De inmediato, el mercado cambio tokiota –el mayor del mundo- reaccionó con nervios y un yen tambaleante ante el dólar, el euro, el yüan y otras monedas de la zona. Así las cosas, la divisa norteamericana marcaba –el sábado por la mañana- el primer avance importante en dos años, en tanto aumnetaba la brecha entre tasas básicas de Estados Unidos y Japón.
“Hay fuertes presiones políticas para que el banco centyral no eleve tipos de interés en forma prematura”, señalaba un informe de la banca londinense Brown Brothers Harriman. “Todo se preciiaptan al dólar como divisa de refugio”.
En ese clima, el dólar se acercaba a ¥ 119,70, el máximo desde agosto de 2003. Pero no se descarta más de 120/120,30 para el lunes. Mientras tanto, el euro rozaba ¥ 140.
Todos estos reacomodos habrían sido más pronunciados, de no ser por el feriado norteamericano. En lo tocante a tasas, la referencial japonesa ha continuado en torno de 0,1% anual, mientras la norteamericana pasaba de 1% a 4,75% entre julio de 2004 y hace pocas semanas.
De inmediato, el mercado cambio tokiota –el mayor del mundo- reaccionó con nervios y un yen tambaleante ante el dólar, el euro, el yüan y otras monedas de la zona. Así las cosas, la divisa norteamericana marcaba –el sábado por la mañana- el primer avance importante en dos años, en tanto aumnetaba la brecha entre tasas básicas de Estados Unidos y Japón.
“Hay fuertes presiones políticas para que el banco centyral no eleve tipos de interés en forma prematura”, señalaba un informe de la banca londinense Brown Brothers Harriman. “Todo se preciiaptan al dólar como divisa de refugio”.
En ese clima, el dólar se acercaba a ¥ 119,70, el máximo desde agosto de 2003. Pero no se descarta más de 120/120,30 para el lunes. Mientras tanto, el euro rozaba ¥ 140.
Todos estos reacomodos habrían sido más pronunciados, de no ser por el feriado norteamericano. En lo tocante a tasas, la referencial japonesa ha continuado en torno de 0,1% anual, mientras la norteamericana pasaba de 1% a 4,75% entre julio de 2004 y hace pocas semanas.
