<p>Los “diez selectos” devolverán en conjunto casi US$ 70.000 millones. Quedan fuera nueve, entre ellos Bank of America, Citigroup y Wells Fargo; respectivamente, primero, tercero y cuarto por volumen de activos. Tarde o temprano, empero, esta nómina irá modificándose.<br />
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La decisión libra a las entidades beneficiadas de varias restricciones, asociadas al programa pro alivio de activos tóxicos (TARP en la sigla inglesa). Se trata de aquel megarrescate por US$ 700.000 millones, lazado en octubre pasado.<br />
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Los diez bancos y bancas ahora exentos de la injerencia estatal son JPMorgan Chase (US$ 25.000 millones a restituir), Goldman Sachs (10.000 millones), Morgan Stanley (igual suma), US Bancorp (6.600 millones), Capital One (3.560 millones), American Express (3.400 millones), BB&T (3.130 millones), Bank of New York Mellon (3.000 millones), State Street (2.000 millones) y Northern Trust (1.600 millones).<br />
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Cabe señalar que no son todos bancos propiamente dichos, sino compañías financieras (MS, Capital One, American Express, BB&T, Northern Trust). A su vez, Goldman Sachs mutó de firma de valores/banca de inversión a banco comercial en medio del salvamento. Su colega Merrill Lynch fue tomada por BofA –sigue en problemas-, en tanto se derrumbaban Bear Stearns y Lehman Brothers (la mayor quiebra nominal en la historia del sector financiero). <br />
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Probablemente, Citigroup sea hoy el banco más expuesto en varios aspectos. Uno es el 36% de acciones en poder del estado, que tiene un miembro en la junta. Otro es que Barack Obama presiona para que ese directorio reemplace a Vikram Pandit como presidente ejecutivo.<br />
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Hay hijos y entenados en la banca estadounidense
El departamento del Tesoro y la Reserva Federal empiezan a mostrar las cartas, es decir los efectos de las pruebas de resistencia hechas en abril. Las autoridades permiten a diez de esos diecinueve bancos restituir fondos públicos. No al resto.