Gurúes vs. Ferguson: el mundo ya no tomará bonos y caerá el dólar

spot_img

Según el escocés Niall Ferguson, un neoclásico, la moneda norteamericana volverá a ser fuerte y el mundo comprará letras de tesorería. Pero dos casandras que suelen acertar, Jeremy Granthan y Peter Schiff, predicen exactamente lo contrario.

A menudo, ambos expertos fueron objeto de escarnio por sus pronósticos tremendistas. Por ejemplo, las bancarrotas de Fannie Mae y Freddie Mac o las de grandes bancas y firmas de valores. Bear Stearns, Lehman Brothers y ambas cajas hipotecarias paraestatales los reivindicaron.
<p>&nbsp;</p>
<p> En realidad, Grantham es gestor de fondo y Schiff maneja una intermediaria burs&aacute;til. Los dos anticiparon en varios meses el descalabro desatado entre agosto y septiembre de 2008. No sin cierto tono ir&oacute;nico, el &ldquo;Wall Street Journal&rdquo; (hasta no hace mucho los tomaba en solfa) apunta que &ldquo;el d&oacute;lar todav&iacute;a no se hunde&rdquo;. Pero la tasa b&aacute;sica est&aacute; en un piso hist&oacute;rico (0,25% anual) y su contrapartida, el precio de las letras federales, puede desmoronarse &ndash;ser&iacute;a un contrasentido- si el gobierno sigue emitiendo d&oacute;lares y deuda sin respaldo.</p>
<p> Junto con Ferguson, un universitario sin experiencia en el mundo de las especulaciones, una hueste de analistas y gur&uacute;es insiste en que, para fin de a&ntilde;o a lo sumo, una reacci&oacute;n del d&oacute;lar apuntalar&aacute; a las principales econom&iacute;as. Lo mismo anunciaban al comienza do 2007 y 2008. Hoy, ambos casandras afirman que el aumento de gasto p&uacute;blico &ndash;o sea, dinero de los contribuyentes- y emisi&oacute;n sin respaldo dibujan un modelo inviable y elevan el peligro de desastres.</p>
<p> Esos factores y un inevitable aumento de impuestos (sostiene Schiff, un campe&oacute;n de contribuyentes ricos, o sea sus clientes), en tanto el p&uacute;blico sigue renuente a gastar, provocar&aacute; un derrape de hasta 30% en la cartera St&aacute;ndard&amp;Poor&rsquo;s 500, tomando los niveles a fin de 2008. Ambos expertos estiman que el Dow Jones 30 y el Nasdaq compuesto ya no son indicadores fiables.</p>
<p> Grantham ponen en duda el otro concepto de moda, recesi&oacute;n deflatoria. Junto con otros especialistas esc&eacute;pticos, &eacute;l y Schiff temen un largo plazo inflacionario con picos h&iacute;per. &ldquo;La toma por el estado de deudas hipotecarias y activos t&oacute;xicos no necesariamente reactivar&aacute;n la econom&iacute;a real&rdquo;, sostiene el primero. En el plano pol&iacute;tico, estos operadores le ven un futuro negro a Barack Obama (quien acaba de perder un alfil, William Richardson). Por el contrario, Ferguson es casi pro Obama.</p>
<p> Como profeta apocal&iacute;ptico, Granthan tienen m&aacute;s ejercicio que Schiff. Su trayectoria se inicia en 2000 &ndash;al pincharse la burbuja punto.com-, en tanto el otro surge reci&eacute;n en 2004. En julio de 2007, el primero anunci&oacute; un estallido para octubre de 2008; le err&oacute; por apenas un mes. Ahora, no cree que el bono a treinta a&ntilde;os &ndash;proyectado para consolidar deudas hipotecarias del p&uacute;blico- coexista con una inflaci&oacute;n anual algo superior a 1%. En realidad, sospechan los mercados, tampoco lo creen Henry Paulson, Benjamin Bernanke, Timothy Geithner, Lawrence Summers ni Robert Rubin.</p>

Compartir:

spot_img
spot_img
spot_img

Noticias

CONTENIDO RELACIONADO