KKR: pagará más por préstamos para adquirir Alliance Boots

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Las compras apalancadas se encarecen debido a la iliquidez crediticia. El fondo cerrado Kohlbert Kravis Roberts necesita financiar la toma de Alliance Boots. Es una operación por US$ 22.800 millones, la mayor en Europa occidental.

Por ende, KKR elevará la parte de crédito subordinado por encima de US$ 2.050 millones y reducirá los préstamos principales a alrededor de 10.100 millones. La primera masa puede costarle 1,5 a tres puntos extras, respecto de operaciones nornales, aunque nadie quiera dar detalles en Londres ni Nueva York.

La compra de la mayor cadena británica de farmacias venía siendo bloqueada desde hacía casi un mes. Ahora, KKR, sus financistas (encabezados por Deutsche Bank) e inversores especulativos renegocian los términos del acuerdo.

Esto refleja un trasfondo preocupante: el mercado comienza a exigir rindes más altos para tomar deuda privada. Desde mediados de junio, no menos de treinta y cinco fondos o empresas han debido postergar o restructurar colocaciones de bonos; o sea, emisiones de deuda nueva.

“Boots pone en evidencia el clima de los mercados”, señala un informe de la londinense Henderson Global Investments a sus clientes. Esta firma, que maneja una cartera de US$ 60.000 millones en títulos de renta fija, aún no entra en la operación KKR. A su juicio, “sin la menor duda, estamos ante un cambio del equilibrio financiero, en favor de los prestamistas, originado en la creciente iliquidez crediticia”.

Entretanto, los ceses de pagos incurridos por Alliance Boots vía pases activos ascienden a unos US$ 13.800 millones, todo un récord. El costo de nuevos créditos -mide la aptitud para pagar deudas vbiejas-ha ido de € 15.000 a 440.000 por transacción (29,3 veces más), estima Lehman Brothers holdings.

Inversores y especuladores, entonces, exigen intereses superiores, a raíz de ceses de pagos como el de Boots o problemas para financiar compras apalancadas, como la de Cerberus capital sobre Chrysler group. Hace poco y con sigilo, ese fondo elevó tasas ofrecidas para captar US$ 12.000 millones, o sea 60% de la suma necesaria para financiar 81% del activo a tomar. Los grandes fondos accionarios que especulan con compras apalancadas han pasado en semanas de árbitos a variables de ajuste en un negocio que, sólo servía –parece- para que sus ejecutivos ganasen millones cada año achicando activos y revendiéndolos.

Por ende, KKR elevará la parte de crédito subordinado por encima de US$ 2.050 millones y reducirá los préstamos principales a alrededor de 10.100 millones. La primera masa puede costarle 1,5 a tres puntos extras, respecto de operaciones nornales, aunque nadie quiera dar detalles en Londres ni Nueva York.

La compra de la mayor cadena británica de farmacias venía siendo bloqueada desde hacía casi un mes. Ahora, KKR, sus financistas (encabezados por Deutsche Bank) e inversores especulativos renegocian los términos del acuerdo.

Esto refleja un trasfondo preocupante: el mercado comienza a exigir rindes más altos para tomar deuda privada. Desde mediados de junio, no menos de treinta y cinco fondos o empresas han debido postergar o restructurar colocaciones de bonos; o sea, emisiones de deuda nueva.

“Boots pone en evidencia el clima de los mercados”, señala un informe de la londinense Henderson Global Investments a sus clientes. Esta firma, que maneja una cartera de US$ 60.000 millones en títulos de renta fija, aún no entra en la operación KKR. A su juicio, “sin la menor duda, estamos ante un cambio del equilibrio financiero, en favor de los prestamistas, originado en la creciente iliquidez crediticia”.

Entretanto, los ceses de pagos incurridos por Alliance Boots vía pases activos ascienden a unos US$ 13.800 millones, todo un récord. El costo de nuevos créditos -mide la aptitud para pagar deudas vbiejas-ha ido de € 15.000 a 440.000 por transacción (29,3 veces más), estima Lehman Brothers holdings.

Inversores y especuladores, entonces, exigen intereses superiores, a raíz de ceses de pagos como el de Boots o problemas para financiar compras apalancadas, como la de Cerberus capital sobre Chrysler group. Hace poco y con sigilo, ese fondo elevó tasas ofrecidas para captar US$ 12.000 millones, o sea 60% de la suma necesaria para financiar 81% del activo a tomar. Los grandes fondos accionarios que especulan con compras apalancadas han pasado en semanas de árbitos a variables de ajuste en un negocio que, sólo servía –parece- para que sus ejecutivos ganasen millones cada año achicando activos y revendiéndolos.

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