La brecha cambiaria subsidia a los más ricos

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Las reservas internacionales de Argentina caen a contramano de la región, que en estos años, las incrementó. Hoy en el mundo sigue habiendo excedentes de dólares, y hasta no hace tantos años algunos pronosticaban su derrumbe como moneda de resguardo.

El valor del dólar se fue depreciando con respecto a un mundo lleno de excedentes. La pérdida de reservas para el gobierno nacional no ha llamado tanto la atención hasta este año, analiza Nicolás Bernabé, investigador asistente del Área de Economía del IAE Business School, en el informe económico mensual número 132.

 

La baja se justificó con pagos de deuda y financiación de sectores productivos. Es una respuesta cuestionable porque se pueden renovar los vencimientos de la deuda, como también pagar, en lugar de otorgar subsidios que se dieron a sectores de alto poder adquisitivo o empresas.

 

De cualquier forma, lo correcto es pagar nuestras obligaciones. Con el objetivo de que no haya una fuga de capitales generalizada, desde noviembre de 2011 se empezaron a generar restricciones para adquirir divisas, afirma el economista.

 

A lo largo del tiempo, la adquisición de dólares se fue haciendo más difícil, y a la par, el dólar informal fue subiendo su cotización.

 

La brecha entre el dólar informal y el oficial llegó a ser de más del 60% creando un subsidio a quienes tenían mayor poder adquisitivo.

 

El gobierno tomó nota de esta situación y empezó a subir tributos para compensar esa diferencia. Comenzó con una retención adicional a las compras con tarjeta de crédito, y llegó a enviar un proyecto para incrementar el tributo a bienes suntuosos a tasas que van del 30% al 50%.

 

Con respecto al turismo y bienes de lujo es cierto que es una tremenda inequidad el subsidio que ha generado la diferencia entre el dólar oficial y el paralelo.

 

Evidentemente, en este sentido se han distribuido los recursos para los que más tienen y no para quienes realmente lo necesitan.

 

Para resolver este tipo de políticas o se eliminan la mayoría de las distorsiones, o se siguen generando algunas.

 

El ejemplo más claro es la posible pérdida de trabajo en concesionarias, o caídas en la producción. Si bien no es tan claro el efecto de impuestos sobre los modelos de autos más económicos, es posible que también suban.

 

De cualquier forma, los precios ya se están incrementando y los autos que pueden sustituir a los que recae el impuesto también valdrán más.

 

Adicionalmente, los seguros, y otros costos que involucran el mantenimiento del auto también aumentarán de valor. Lo mismo puede ocurrir con las agencias de turismo que ante la incertidumbre tienen inconvenientes a la hora de seguir adelante. Crear una distorsión adicional podría ser algún subsidio o crédito particular para autos económicos o algún beneficio para turismo local para no perjudicar a agencias de viaje.

 

La otra solución puede ser convalidar el dólar turista y financiero para desdoblar el mercado cambiario.

 

Sin embargo, para eso hay que eliminar todo tipo de distorsión que se ha generado. Eliminar impuestos a los bienes de lujo, retención al turismo y restricciones a comprar dólares.

 

Mientras tanto, se pueden seguir poniendo parches, o cambiar la estructura y empezar a reducir las malas expectativas que se han generado.

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