jueves, 6 de febrero de 2025

Fondos de cobertura: sus días de brillo van quedando atrás

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Hacer decenas o cientos de millones explotando derivativos –instrumentos sumamente volátiles- era un sueño dorado en Wall Street. Pero, de pronto, hasta los ases de un mundo especulativo próximo a dos billones empiezan a toparse con problemas.

Al menos seg&uacute;n sus altos par&aacute;metros, los fondo de cobertura no la pasan lo bien que debieran. Esos veh&iacute;culos financieros pensados para magnates &ndash;que han reclutado fondos jubilatorios, o sea aportes de gente com&uacute;n-, se supone, ganan tanto si el mercado sube o si baja. En realidad, es un dislate: las man&iacute;as especulativas siempre naufragan desde los tulipanes holandeses del siglo XVII hasta hoy. <br />
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<p> Ese peque&ntilde;o detalle explica que, ahora, varios fondos de ese tipo sean arrastrados en la doble crisis occidental (inmobiliaria, crediticia) que cerca a Wall Street y Londres, etc. Los retornos bajan y, con ellos, las remuneraciones y comisiones de sus gestores. Hasta no hace mucho y desde fines de los a&ntilde;os 80, los derivativos y sus contratos derivados tergiversaban las nociones de valor y riqueza.</p>
<p> En el proceso, su burbuja inflaba precios de arte, bienes ra&iacute;ces, productos primarios y hasta empresas &ndash;como Chrysler-, v&iacute;a compras apalancadas. As&iacute; como los derivativos permiten especular poniendo apenas 2 a 5% como activo de sost&eacute;n, esas adquisiciones se hacen emitiendo deuda contra la compa&ntilde;&iacute;a tomada y coloc&aacute;ndola en el mercado.</p>
<p> En pocas semanas, varios fondos de cobertura grandes vienen perdiendo pie. Una minor&iacute;a contin&uacute;a volando alto, pero el promedio del segmento se ha desinflado m&aacute;s de 4% en enero-agosto. De acuerdo con la consultor&iacute;a especializada Hedge Fund Research, 2008 ser&aacute; el peor a&ntilde;o desde que existen estad&iacute;sticas.</p>
<p> Esta tendencia de un sector que algunos designan con un dislate, &ldquo;industria&rdquo;, tiene implicancias mucho m&aacute;s all&aacute; de su propia esfera. Durante 2001-7, el negocio se quintuplic&oacute;, pues fondos jubilatorios -p&uacute;blicos o privados- y universitarios colocaron miles de millones en estos veh&iacute;culos especulativos, tratando de ganarle al mercado. Adem&aacute;s, sus administradores se dejaban tentar por los gestores de fondos.</p>
<p> Un retroceso prolongado puede hacer que esos c&aacute;ndidos inversores institucionales replanten sus opciones o les exijan rebajas a los managers. &Eacute;stos suelen quedarse con 2% de cada contrato y 20%de las utilidades finales. Por otra parte, si los fondos de cobertura tambalean, las est&oacute;lidas instancias federales podr&iacute;an empezar a hacer preguntas molestas, dado el volumen de aportes jubilatorios (US$ 7,5 billones) cazados en esa trampa sin regulaci&oacute;n clara.</p>
<p> Por supuesto, ha habido colapsos de grandes jugadores (vg., Long-Term Capital Management, LTCM) e innumerables menores. Pero los problemas actuales son m&aacute;s severos. Fondo tras fondo se desploma en un contexto imposible de prever. Las dificultades para ganar dinero -o conseguirlo- se agravan con la ca&iacute;da de Bear Stearns o Lehman Brothers, la venta de Merrill Lynch a Bank of America y dos conversiones (Morgan Stanley, Goldman Sachs) en meros bancos.</p>
<p> A principios de mes, era ya 5 a 10% m&aacute;s caro que hace un a&ntilde;o para los fondos especulativos tomar prestado de los bancos. Tampoco les es f&aacute;cil obtener cr&eacute;dito a largo plazo. Desde julio, varios fondos han cerrado &ndash;un eufemismo- y los nervios han hecho presa de un negocio otrora imbatible.</p>
<p> Entretanto, inversores y analistas cuestionan las normas del segmento. Por cierto, el t&eacute;rmino &ldquo;fondo de cobertura&rdquo; (<em>hedge fund</em>) es un comod&iacute;n que abarca varios tipos de operaci&oacute;n, una amplia gama de estrategias y diverso grado de experiencia en manejo de riesgos. Todos involucran complejos instrumentos matem&aacute;ticos (derivativos) que generan contratos (derivados). Cabe subrayar que la mayor&iacute;a de fondos jubilatorios viene frenando colocaciones. Durante el primer semestre del a&ntilde;o, a la saz&oacute;n, entraron en el segmento apenas US$ 30.000 millones &ldquo;nuevos&rdquo;, contra 118.000 millones en igual lapso de 2007.</p>
<p> Lo sucedido d&iacute;as atr&aacute;s a JWM Partners ilustra los excesos del negocio. Su creador, John W.Meriwether, cerr&oacute; su principal fondo. Pero este mismo personaje hab&iacute;a fundado hace tiempo nada menos de LTCM, cuyo colapso en 1994 oblig&oacute; (&iquest;?) a un rescate entre la Reserva Federal y el Banco de Inglaterra. &iquest;Acaso la SEC no sab&iacute;a, a&ntilde;os despu&eacute;s, que JWM hab&iacute;a vuelto a las andadas?… </p>

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