<p>Curiosamente, la entidad recién da ese paso cuando aparece la primera muerte en Estados Unidos. Margaret Chan, directora general de la OMS, explicó no obstante que el nivel 5 refleja “no menos de dos países con casos declarados por contacto humano. Posiblemente lleguemos al grado 6”.<br />
Para la noche del miércoles, eran nueve los países afectados pero México, solo, aportaba 2.400 casos. En EE.UU., Barack Obama sugirió cerrar temporariamente escuelas en los estados más golpeados. Inmediatamente, Texas –uno de los diez castigados- procedió a hacerlo. En todo ese país, se acercaban a cien los casos verificados, la mitad en Nueva York.<br />
Pese a esos signos, una autoridad como Roberto Gallo (instituto de virología humana, universidad de Maryland) recordó que “el contagio viral vía animales domésticos data de milenios”. En cuanto al virus A-H1N1, nombre técnico de la gripe porcina, que no lo es, dice: “Es prematuro definir su gravedad. Hace cinco años, se predijo que la gripe aviaria sería una pandemia fulminante y eso no sucedió”.<br />
Por supuesto, el científico no dice que no pueda ocurrir lo peor aunque, en cierto modo, critique a la OMS por su apresuramiento. “Si sigue mutando a cepas más contagiosas, el peligro aumentaría. De hecho, el virus de la gripe aviaria continúa latente y podría ser peor que el A-H1N1. Ambos atacan preferentemente a niños y jóvenes porque reaccionan excesivamente a sistemas autoinmunológicos fuertes”.<br />
Tras señalar que este tipo de problemas es mejor manejado por el estado que por el sector privado, Gallo ridiculiza la criminalización de los cerdos. También la actitud de Israel y los árabes, prohibiendo usar el término “porcino”, pues esa carne es tabú entre judíos y musulmanes. Como en otras instancias, la religión puede ser un problema. </p>
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La OMS en alerta 5, pero algunos científicos dudan
La Organización Mundial de Salud eleva a grado cinco, uno bajo el máximo, el nivel de alerta sobre la (mal llamada) gripe porcina. Pero un célebre epidemiólogo, Roberto Gallo -codescubridor del HIV- no cree en una pandemia.