<p>Pero esto fue lo ocurrido en una de las semanas más volátiles que han conocido los mercados. Apenas una semana antes, los mercados de dinero habían tenido salidas importantes. Pero en los últimos días el dinero retornó aunque a la búsqueda de nuevo destino.<br />
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La búsqueda de refugio fue más importante en volumen que la registrada en 2008 cuando el colapso de Lehman Brothers.<br />
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La constante fue un alejamiento de los mercados de acciones, con inversores que demostraron una extraordinaria aversión al riesgo. Durante los cinco días hábiles, un día de fuertes caídas, era seguido por otro de alzas, para volver a caer al día siguiente.<br />
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Los estrategas de los mercados globales advierten que aumentan las expectativas recesivas. En cada indicador que revela debilidad en las economías de los países centrales se confirma la hipótesis de un anémico o nulo crecimiento económico.<br />
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Hubo medidas extraordinarias, como la declaración de la Reserva Federal de que mantendrá los intereses en cero los próximos dos años, o las importantes compras de bonos italianos y españoles que hizo el Banco Central Europeo.<br />
Todo lo que significa que los mercados de dinero (que han recibido estos refuerzos impensados) están dispuestos a tener cero ganancias en los próximos tiempos. Se trata de no perder, o de perder lo menos posible.<br />
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Para completar el cuadro, las autoridades regulatorias de cuatro países europeos impusieron veda transitoria (15 días) sobre las acciones de 60 grandes instituciones financieras. Especial preocupación existe por la situación de Société Générale, que el miércoles pasado llegó a perder una cuarta parte de su valor bursátil.</p>
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Fue una estampida de US$ 50 mil millones
Durante la semana terminada, esa impresionante cifra abandonó la acciones y los títulos de deuda pública, se convirtió en contante y sonante y se dedicó a buscar nuevo destino. El vuelo a la calidad no es sencillo, ya que no aparece refugio seguro a la vista.