<p>El nuevo plan de la ARF contempla hasta 35.000 inspecciones, 15.000 de lo cuales corresponden desde ya a montos presuntamente superiores a los ingresos declarados por personas físicas o jurídicas. Este grupo implica € 2.500 millones de recaudación a recobrar. Pero el total estimado rondará los € 50.000 millones de septiembre próximo a fin de 2011.</p>
<p>Ése es el periodo para ampararse en el “escudo tributario”, declarar todo y abonar 5% sobre lo colocado en el exterior. Al terminar junio, las sanciones aplicadas ascendían a € 120 millones.<br />
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Dejando de lado el litigio Agnelli, no necesariamente ligado al lavado de dinero, aunque si a fondos colocados en Suiza, Luxemburgo, Austria (destinos preferidos por la masa de italianos), Mónaco y el Caribe. Según explica Befera, “no se trata sólo de esa familia u otros magnates y estrellas más o menos célebres. También nos ocupamos de la evasión hormiga y, en general, de todos quienes acumulan ahorros o inversiones no declaradas a las autoridades”.<br />
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El nuevo régimen está inspirado por el propio ministro de economía, Giulio Tremonti, quizás el único miembros del gabinete de Silvio Berlusconi cuya solvencia política e intelectual está fuera de deuda. Básicamente, dobla multas de 200 a 400% sobre los montos evadidos y se invierte la prueba. Vale decir, los encausados deben demostrar que sus dineros no son malhabidos. Estas reformas desvelan inclusive al clero, si bien no parecen afectar patrimonios de residentes en el Vaticano.</p>
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Hay 170.000 italianos con cuentas externas ocultas
Según Attilio Befera (agencia recaudadora fiscal), se trata de recobrar unos 7.200 millones. La suma corresponde a mediados de año y supera en mil millones a la de diciembre. El caso Agnelli es sólo un detonante. Hasta el Vaticano se inquieta.