Dado que ambas compañías tiene como objetivo asegurar disponibilidad de créditos a poteciales propietarios de viviendas, Freddie demuestra cuán honda son las crisis de malas hipotecas y liquidez que azotan a la economía real en Estados Unidos. Cabe proguntarss si estos síntomas preocupan a la Reserva Federal como debieran.
Basta un ejemplo para subrayar qué implica para el resto la fragilkidad de Freddie: Countryside Financial. Esta inmobiliaria líder había logrado sobrevivir a la licuación hipotecaria gracias una inyección de efectivo proveniente de Bank of America (que luego debió depreciar activos por US$ 3.000 millones). Ahora, CF tiene nuevos problemas para otorgar créditos.
Por de pronto, la firma confirmó que reducirá tenencias de malas hipotecas, a favor de préstamos menos riesgosos. ¿Paraqué? Para que Fannie Mae y Freddie Mac. Pero la segunda informó la semana pasada que, en vez de tomar hipotecas, deberá venderlas para afrontar su déficit finaciero.
Eso significa que Freedie –si no también Fannie- tendrá menos capacidad de apuntalar el mercado de viviendas. Esto crea inquietud en el congreso, pero ¿y en la Reserva Federal, qué? Por cierto, si las instituciones financieras tienen menos liquidez disponible para préstamos inmobiliarios, se acentuará el alza de tasas activas. A raíz de ello, el criticado secretario de hacienda, Henry Paulson, presiona al sector hipotecario -pomposamente autodesignado “industria”- para armar rescates colectivos de deudores, no ya caso por caso.
Pero la pregunta clave sigue en el aires: ¿por qué la RF no da signos de presencia? ¿será porque, según sospechan analistas polìticos, el triste pero interminable final de George W.Bush perturba a Benjamin Bernanke y lo hace pensar en una renuncia prematura al frente del banco central?
Dado que ambas compañías tiene como objetivo asegurar disponibilidad de créditos a poteciales propietarios de viviendas, Freddie demuestra cuán honda son las crisis de malas hipotecas y liquidez que azotan a la economía real en Estados Unidos. Cabe proguntarss si estos síntomas preocupan a la Reserva Federal como debieran.
Basta un ejemplo para subrayar qué implica para el resto la fragilkidad de Freddie: Countryside Financial. Esta inmobiliaria líder había logrado sobrevivir a la licuación hipotecaria gracias una inyección de efectivo proveniente de Bank of America (que luego debió depreciar activos por US$ 3.000 millones). Ahora, CF tiene nuevos problemas para otorgar créditos.
Por de pronto, la firma confirmó que reducirá tenencias de malas hipotecas, a favor de préstamos menos riesgosos. ¿Paraqué? Para que Fannie Mae y Freddie Mac. Pero la segunda informó la semana pasada que, en vez de tomar hipotecas, deberá venderlas para afrontar su déficit finaciero.
Eso significa que Freedie –si no también Fannie- tendrá menos capacidad de apuntalar el mercado de viviendas. Esto crea inquietud en el congreso, pero ¿y en la Reserva Federal, qué? Por cierto, si las instituciones financieras tienen menos liquidez disponible para préstamos inmobiliarios, se acentuará el alza de tasas activas. A raíz de ello, el criticado secretario de hacienda, Henry Paulson, presiona al sector hipotecario -pomposamente autodesignado “industria”- para armar rescates colectivos de deudores, no ya caso por caso.
Pero la pregunta clave sigue en el aires: ¿por qué la RF no da signos de presencia? ¿será porque, según sospechan analistas polìticos, el triste pero interminable final de George W.Bush perturba a Benjamin Bernanke y lo hace pensar en una renuncia prematura al frente del banco central?