En EE.UU, el Departamento Federal de Comercio acaba de reducir la estimación
de crecimiento durante el primer trimestre. La cifra anualizada cede de 5,8
a 5,6%. Además, la misma fuente ha bajado las proyecciones para los restantes
trimestres de 2002. Ambas correcciones obedecen a los mismos factores: menores
gastos (consumidores y sector público) y menor ritmo de inversiones en
el sector privado.
Aquel 5,6% anualizado en enero-marzo sigue muy por encima del 1,7% registrado
un año antes. Por tanto, econometristas del gobierno y las empresas siguen
persuadidos de que el país ha salido del enfriamiento sufrido en 2001.
Sea como fuere, ahora Comercio estima que, para todo 2002, el producto bruto
interno recobrará alrededor de 3%. "El nivel de consumo y la venta
de vivienda apuntan a la reactivación pero, solos, no alcanzarán
y, por tanto, el PBI subirá 2,8% en el año. Ya en 2003, posiblemente
suba 3,5%", opina FleetBoston Financial. Hasta 2002, el ritmo era
4%.
En la Unión Europea, la cuestión tiene otros ejes. De acuerdo
con el informe anual sobre competitividad (comité ejecutivo, Bruselas),
"la región no logrará convertirse en primera economía
para 2010, como estaba previsto". Al respecto, el finés Erkki Liikanen,
comisionado de Industria, señala que la productividad laboral mejoró
apenas 0,5% en 2001, contra una media de 1,2% en el quinquenio 1996-2000.
Tomando 100 como indicador de la productividad en EE.UU., la de la UE representa
apenas 78 puntos. Bajo esa media regional figuran Alemania (74), España
(73) y Gran Bretaña (igual). Por encina están Austria (80), Italia
(83), Francia (87), Bélgica (88), Irlanda (90), Holanda (94), Finlandia
(95), Luxemburgo (97). El resto muestra menos de 74 puntos.
Hay dos rasgos comunes. En ambas economías, aumentar el ritmo de reactivación
exigiría que el sector privado invirtiese más en renovar maquinaría
y equipos. En particular, computadoras y tecnología informática.
El otro factor reside en telecomunicaciones y medios, donde usuarios y abonados
se han retraído mucho más de lo esperado.
En EE.UU, el Departamento Federal de Comercio acaba de reducir la estimación
de crecimiento durante el primer trimestre. La cifra anualizada cede de 5,8
a 5,6%. Además, la misma fuente ha bajado las proyecciones para los restantes
trimestres de 2002. Ambas correcciones obedecen a los mismos factores: menores
gastos (consumidores y sector público) y menor ritmo de inversiones en
el sector privado.
Aquel 5,6% anualizado en enero-marzo sigue muy por encima del 1,7% registrado
un año antes. Por tanto, econometristas del gobierno y las empresas siguen
persuadidos de que el país ha salido del enfriamiento sufrido en 2001.
Sea como fuere, ahora Comercio estima que, para todo 2002, el producto bruto
interno recobrará alrededor de 3%. "El nivel de consumo y la venta
de vivienda apuntan a la reactivación pero, solos, no alcanzarán
y, por tanto, el PBI subirá 2,8% en el año. Ya en 2003, posiblemente
suba 3,5%", opina FleetBoston Financial. Hasta 2002, el ritmo era
4%.
En la Unión Europea, la cuestión tiene otros ejes. De acuerdo
con el informe anual sobre competitividad (comité ejecutivo, Bruselas),
"la región no logrará convertirse en primera economía
para 2010, como estaba previsto". Al respecto, el finés Erkki Liikanen,
comisionado de Industria, señala que la productividad laboral mejoró
apenas 0,5% en 2001, contra una media de 1,2% en el quinquenio 1996-2000.
Tomando 100 como indicador de la productividad en EE.UU., la de la UE representa
apenas 78 puntos. Bajo esa media regional figuran Alemania (74), España
(73) y Gran Bretaña (igual). Por encina están Austria (80), Italia
(83), Francia (87), Bélgica (88), Irlanda (90), Holanda (94), Finlandia
(95), Luxemburgo (97). El resto muestra menos de 74 puntos.
Hay dos rasgos comunes. En ambas economías, aumentar el ritmo de reactivación
exigiría que el sector privado invirtiese más en renovar maquinaría
y equipos. En particular, computadoras y tecnología informática.
El otro factor reside en telecomunicaciones y medios, donde usuarios y abonados
se han retraído mucho más de lo esperado.