Vale decir, a las bandas mafiosas cuyas fuerzas de choque se componen mayormente de coreanos muy duchos en artes marciales.
Naturalmente, la evasión tributaria no se refiere a actividades fuera de la ley, sino a negocios de apariencia lícita, empleados para lavar ingresos sucios.
La división especial también persigue grupos proclives a blanquear fondos de origen obscuro o, peor, a dejar de pagar créditos (esto infla las carteras que agobian a los bancos). Se explica, pues, que el adiestramiento de los “cinturones negros recaudadores” sea en parte solventado por el sistema financiero.
Vale decir, a las bandas mafiosas cuyas fuerzas de choque se componen mayormente de coreanos muy duchos en artes marciales.
Naturalmente, la evasión tributaria no se refiere a actividades fuera de la ley, sino a negocios de apariencia lícita, empleados para lavar ingresos sucios.
La división especial también persigue grupos proclives a blanquear fondos de origen obscuro o, peor, a dejar de pagar créditos (esto infla las carteras que agobian a los bancos). Se explica, pues, que el adiestramiento de los “cinturones negros recaudadores” sea en parte solventado por el sistema financiero.