<p>El país cuyo producto bruto interno es tercero en la región fijó el rinde de los nuevos “gilts” en dos puntos básicos bajo los bonos 2055, hasta ahora el menor ofrecido a los inversores. Así señala <em>Bank of America-Merrill Lynch</em>, uno de los que timonean la emisión (vence en enero de 2060).<br />
Los pedidos recibidos se acercan a los ₤ 10.000 millones o US$ 16.600 millones. Verdadero anacronismo, el término “gilt” (dorado, generalmente 22 kilates) aludía al borde de los antiguos bonos impresos en papel.<br />
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Por cierto, “los títulos largos están de nuevo en boga y los pocos estados que pueden aprovechan para emitirlos”. Así observa Peter Schaffrik, estratega de Commerzbank experto en el segmento, cuya bola de cristal apostaba a no más de cinco millones de libras (8.300 millones de dólares) de demanda.<br />
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La imagen de la bola tiene cierto sentido, si se piensa que cincuenta años es una eternidad en términos geopolíticos. ¿Habrá llegado a 2060 el estado emisor? ¿existirá la hoy incierta Unión Europea? ¿y las mismas potencias occidentales que hoy pujan por salir de la crisis sistémica?…<br />
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Sea como fuere, Gran Bretaña es el último estado europeo que coloca bonos vía un sindicato de bancos “ad hoc”, no mediante subastas al estilo del tesoro norteamericano. Ahora bien, esa táctica obedece a la necesidad: el país debe todavía superar su peor recesión desde la Segunda guerra mundial y planea emitir ₤ 220.000 millones -unos US$ 365.000 millones- de hoy a marzo próximo, 50,5% sobre el lapso abril 2008/marzo 2009. Algunos temen que pretenda demasiado, especialmente en vísperas electorales.</p>
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Gran Bretaña: US$ 11.600 millones en bonos a 50 años
En un gesto inesperado, el tesoro británico coloca £ 7.000 billones en títulos a cincuenta años. Pese a la decreciente influencia mundial de la economía británica, es la emisión a mayor plazo efectuada este bienio en Europa occidental.