críticos fuera de China en casi treinta años. Para Malasia y las empresas usuarias tecnológicamente más adelantadas, la planta es un apuesta tendiente a lograr procesos lo bastante seguros como para que los riegos ambientales valgan la pena en términos de beneficios.<br />
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Otrora poco conocidos fuera de círculos científicos y técnicos, los metales raros (REM, rare-earth metals) se han tornado cada vez más vitales en manufacturas de tecnología avanzada. Pero, como lo sufrió Malasia en carne propia, hace decenios, refinar estos minerales comúnmente deja toneladas de residuos radiactivos de baja intensidad.<br />
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Por tanto, el resto del planeta cedía el trabajo sucio a los chinos. Sus refinerías y procesadoras, apenas reguladas y, en ciertos casos, ilícitas han creado basureros tóxicos, émulos de Chernobyl. El escaso entusiasmo de otros países explica que China refine por lo menos 95% de la oferta total de REM. Por supuesto, el gigante oriental esgrime ese virtual monopolio como instrumento comercial.<br />
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Sin ir más lejos, en septiembre último Beijing impuso un embargo bimestral sobre embarques a Japón y, en un momento, lo extendió a Estados Unidos y la Unión Europea. Esta clase de medidas ha contribuido a elevar los precios a cotas récord, por lo cual algunas economías centrales pugnan por alternativas.<br />
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Esta situación explica que Lynas, la poderosa minera australiana, se apresure en concluir su proyecto de US$ 230 millones en el puerto industrial de Kuantan, Malasia. La primera fase debe terminarse a fines de año. La planta refinará mineral de baja radioactividad proveniente de una mina a 4.000 kilómetros de distancia. ¿Por qué se eligió Kuantan y no el desierto australiano? Simple: la amplia diferencia en costos laborales y la ausencia de un partido Verde fuerte. <br />
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Malasia apuesta fuerte a los metales críticos
Un colosal proyecto malayo puede definir si es posible quebrar el dominio chino en metales estratégicos. Son insumos indispensables para productos como el iPhone (Apple), el Prius -coche híbrido de Toyota- o bombas para aviones Boeing.